Pintores

Cerrajería García, Iñaki (versión de 2004)

Artista de espíritu polifacético, nace en Vitoria el 29 de julio de 1957. Es conocido especialmente por sus labores como pintor, dibujante e ilustrador. Ha realizado también diferentes decorados y escenografías, además de cultivar la fotografía y los medios audiovisuales. Cursa estudios en la Facultad de Bellas Artes de Sevilla y de Bilbao. Participa en la fundación de la Asociación Alavesa de Artistas a principios de los ochenta y ejerce la docencia en la Escuela de Artes y Oficios de su ciudad natal durante cuatro años.

Toda su trayectoria, hasta la actualidad, es un hábil ejercicio de armonía entre variadas inquietudes plásticas. Diferencia con propiedad las técnicas, los procedimientos, los medios y los recursos expresivos de cada una de las disciplinas con las que trabaja. Su primera aparición en solitario coincide con la inauguración de la I Feria Internacional de Arte Contemporáneo de Bilbao, Arteder-81. Es uno de los jóvenes creadores que disfruta de la ayuda económica aportada por el Gobierno Vasco para promocionar a la clase artística emergente.

Exposiciones individuales

Las muestras individuales de Cerrajería, que se suceden lógicamente con los años, tendrán por objeto mantener unas comparecencias públicas marcadas por el rigor, la seriedad y la reflexión. Únicamente expondrá sus piezas cuando éstas dispongan de una unidad temática y estilística, y de unos fundamentos conceptuales coherentes para ser contempladas tanto individualmente como en conjunto. Son exposiciones monográficas que nacen a partir del compromiso personal adquirido con la obra misma, con el propio proceso de pintar, lejos de las obligaciones sociales y de las programaciones culturales mercantilistas.

Se plantea entonces su trayectoria artística como una experiencia o una aventura que nunca tiene límites, de modo que las exposiciones temporales obedecen dinámicamente a las inquietudes creativas que más le preocupan en esos momentos. Así, cada exhibición individual se convierte en portadora de un lenguaje propio, en hitos o jalones evolutivos de expresiones concretas, pero todo ello dentro de un discurso específico mantenido en el tiempo con regularidad. Son las suyas, por tanto, unas intervenciones públicas muy bien acotadas, que conservan su independencia, delimitando más que cerrando las series o ciclos pictóricos.

De este modo, la presencia de nuevos contenidos se detecta en las siguientes muestras particulares del pintor: en 1984, en la Galería Sicomoro de Miranda de Ebro; en 1985, en la Galería Windsor de Bilbao y Sala Luis de Ajuria, de Vitoria-Gasteiz; en 1990, en la Galería Trayecto de Vitoria; en 1991, en el Museo San Telmo de San Sebastián; en 1993, otra vez en la Galería Trayecto; en 1994, en la Casa de Cultura de Basauri y en Arteclío de Pamplona; en 1996, en la Sala Amárica de la capital alavesa y en la Galería Pilar Barrio y Valle Quintana de Madrid; en 1998 repite comparecencia en Trayecto, en compañía del artista local Juan Carlos Meana; en 1999, en la Galería Diario Vasco de San Sebastián, y en 2000, en la Galería Vanguardia de Bilbao.

Participaciones colectivas

De sus abundantes exposiciones de carácter colectivo, entre otras, destacamos las enunciadas a continuación. En 1983 figura en Autorretratos, itinerante por Bilbao, San Sebastián, Vitoria y Pamplona, y en el homenaje póstumo que la galería bilbaína Ederti dedica al pintor riojano-alavés Alberto González, fallecido en accidente de tráfico a inicios de año. Su obra es seleccionada y expuesta en los Gure Artea de 1984 y 1986, así como en las colectivas Coordenada (Sala San Prudencio de Vitoria-Gasteiz, 1985), Artistas Alaveses (Ayuntamiento de Baracaldo, 1985), Sin título, (Palacio de Sástago de Zaragoza y Aula de Cultura de Bilbao, 1985), La generación de los 80. Pintura del Museo de Bellas Artes de Álava (Museo San Telmo de San Sebastián, 1987) y Araba Gaztea-Álava Joven I, (Andorra, Vitoria, Pamplona, San Sebastián y Zaragoza, 1987-1988). En mayo de 1989 participa en Orman, muestra que inaugura la Sala Amárica de Vitoria-Gasteiz.

En 1990 colabora en la colectiva Objetivo-Subjetivo, en el Canal de Isabel II de Madrid, repitiendo nuevas comparecencias capitalinas en la Feria Internacional de Arco a lo largo de la década: en 1992, 1994 (monográfica de su obra) y 1998 con el stand de la galería vitoriana Trayecto. En la edición de 1994 hace presencia también con una selección de fondos del Museo de Bellas Artes de Álava. También de ese año es su selección en la II Anual Amárica, con adquisición de obra para el Museo Provincial.

Asimismo, de nuevo con Trayecto, su obra se exhibe en la Feria de Basilea en los años 1995 y 1996. Vuelve a participar con la misma galería vitoriana en el III Foro Atlántico de Arte Contemporáneo, que se celebra en Santiago de Compostela en 1997. Antes de terminar aquel año, en octubre, es uno de los artistas alaveses seleccionados para la inauguración del Centro Cultural Montehermoso del Ayuntamiento vitoriano. Y en la muestra que conmemora el centenario del Athletic Club de Bilbao en la Sala Rekalde en 1998.

Obra artística

Descuella en los años ochenta con una pintura que versa en torno a la representación de seres humanos y animales -caballos-, y detalles ambientales, plasmados con trazo ágil y nervioso. Seres, elementos y objetos distorsionados o ligeramente emborronados en su constitución figurativa, claramente dibujística, por una pincelada suelta e imprecisa: en movimiento. En la factura de estas obras hay una remisión inmediata a un cierto formalismo neo-expresionista con débitos irónicos y recursos próximos a la caricatura y la ilustración.

El diseño de enfoques originales y la preocupación por la visión de perspectivas inestables, con un uso estudiado de los escorzos, confieren a sus composiciones un fuerte dinamismo sobre el plano pictórico. También resultó muy ponderada en esta época las interpretaciones que elaboró de varios estudios o ateliers de artistas amigos. Tras estas series hay un cambio sustancial. En su exposición individual en la Sala Vanguardia del Museo San Telmo, en octubre de 1991, recurre a la presencia repetida y seriada, a la par que variada, de animales -camaleones- y peces que deviene todo ello en un lenguaje simbolista. Es un trabajo casi abstracto, tal como comentó Juan Manuel Bonet, aunque la praxis aplicada fuera, en esencia, figurativa.

Con la serie Señuelo, mostrada por vez primera en la Galería Trayecto en mayo de 1993, Cerrajería juega en los soportes pictóricos, que modula en diferentes partes, con la ilusión y los efectos ópticos del paisaje natural: el cauce y las orillas de un río real o imaginario. Formas, colores, luces y ambientes que si bien tienen en origen un trasfondo naturalista, se truecan en imágenes plásticas eminentemente pictóricas, por tanto, subjetivas ante la contemplación del espectador.

Este interés manifiesto por la ortodoxia de la pintura, por el dominio de la forma, el color y la materia pictórica, alcanza un punto elevado en la muestra Un instante, acontecida en la Sala Amárica en junio de 1996. El placer de trabajar en series o por secuencias, potenciando el acto de pintar, se aprecia otra vez en la Galería Trayecto, en noviembre de 1998, cuando colorea espontáneamente sesenta piezas abstractas en finos cartones.

Así, en la obra de Cerrajería se va apreciando una meditada voluntad de evolución: desde el realismo irónico, expresivo y distorsionado de sus primeras telas, a la utilización de imágenes simbólicas a principios de los noventa, pasando después por sublimar aspectos de la naturaleza, tema del río, para ahondar más tarde en el proceso interno de la propia pintura. Un juego de ilusiones pictóricas entreveradas que se atisba en las obras colgadas en la Galería Diario Vasco de Donosti, en febrero de 1999. Asimismo, el papel determinante que desempeña la fotografía en sus trabajos, latente unas veces, más soterrado otras, se recupera en la exposición Taller de la Galería Vanguardia de Bilbao, en septiembre de 2000.

En la actividad plástica de este autor, se ha de analizar por separado su actividad de pintor de la de dibujante. En este sentido, no debe olvidarse su cometido como ilustrador y humorista gráfico primero en el diario Deia y posteriormente, desde mediados de los ochenta, en el periódico El Correo.

Santiago ARCEDIANO SALAZAR
Historiador de Arte Contemporáneo