Municipios

Eibar

Además de las citadas ordenanzas municipales de mediados del siglo XVIII, Eibar le cuenta entre sus hijos al notable escritor Juan Antonio de Moguel y Urquiza en la segunda mitad de ese siglo XVIII. Era de padres marquineses. Su padre, médico, ejerció su carrera su Eibar durante algunos años y Juan Antonio vino a nacer en 1745. Se ordenó sacerdote y se dedicó profusamente a la literatura en euskera y a los estudios lingüísticos. Guillermo de Humboldt le calificó como uno de los hombres más versados de Vasconia en el estudio de las lenguas. Aparte de sus trabajos filológicos, cuenta con una copiosa obra escrita en vascuence, en los dialectos comunes de Guipúzcoa y Vizcaya. La mayor parte de esta obra es religiosa, nomenclatura de voces y traducciones de textos de clásicos latinos. Pero su obra maestra, la que le sitúa en un lugar privilegiado en la historia de la literatura vasca, es sin duda Peru Abarka. Obra que recoge las formas de vida de esa segunda mitad del siglo XVIII, aportando un rico contenido lingüístico e histórico. De ella dijo Justo Gárate, en su ensayo La época. de Astarloa y Moguel (1936): "Si me preguntaran: ¿Cuál cree usted que es el libro vasco cuya traducción es más interesante desde el lado científico?, yo elegiría sin vacilar el PERU ABARKA". Y de entre los muchos tratados sobre la vida y obra de Juan Antonio de Moguel sobresale el discurso de entrada en la Academia de la Lengua Vasca por el cronista de las provincias vascongadas D. Carmelo de Echegaray, en 1925, que eligió el tema de los escritores Moguel. Pues Juan Antonio tuvo dos sobrinos escritores, discípulos suyos, los hermanos entre sí, Juan José, autor entre otras de Basarritar eskola, y Vicenta, la autora de Ipui onak, traducciones de las elegías del Esopo. Juan Antonio falleció en Marquina, siendo párroco de Jemein, en 1804. Eibar le dedicó un congreso-homenaje en 1959, con estudios de su vida y de su obra, cuyas conferencias y comunicados fueron publicados en

, tomo V (1960) y en volumen aparte.

Vicente Aguirre Guisasola (1829-1907), médico y vascófilo eibarrés, padre de D. Ciriaco, otro médico insigne del que Eibar guarda entrañable memoria. No conocemos que llegara a cultivar la literatura euskérica, pero colaboró con estudios lingüísticos en Euskal-Erria, entre 1882 y 1887, bajo el seudónimo de José de Guisasola, y que recompuesto publicó en un libro dichos ensayos, bajo el título de Tentativas de reconstrucción de nuestro lenguaje natural y el problema de la palabra (Eibar, 1898). De entre los materiales aportados pueden destacarse el léxico y formas verbales de Eibar. Mantuvo relaciones con Luis Luciano Bonaparte. Era poseedor de una rica biblioteca y un archivo de correspondencia con lingüistas de diversos países. De dicha biblioteca no se salvó nada de la quema de la última guerra

Romualdo Galdós Baertel (1885-1953), jesuita y poliglota eibarrés. Fue entusiasta cultivador de las letras en vascuence, pero a pesar de que sus textos están recargados de formas y modismos eibartarras y mostrara gran admiración a todo lo eibarrés, empleó el euskera común literario. Escribió sobre temas históricos en la Revista Internacional de Estudios Vascos, y colaboró además en otras revistas en castellano y vascuence. En vascuence es, entre otras obras, autor de David'en abestiak, Jesus aurraren lenengo itzaldia, Ezkontza, etc., de entre las mismas descuella la biografía de Garicoits (1923), puesta en guipuzcoano, basada de la obra de Etcheberry.

Toribio Echevarria Ibarbia (1887-1968), de formación autodidacta, ha sido el más fecundo de los cultivadores del euskera eibarrés, que además de sus trabajos sobre flexiones verbales y léxico ya citados, y por los que en 1965 la Academia de la Lengua Vasca le nombró miembro correspondiente, es autor de varias obras en castellano y vascuence. Su producción literaria en vascuence, toda ella, en habla popular de Eibar. Prestó colaboraciones en las publicaciones periódicas Euzko-gogoa, Egan, Olerti y Eibar, a veces bajo el seudónimo "Arratetiko bat". Su obra principal es Ibiltarixanak. - Arrate'tikuen izketango alegiñak, publicada en Zarauz en 1967 (cuya traducción viene a ser: Del caminante. - Ensayos en el habla de los de Arrate). Se compone de cinco partes: las partes I y II se inician a manera de poemas épicos, desde la descripción de la formación del globo y la aparición del ser humano hasta los albores históricos de la villa natal, para finalizar con estampas de Eibar y de América, conjugando una mezcolanza de ciencia, historia y leyenda. En la III y IV partes, entre realidad y fantasía, relatos de viajes (de uno de los mismos tomó el título Ibiltarixanak, del caminante), sucedidos, anécdotas, en verso de variado metro. Y la V parte, son traducciones bíblicas y de cuentos de Margarita de Navarra. Las cuatro primeras partes el verso, con algunas presentaciones y notas en castellano, y la quinta parte en prosa. Hermoso documento donde se recogen sucesos, pensamientos y sentimientos del autor, a través de su vida y de los países recorridos. Reúne, además, la virtud de la riqueza dialectal de Eibar. Y, Ondakiñak, obra inédita, que reúne más versos sobre recuerdos eibarreses y meditaciones de viaje, más numerosas traducciones de cuentos en prosa, de la alta Edad Media, traducidos de varios idiomas. Muchos de ellos son los que quedaron traspapelados de los originales preparados por el autor para Ibiltarixanak. En dichas obras se reúnen también las colaboraciones que dispersamente vieron la luz en las publicaciones citadas. Otros cultivadores tiene el euskera eibarrés, pero aquí hemos querido limitarnos a los autores finados únicamente. Tal vez movidos por el riesgo de la pérdida del vascuence, peru hoy Eibar cuenta con un importante plantel de escritores, jóvenes la mayoría, que por lo general escriben en euskera literario común. Un capítulo considerable del cultivo literario popular, antaño, han sido también las comparsas de Carnaval, en cuadrillas, que componían sus propios versos para ser cantados, en un vascuence entre eibarrés y guipuzcoano, de un estilo influenciado por los gustos al bertsolarismo. De estos cantares la mayoría se han perdido, y entre los más importantes de los que se han conservado están Eibarko erria y Armero kanta. Y del mismo género del bertsolarismo son los cantos Forjariak del movimiento obrerista que se cantaban en las grandes huelgas de 1911.

Recordemos también, ya que hemos citado el movimiento obrero, los oradores proselitistas en vascuence popular eibarrés en los albores del socialismo, Aquilino Amuategui y Toribio Mendizábal. La afición que hubo al bertsolarismo está reflejada en las numerosísimas ediciones que se hacían de las hojas volantes "bertso-paperak" en las imprimerías eibarresas de P. Orúe y S. de Diego desde finales de siglo, como se puede comprobar en las colecciones de versos que viene editando Auspoa, de Tolosa, donde muchas veces aparecen como referencia impresora las casas eibarresas. De aquí el modo de componer los versos de las cuadrillas de Carnaval. Pero además, y esto también hemos de tener muy en cuenta, se conocían y siguen aún en vigor, aunque actualmente en decadencia, las coplas, un género con distancia técnica del bertsolarismo, como son los cantos de Santa Agueda y los de las romerías de Arrate con acompañamiento de pandereta. Pero tampoco nos proponemos describir la literatura popular y daremos fin al presente capitulo. Pero antes queremos exponer que si el porvenir del vascuence se nos presenta bastante oscuro, la particularidad del subdialecto eibarrés podemos decir que ha pasado a la historia. Hemos apuntado que ante el peligro de la pérdida del vascuence existe una reacción creciente hacia la recuperación. Pero en el renacer se observa una conciencia hacia el euskera común o unificado, sin pensar en la particularidad dialectal localista. Porque si el euskera ha de vivir habrá de ser de la unión. Pero conscientes a su vez de que la variedad dialectal de Eibar y sus similares de las inmediaciones aportan la riqueza de su vocabulario, más otras formas de estructura, las cuales constituyen una buena parte de su genio idiomático. Muestras visibles de esta reacción, son: incremento de ikastolas, clases de aprendizaje para personas de todas las edades, las campañas llamadas de alfabetización, etc., y sobre todo el plantel de escritores jóvenes que se va ampliando de día en día, con colaboraciones en toda clase de publicaciones del país y manteniendo estrecha relación con elementos de otras localidades, ¡Ojalá prospere el renacimiento de ese tronco común del euskera, al que la variedad dialectal eibarresa habrá aportado una parte considerable de su savia!