Delicado pintor nacido en Donostia-San Sebastián el 12 de enero de 1926. Obtuvo varios premios, entre ellos, Premio de Honor en el VI Certamen de Navidad (1956). Es hermano del escultor Eduardo Chillida. Gran observador de la naturaleza, pesca y caza (suele ir a un coto de palomas en Urroz de Santesteban). Se puede decir que pinta y dibuja desde siempre, antes que su hermano Eduardo comenzara a hacerlo. No le ha atraído la escultura, aunque ha llevado a cabo alguna obra en yeso. Se inscribió en la Escuela de Bellas Artes de Madrid sin llegar apenas a frecuentarla; asistió, sin embargo, al Círculo durante tres o cuatro años. Desde 1951 hasta 1953 residió en París pintando y asistiendo a algunos cursos del Museo de Louvre. En el estudio contiguo estudiaba Narciso Yepes, al que retrata tocando la guitarra. Ha asistido a exposiciones colectivas en París, Roma, Madrid, Sevilla, Bilbao, Donostia-San Sebastián, Pintura Vasca, etc. Exposiciones individuales: Donostia-San Sebastián, 1962, Madrid, Galería Juana Mordo, 1965. Bilbao, Galerías Grises, 1965. Colegio de Spoleto (Italia), 1969. Tiene obras en el Museo de Arte abstracto de Cuenca. Tras una primera etapa cubistizante, pintura geometrizada de trazos decididos y colores robustos, su paleta se aclara dando paso a toda una vasta variedad de grises húmedos y temblorosos. Es el estudio de las playas el que le ocupa últimamente, desde hace muchos años. En especial la visión fugitiva de la arena al retirarse la ola, arrastrando parte del material, dejando pequeños pozos donde se refleja un cielo nublado de tonalidades rosáceas, amarillas o nacaradas. Sus elementos naturales son los grises, las tierras, las arenas y la niebla de la que se puede decir que conoce todos sus aspectos. Rehuye los verdes tipo pradera y las aguas rabiosamente azules. Sus paisajes predilectos se hallan en las rompientes del mar Cantábrico, una misteriosa bahía de La Concha de horizontes altos e indefinidos, aguas plateadas y revueltas, tierra brumosa... También le gusta Castilla en otoño, sus tonos ocres y desnudos, Navarra de montaña media, los rincones recoletos de paso de palomas. Ha ejecutado bastantes retratos, entre ellos los de cinco de sus seis hijos, y otros en su mayoría de encargo. Chillida es un hombre modesto y poco propicio a presentarse en público. Habla con sencillez y sin rodeos, sin enredarse en terminologías vacías. Habla poco de sí mismo y de sus motivaciones. No escribe ya que se expresa exclusivamente a través de la pintura. Le gusta Gris, Braque, Zurbarán, Goya, etc. No utiliza procedimientos fotográficos, pero le gusta la fotografía y saca fotos en blanco y negro, a veces, para utilizarlas como puntos de referencia. Ha hecho algunas litografías. Trabajando es concienzudo; pinta sólo con pincel y aguarrás, utiliza el dedo para equilibrar el color secando con trapo hasta obtener la gradación buscada. Calcula por medio de un espejo viejo. En cuanto al estilo puede decirse que Chillida es un pintor siempre figurativo, aunque bordeando lo abstracto. Sus lienzos y tablas representan algo concreto, un trozo de playa, un girón de niebla, la tierra, desprovistos de todo perfil anecdótico.
Idoia ESTORNÉS ZUBIZARRETA
Gonzalo Chillida falleció en Donostia-San Sebastián el 5 de julio de 2008
Idoia ESTORNÉS ZUBIZARRETA
Gonzalo Chillida falleció en Donostia-San Sebastián el 5 de julio de 2008