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Congreso de Estudios Vascos

El 1 de enero de 1986, España y Portugal ingresaban en la Comunidad Económica Europea, abriéndose así un nuevo horizonte para los ciudadanos y las regiones de la Península Ibérica. En atención a esta nueva circunstancia, el XI Congreso de Estudios Vascos se centró en las repercusiones sociales y culturales que ello pudiera tener sobre las comunidades vascas.

La integración en Europa supondría, en un primer momento, la apertura a modelos e industrias culturales europeas e internacionales, mientras que las culturas minoritarias se enfrentaban al reto de posicionarse entre las grandes culturas continentales. Un segundo aspecto mencionado en la convocatoria congresual fue el de la eclosión del consumo cultural, a través del cual los individuos se convierten "en sujetos creadores al mismo tiempo que pacientes de culturas cada vez más ajenas al propio hábitat y ecosistema" por influencia de unos modelos multinacionales.

Con el epígrafe "Nuevas formulaciones culturales: Euskal Herria y Europa = Kultur antolabide berriak: Euskal Herria eta Europa", el XI Congreso se desarrolló en Donostia-San Sebastián los días 7 al 11 de octubre de 1991. La organización invitó a personalidades del mundo de la cultura, a representantes de instituciones públicas y privadas, sectores y grupos sociales, para debatir sobre tres grandes conceptos:

  1. Civilización, lengua e intersección cultural.
  2. Aportaciones y préstamos culturales de/a Euskal Herria desde el siglo XVIII-XXI a la Cultura y a la Civilización.
  3. Estados y Pueblos en el marco cultural actual europeo: modelos culturales.

Cuatro de las siete ponencias encargadas se inscribieron en el primer bloque. Fueron las de Jacques Maurais (del Consejo de la Lengua Francesa de Quebec): "Las relaciones entre lengua y sociedad en una perspectiva de mundialización"; Karmele Rotaetxe (Catedrática de Lingüística General): "Lengua, cultura, civilización: delimitaciones recíprocas y situación vasca"; Joaquim Arenas i Sampera (Servicio de Enseñanza del Catalán, Generalitat de Cataluña): "Lengua, sociedad y escuela en la Europa del 2000"; y José Mª Sánchez Carrión (Doctor en Lingüística): "Las lenguas vistas desde la historia versus la historia vista desde las lenguas".

Al tercer área -Estados y Pueblos en el marco cultural actual europeo: modelos culturales- se presentaron tres ponencias: Joseba Arregi (Consejero de Cultura del Gobierno Vasco): "Estados y pueblos en el marco cultural actual europeo: modelos culturales"; Xabier Rubert de Ventos (Catedrático de Estética y Parlamentario Europeo): "Fundamentalismo y Figuración"; Bill Schwarz (History Workshop Journal): "England in Europe Reflections on national identity and cultural theory".

Además, 50 comunicaciones ofrecieron diversos enfoques a los temas propuestos.

A modo de conclusiones, los ponentes presentaron unas breves "Recomendaciones a la sociedad vasca" que fueron ampliamente distribuidas por la organización al término del Congreso.

Jacques Maurais defendió la necesidad de una Declaración Universal de Derechos Lingüísticos a través de Naciones Unidas, que tome en cuenta la situación de los idiomas minoritarios.

Para afrontar un futuro que será multicultural y plurilingüe, Joaquim Arenas i Sampera apostó por la implantación, en el ámbito vasco, de "un sistema de educación y formación permanente cohesionado, basado en los valores propios, en la lengua y en los contenidos euskaldunes".

Por su parte, Joseba Arregi cifró como principal tarea cultural la constitución del sujeto colectivo vasco "a partir de tradiciones y materiales diferenciados", de manera que, por asunción voluntaria y positiva de toda la sociedad, pasen a ser elementos necesarios e importantes del fondo común.

"Los integrantes de esta Comunidad deberían tener mayor preocupación por enriquecer su nivel de cultura general (y no únicamente en el terreno de la cultura vasca) -afirmó Karmele Rotaetxe-. La curiosidad que en todos los terrenos muestran los ciudadanos de Europa también debiera hacer acto de presencia en nuestra sociedad. Los ciudadanos de Euskadi deberían ubicar la actividad intelectual en el grado más alto de su jerarquía de actividades".

En su "recomendación", el ponente José María Sánchez Carrión señalaba: "Si queremos llegar a un equilibrio entre nuestros sentimientos, tradición y acciones, considero imprescindible sostener el euskara y exigir a la Administración que lo sostenga".

Por último, el jurista Adrián Celaya Ybarra puso el acento en el Derecho Vasco como un Derecho Europeo, aunque con su propia identidad.

Al XI Congreso de Estudios Vascos asistieron 82 congresistas.

JAS