Danza

Danza de Espadas del Corpus

En el mundo se bailan muchas clases de danzas de espadas o ezpata-dantzas. Entre todas ellas, existe un modo, que según dicen es conocida en casi toda centro Europa (así lo corrobora la documentación testigo de ello, hallada en multitud de poblaciones de Francia, Alemania, Italia o Gran Bretaña) y representada hoy en día en diversos lugares. También en diferentes territorios de la Península Ibérica (por ejemplo, algunos pueblos de Galicia o Huelva). Los más conocidos serían Redondela en Pontevedra y Alosno en Huelva. Aunque en Burgos, Ciudad Real o Huesca también se mantienen bien. Se baila con espadas muy largas, cada uno tiene la suya agarrada y la punta de la persona que tiene delante o detrás formando una cadena. A menudo cuentan con bailes individuales complementarios, algunas veces con espadas pequeñas en la mano, delante de la cadena o alrededor de la misma haciendo bailes especiales o como simples animadores. El kit del baile, independientemente del lugar en el que se realice, la vestimenta, los ritmos y sonidos, lo importante es dibujar puentes, arcos, estrellas e interpretar coreografías de todo tipo.

Esta danza en Euskal Herria, y sobre todo durante los últimos siglos en Gipuzkoa, se conocía como Danza de Espadas del Corpus, debido a que se celebraba todos los años el día del corpus, día señalado en el calendario. A medida que esta celebración religiosa perdía fuerza, el propio nombre se perdió, y en muchos lugares, en vez de en ese día, se celebra duramte las fiestas patronales. De todas formas, hay una melodía propia de la Ezpata dantza del Corpus de Gipuzkoa que sólo se toca y se baila frente al ostensorio. A esta variante se la denomina Jaunaren aurreko Ezpata dantza.

Hasta nosotros han llegado numerosos testimonios escritos sobre las contrataciones, las prohibiciones y los permisos episcopales referentes a las Ezpata dantza de los ayuntmientos. Gracias a ellos podemos comprobar que dicho baile contaba con un fuerte arraigo en Gipuzkoa ya que se llevaba a cabo el propia día del Corpus y ciertas fiestas religiosas de gran importancia, además de utilizarse para dar la bienvenida a visitas de personajes importantes. Las de Zumarraga y Legazpi serán sin duda las más conocidas hoy en día, pero en cada lugar cuenta con variantes propias. Algunas veces llega a bailarse sin la espada, utilizandose en cambio varas decoradas. La de Lesaka, Bera, Deba o el Pordoi dantza de Tolosa, en su incio eran danzas de espadas, aunque hoy ya no las utilicen. Lo mismo sucede con el baile del Corpus de Oñati. En Bizkaia es más conocida la ezpata dantza de Xemein.

Contamos con numerosos testimonios acerca de esta danza, pero el que mejor ha reflejado sus características ha sido Juan Ignacio Iztueta:

"Ezpata dantza gogoangarri au da, guzietan beti Gipuzkoatarrak txit maite izan ta izango dutena; zeñarekin menekiatu edo obsekiatzen ditugun, ala geren errietako batzartar jaunak nola orube edo suelo maitagarri onetan, egiteko aundietara, anitz bider igaro izan diraden Españiako gizon goienengoak, eta era guzietan beti biotzetik maitatu ditugun Erregeak. Baita munduko errege guzien gañekoa dan egiazko gure Jaungoiko Jauna ere, Gorpuz egunetan donesoaita edo prozesiora ateratzen dutenea".

De todas formas, el propio Iztueta menciona que a principios del siglo XIX estaba en crisis:

"Donostiako Uri leñargitiak Gorpuz egun guzietan egiten ditu ezpata dantzari ondrosoak; baita Andoaindarrak ere. Baña gañerako erririk geienetan ez dirade oroitzen izenaz ere, alik eta Erregeak eta oen urrengo persona goienengoak, orube maitagarri onetan igaro bear dutenean, gure ama gozatsu Gipuzkoak, dantza gogoangarri onekin berak menekiatu edo obsekiatzeko agintzen dien artean. Eta orduan, bide aundian daudenetakoak or oi dabiltza guziz arazo aundietan, azka ta puzka, ezin biribillaturik, ez ezpata luze anzinako aietako bat, eta ez ezpata dantza zer dan dakienik (...). Gipuzkoa guzian iru erri bakarrak senti ditut anziña anziñako ezpata luze aietakoak zuzenkiro gordakaiatzen dituztenak, zeña diraden: Andoain, Zaldibia, eta Idiazabal".

En el siglo XIX al conjunto denominado Brokel dantza se le añadieron ciertas variantes y en una de ellas se configuró una Ezpata dantza más sobria, probablemente de la mano de Jose Antonio Olano, alumno de Iztueta. Se ejecutaba en grupos más pequeños y sin una coreografía muy aparatosa. Hoy en día la realizan a menudo diversos grupos de baile de un modo más vistoso.

En Donostia se mantuvo la costumbre de bailar la Ezpata dantza del Corpus gracias a la influencia del propio Iztueta, Olano y Pujana. En 1927 nombraron a José Lorenzo Pujana profesor y director de la Escuela Popular de danzas vascas del Ayuntamiento de San Sebastián. Gracias a él y al grupo de baile Goizaldi creado por su hijo Cándido, se ejecutaba versión completa de la Ezpata dantza el día del Corpus. De hecho, el último evento organizado por José Lorenzo Pujana en 1947 fue una Ezpata dantza en el Hipodromo de Lasarte, en honor a Francisco Franco. Consiguió reunir a ciento cincuenta bailarines y fue tal elesfuerzo que realizó que según dicen falleció como consecuencia de ello. Más tarde, las filas fueron desapareciendo y hoy en día son sólo tres los bailan delante de la Catedral.

Esos últimos años, en muchos pueblos (Andoain, Beasain, Elgoibar, Eibar, Pamplona, ...) han hecho esfuerzos por recuperar la tradición. En ciertos casos se han tenido en cuenta criterios de actualización adecuados (permitiendo que las mujeres también bailen, por ejemplo), pero en otros casos y contemplando el aspecto musical, se ha trasgredido considerablemente la tradición que ha llegado hasta nosotros.