Cantantes

Gayarre Garjón, Sebastián Julián

De París a Turín, a ver la Exposición Nacional y a cantar en el Teatro Regío. Triunfos sin interrupción, con la presencia de los reyes y de D. Amadeo de Saboya. Llegaba el verano y el cólera hacía su aparición.

Gayarre se dirigió a Roncal, su gran amor. Allí proyectaba obras: el hermoso frontón, las nuevas escuelas, su proyecto del nuevo ferrocarril navarro que atravesando el valle del Roncal-Erronkari, perforaría el Pirineo por Belágoa-Kakueta, a salir a Zuberoa y enlazar con la red francesa. Otro de sus proyectos era la restauración de la ermita de Navarzato. Gozaba haciendo proyectos para su querido valle. Solía decir: "Decid de mi cuanto queráis, pero no digáis nada contra mi valle roncalés". Llevaba una vida sencilla, sembrando su alegría por donde iba. Se había ganado la veneración de todos los habitantes del valle. Recuerdo y veneración que aún perdura. Una muestra es el homenaje que le rindieron, en agosto de 1982, los siete pueblos, con motivo del VI Erronkari Ibaxaren Eguna. VI Día del Valle de Roncal. Gayarre rendía un gran culto a la amistad. Invitaba a sus viejos amigos. Llevó a su casa de Roncal al maestro herrero de Lumbier, el anciano Quilleri.

El 20 de octubre escribe desde Barcelona. Anuncia sus treinta representaciones en el Liceo, a partir de mediados de noviembre. Empezó con La Africana, primera vez que la cantaba en el Liceo. Triunfo total, sobre todo al llegar a la romanza Oh paradisso! Su extenso repertorio le permitía una gran variación, pero las preferencias de empresarios y público le obligaban a repetir las obras más famosas.

Por este tiempo ocurrieron los terremotos de Andalucía, Gayarre ofreció su concurso para las funciones benéficas. Los resultados fueron magníficos. Se despidió con Fausto. Acompañado al piano cantó el Ave María de Gounod y luego el Gernikako Arbola. El público, delirante, lo condujo a su casa acompañado de antorchas y obsequiándole con una serenata.

De Barcelona a Valencia, que lo recibió con cariño. Luego tuvo que viajar a Sevilla; pasa Semana Santa y la Feria. En la catedral cantó el Miserere de su maestro Eslava. En el teatro San Fernando triunfo continuo. Gayarre lo pasó muy bien, con sus primos Gregorio y Eugenio Garjón, sus amigos Enciso, Lago, Elorrio, el novelista francés Delpit y una bellísima admiradora, acerca de la cual no se informa.

MEL