Cantantes

Gayarre Garjón, Sebastián Julián

Empezó la temporada del Liceo el 3 de octubre de 1888 con La Africana, con la Gabbi-Ugonotti. Siguió con Mefistófeles, Lucrecia Borgia y La Favorita, cuyo Spirto gentil despertó un entusiasmo inenarrable. En la primera quincena de noviembre, dentro de los festejos de la Exposición Internacional, se realizó un Concurso Internacional de Orfeones. Gayarre siguió con pasión la lucha por el primer puesto, sobre todo la de los orfeones de Bilbao y Limoges. En una carta a su amigo Enciso, le resumía así la victoria de los vascos: "Por ocho votos contra uno se adjudica el premio al Orfeón de Bilbao. Un ¡hurra! general hizo temblar la sala. Los bilbaínos se abrazaron y abrazaban a Zabala. Todos gritaban (y yo el que más): ¡Viva Bilbao!". Anotamos que en su larga carta, Gayarre llama a los bilbaínos "chapelgorris". Los triunfos de Gayarre se contaron por actuaciones, despidiéndose con Mefistófeles. "Y tras el epílogo, fragmento que ha quedado como uno de los más deliciosos que ha cantado nunca artista alguno -Hernández Girbal-, el público, que llenaba totalmente el teatro, le dedicó una de las ovaciones más emocionantes de su vida, como si presintiese que le decía adiós para siempre. Se le entregó un busto, una extraña lluvia de hojas doradas y de laureles cayó sobre Gayarre y su busto. Para corresponder a tanto afecto cantó al piano el Gernikako Arbola.

MEL