Monarquía y Nobleza

Carlos II de Navarra el Malo

Carlos II amplía su clientela, 1363-1364. El mismo día del pacto Carlos recibió el homenaje del conde de Ribagorza y Denia, que juró cumplir el pacto en lo que a él le concernía: Item le comte de Denia jurará de consentiment del rey de Aragon, sobre el cors de nostre senior Jesucristi, tenir é fer tenir et complir, de son poder, todas las cosas de sus dictas, el renunciará á todas dispensaciones, haudes et por haber; et en cas que el rey de Aragon será de fallen en fer, et complir las cosas desus dictas, lo dit comte será de la part del rey de Nav. contra lo dit rey de Aragon. Para afianzar la lealtad de los que rodeaban al rey de Aragón, Carlos asignó a su secretario l00 florines anuales. Pero no se contentó con esto sólo; gascones, guipuzcoanos, ingleses, etc., ampliaron la clientela política carlina. Así fue cómo le prestaron homenaje el señor de Muxidan, Seguin de Mortaut, Menanton de Villeres, Menduc de Pauxader, Dalmán, vizconde de Rocabertin, Guillén de Azpalau, Juan de Murua, Pedro López de Urquiola y Miguel Ibáñez de Uzquiola, guipuzcoanos estos tres, que abandonaron su tierra para servir al rey de Navarra, 42 años apenas después de la batalla de Beotibar. Entre los ingleses que juzaron fidelidad a Carlos se hallaban Juan Karferval, Guillén Boatller y Norman Suinford. El 26 de febrero de 1364 es Arnalt Amanieu, Señor de Labrit y de Tartas, quien ajustaba un homenaje y pacto de ayuda mutua con el navarro.