Cantantes

Gayarre Garjón, Sebastián Julián

En su viaje a Portugal tuvo un incidente en Madrid. Cantaba en el Teatro Real su compañera de Londres Marcela Sembrich. Gayarre pasó a saludar a la gran diva y fue interpelado por el empresario Rovira, con muy malos modales. Gayarre no admitió esta conducta y tuvo un terrible altercado. El avinagrado empresario pretendía expulsar a Gayarre del lugar de sus triunfos. Intervinieron varias personas que separaron a los contendientes. Cundió la indignación en los medios musicales, y la empresa salió muy perjudicada.

Debutó en Lisboa el 6 de noviembre de 1882 con La Favorita. El éxito de siempre y las localidades se agotaban con antelación. Tres meses cantó, alternando con Oporto. Una noche, cuando más entusiasta era el éxito, cayó a la escena un hermosísimo ramo de flores. Llevólo Gayarre a casa. Vio que había entre las flores un pequeño estuche, donde halló una hermosísima sortija de oro con tres piedras: un rubí, un diamante y un zafiro. Nunca supo de quién. Aquella fue la única sortija que usó Gayarre hasta su muerte.

A principios de 1883, mes de febrero, fue a Nápoles. Aquí estuvo en trance de muerte. Enloqueció al público con La Africana. Para festejar el éxito, la juventud dorada de Nápoles le obsequió con un banquete en Possilippo. Decidieron volver a Nápoles embarcados. Un relente húmedo y malsano afectó a Gayarre. Había cogido la malaria. Consulta de médicos. La gravedad era extrema. Sus amigos, el maestro Lago y el cantante Enrique Labán, no se separaron de la cabecera de Gayarre durante las dos semanas que duró la fiebre. Se restableció en el cercano pueblo de Torregreco. Se dice que cuando creía morir hizo una promesa a la Virgen del Pilar, de cantar ante ella la primera vez que lo hiciere. Nadie sabe si la promesa era cierta, pero su primera actuación fue en el templo del Pilar, ante la Virgen.

MEL