Concepto

Ciclos Festivos

A pesar de que en cada uno de los ciclos, o al margen, se incluyan fiestas patronales de diverso orden junto con las establecidas por el calendario, el resto de las existentes no se hallan integradas en ciclo alguno, por lo que la concreción de Verano es determinante respecto de dicha estación climatológica.

Estas fiestas contienen unos ingredientes básicos: la inestimable bondad del tiempo atmosférico; la variedad de actos; la atracción de los pueblos vecinos; o la mayoritaria participación vecinal, directa o indirectamente.

Gracias a la idiosincrasia y excepcionalidad de elementos, cada pueblo en su afán de circunscribir la celebración se vuelca en presentar los mejores, distintos y más reconocidos actos.

Como muestra que ofrece la diversidad, algunas de las fiestas que contienen elementos singulares, son las siguientes:

  • San Marcial, el 30 de junio, alarde de armas en Irun (Gipuzkoa).
  • Santa Isabel, el 2 de julio la Ezpata Dantza en la Antigua de Zumarraga (Gipuzkoa), o la Dantzari Dantza en la localidad vizcaína de Berriz.
  • San Fermín, el 7 de julio. Masificados festejos en Irunea y entrañables actos en Lesaka.
  • Tributo de las tres vacas. Ritual de más de 600 años de antigüedad en pleno Pirineo, exactamente en la Pierre St. Martin-Piedra San Martín, el 13 de julio.
  • El 16 de julio, la Virgen del Carmen. Procesiones marítimas en Santurtzi y Plentzia y Soka Dantza en Markina-Xemein.
  • Nuestra Señora de la Magdalena, el 22 de julio. Lanzamiento de la teja en la isla de Izaro, para conmemorar la propiedad de la misma por parte de Bermeo ante Mundaka.
  • Santiago. El 25 de julio se celebra en diferentes lugares de nuestra geografía. Una de las más tradicionales es la de Garai, donde se danza el ciclo de la Dantzari Dantza y la Soka Dantza, precedidas de otras dos danzas, conocidas por su melodía a nivel nacional: San Iñaxioren Martxie y Gernikako Arbola Dantza. Se traslada la imagen del santo desde la iglesia de San Miguel a la de Elizabarri.
  • Pastorales. En Zuberoa, desde hace ya muchos siglos, se preparan durante meses una forma de teatro popular que ha logrado sobrevivir a lo largo del tiempo. Cada año los vecinos de uno o varios pueblos se unen para realizar una obra que, en los últimos años, gira alrededor, generalmente, de un personaje histórico.
  • El 5 de agosto, la Virgen de la Blanca, patrona de Gasteiz. Infinidad de actos que se inician con la bajada del Celedón. Personaje inspirado en un vecino de Zalduondo, el cual acudía todos los años a las fiestas de la capital alavesa.
  • Andra Mari o la Virgen de Agosto, el 15 de agosto. Muchísimas poblaciones celebran sus fiestas patronales, siendo la Semana Grande o Aste Nagusia de algunas localidades las que marcan la diferencia. Esta categoría, hoy institucionalizada, de Semana Grande, es asumida por dos capitales. En Donostia se ofrece la apertura de los festejos mediante un cañonazo, pero no tiene la fuerza, a pesar de ser más días de actos, que el día de San Sebastián. En Bilbo, sin embargo, la faceta de popular la sitúa en la más importante del mes de agosto, con una diversidad de actos que se realizan en diferentes lugares de la capital: unos con más arraigo que otros, pero siempre en continua progresión.
  • Virgen de Septiembre. El 8 de este mes es una fiesta muy importante: desde Hondarribia con su conocido alarde, ya desde hace unos años, al igual que el de Irun, con disputas por la categorización sexista; pasando por Elciego con su procesión y sus danzas; y finalizando, aunque sea parcialmente, en Otsagabia con sus particulares danzas ejecutadas al ritmo que marcan las gaitas y el tambor.