Literatos

Chiapuso Hualde, Manuel

Tras el final de la Gran Guerra, Chiapuso se trasladó a París, donde estudió en la Universidad de la Sorbona (1949-1950), completando la formación universitaria a la que siempre aspiró, y dedicándose luego a impartir clases de lenguas y literatura. Durante varios años, disminuye su acción militante, sin duda absorbido por la actividad intelectual, pues su aspiración hubiera sido dedicarse por entero a escribir novelas. Pero sus ideas anarquistas no habían declinado y en la década de los años setenta del siglo XX volvió a realizar tareas militantes de su causa. En los últimos años del franquismo viajó repetidas veces de manera clandestina al interior del país, para coordinar la acción de sus compañeros de Gipuzkoa y Álava. Siguió interesado por las cuestiones libertarias, sobre todo como conferenciante y escritor. Tras la muerte de Franco inició una gran actividad como articulista en muchas publicaciones, como Askatasuna (Bilbao), CNT, o Polémica, como ya lo había hecho antes en otras publicaciones, como Tiempos Nuevos de Toulouse (1945). En todas estas publicaciones hizo una aportación histórica de primer orden, sobre el papel del anarquismo en la vida social y política del primer tercio del siglo XX, fundamental en el País Vasco. Pronto, recogería todas esas aportaciones ampliadas en diversos ensayos, publicados en el periodo de la Transición política. Además de los libros aquí referidos, colaboró en Un siglo de anarcosindicalismo en Euskadi (1990), publicado por CNT vasca.

Chiapuso pasó los últimos años de su vida, junto con su compañera María, también militante de la CNT, en su casa de Biarritz, dedicado al estudio y a la escritura. Desde allí, se relacionó con militantes vascos del interior, para incentivar la recreación del sindicato anarquista en Gipuzkoa. En ocasiones se desplazaba con su compañero Martínez, capitán del Ejército Republicano del Aire, apodado "El Taxista", a diversos puntos de Gipuzkoa y Bizkaia. Cuando su salud se lo permitía, acudían juntos a los actos del Primero de Mayo, o visitaban compañeros y familiares, pues su hermano vivía en San Sebastián. En una de estas visitas, Chiapuso y Martínez sufrieron un accidente de tráfico en noviembre de 1997, por lo que el primero fue ingresado en el Hospital de Cruces, en Baracaldo. Ahí falleció a los pocos días, el 29 de noviembre, al complicarse el trauma del accidente con una neumonía. Dos años después, falleció su camarada y amigo Martínez.