Pintores

Dublang y Uranga, Teodoro

Un hombre culto, curioso y laborioso como Teodoro Dublang, sin condicionantes externos en forma de encargos y compromisos, dirige sus trabajos pictóricos hacia múltiples registros. Pinta al óleo, al temple, a la acuarela y al pastel, confeccionando paisajes, retratos, bodegones, temas florales, asuntos religiosos, amén de prodigarse como eminente copista. Las diferentes técnicas artísticas, así como los variados géneros pictóricos no guardaban secretos para él.

Pintor bien dotado técnicamente, por si fuera poco, poseía una notable facilidad de ejecución, elaborando sus composiciones con rapidez y acierto. Al carecer de motivaciones económicas, se recrea con aprovechamiento en una pintura ora realista, ora impresionista, aplicando una dicción expresiva directa y franca, sin amaneramientos. Por desgracia, su producción artística se halla escasamente extendida y promocionada entre los aficionados por mor de su talante más vocacional que profesional. Al no prodigarse apenas en muestras públicas, la obra de este autor se encuentra muy dispersa entre coleccionistas particulares, con el añadido de que durante la guerra civil desaparecieron bastantes de sus trabajos.