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La OCDE prevé que las economías desarrolladas crezcan a una tasa próxima al 3% en 2010 como consecuencia de un notable impulso en el primer semestre y una ralentización posterior, que es de esperar se prolongue en 2011, para el que se espera un avance en torno al 2,5%. El crecimiento seguirá siendo más dinámico en Estados Unidos, que mantendrá una política fiscal expansiva y una política monetaria laxa. Por otro lado, el crecimiento será más moderado en Japón y en la Eurozona, donde se prevé una retirada de los estímulos fiscales. Mientras, los mercados financieros van volviendo lentamente a la normalidad a la vez que los precios de las materias primas se han orientado claramente al alza. Este moderado crecimiento de las economías avanzadas contrasta con el dinamismo de las emergentes, que presentan riesgos de sobrecalentamiento.

La economía estadounidense mejora sus perspectivas de crecimiento con un avance esperado para 2011 del 2,9% frente al 2,8% previsto para 2010, si bien se mantendrán elevadas las tasas de endeudamiento y desempleo. Esta mejoría se explica por unos indicadores de consumo e inversión mejores de lo esperado, así como por el mantenimiento de políticas fiscales y monetarias expansivas. Por sectores, la actividad se mantiene firme en el manufacturero, especialmente el automotriz, mientras que continúa débil el inmobiliario, tanto residencial como comercial.

El informe de previsiones de otoño de 2010 de la Comisión Europea constata una mejoría del ritmo de recuperación de la eurozona previéndose un crecimiento para el conjunto del área del 1,7% en 2010 y del 1,6% en 2011. Destaca la mejoría de la inversión privada por el impulso del sector exportador y en menor medida del consumo privado. Por países, Alemania y algunos pequeños países con vocación exportadora lideran la recuperación frente a un mayor retardo de las economías periféricas. En particular la Comisión prevé un crecimiento del 3,7% para la economía alemana en 2010, que se moderaría hasta el 2% en 2011. Mientras, las economías de España, Grecia e Irlanda continuarían contrayéndose en 2010, para registrar avances de en torno al 0,5% en 2011, siendo Grecia la única economía que registre un descenso interanual del PIB en 2011.

En lo que respecta a las finanzas públicas, aproximadamente la mitad de los países de la eurozona presentarán cifras de déficit en 2010 inferiores a las de 2009 y se espera que todas ellas reduzcan el déficit en 2011, de modo que para el conjunto del área éste se situaría en el 4% del PIB en 2012, con un mayor énfasis en la reducción de gastos que en las subidas de impuestos. Pese a ello, la ratio de deuda pública en porcentaje del PIB continuará una senda ascendente al menos hasta 2012, cuando se situaría en torno al 88% para la media de la Eurozona, y por encima del 100% en cuatro países (Grecia, Italia, Irlanda y Bélgica). En este contexto, la crisis de la deuda soberana sufre un recrudecimiento en octubre de 2010 obligando a Irlanda a aceptar un plan de rescate, extendiéndose la presión a los bonos griegos (cuya economía es intervenida en mayo de 2010), portugueses, españoles e incluso belgas e italianos. De esta forma, el diferencial con respecto a la deuda alemana de estos países se ha visto disparado a niveles máximos desde la creación del euro. Por otro lado, la decisión de varias agencias de calificación internacional de revisar a la baja o de poner en revisión negativa los ratings de la deuda pública de Grecia, Portugal, España e Irlanda refleja el hecho de que el problema de la deuda no va a resolverse en un corto plazo. De acuerdo con esta constatación, el Consejo Europeo de diciembre ha dado luz verde a la creación de un Mecanismo de Estabilidad Financiera, que convertirá en permanente a partir de 2013 la actual Facilidad Europea de Estabilización Financiera, creada en mayo de 2010 para proporcionar apoyo financiero a los países que experimenten perturbaciones económicas o financieras graves.

La economía española registró un crecimiento intertrimestral nulo en el tercer trimestre de 2010, tres décimas menos que en el periodo precedente, mientras que el avance interanual se tornó positivo (0,2%), por primera vez desde el primer trimestre de 2008. La demanda nacional intensificó su contribución negativa al crecimiento en este periodo (de -0,3% a -0,8%), mientras que la demanda externa mejoró en siete décimas su aportación positiva al PIB trimestral (hasta 1 p.p.). Aunque no con la intensidad del tercer trimestre, la demanda interna volverá a recaer en el cuarto trimestre de 2010, a la luz de los indicadores más recientes, fundamentalmente por la contracción del consumo público y la inversión. La recuperación seguirá siendo lenta en el ejercicio de 2011, ante las difíciles condiciones financieras y el impacto de la austeridad fiscal sobre la demanda interna, con un crecimiento del orden de dos décimas en los dos primeros trimestres del 2011 y de cuatro décimas en los dos últimos. Así, para el conjunto del año 2011 se prevé que la economía crezca un 0,8%, tras contraerse dos décimas en 2010. Por otra parte, recientemente en el mes de febrero de 2011 se ha alcanzado un acuerdo entre el Gobierno y los interlocutores sociales en relación a las pensiones y se han anunciado las bases de reestructuración del sector de Cajas de Ahorro.

Respecto a la actividad económica en Euskadi, el crecimiento del PIB en el 2010 se estima en torno al 0,3%, situándose la tasa de paro de diciembre en el 10,9%, aproximadamente el 50% de la del Estado (20,33%). En cuanto a las previsiones de cara al año 2011, se espera que la economía vasca continúe el proceso de recuperación, si bien seguirá siendo débil con un crecimiento medio del 1,5% para el conjunto del año. Esta previsión indica que la pérdida de empleo se ha terminado y que a lo largo de 2011 se crearán cerca de 5.000 puestos de trabajo netos, que permitirán un ligero descenso de la tasa de paro.

En materia de política monetaria, la reunión del BCE del 2 de diciembre de 2010 resultó efectiva para calmar a los mercados en el corto plazo. El BCE mantuvo los tipos en el 1%, tal y como se esperaba, y confirmó el alargamiento de las medidas extraordinarias de liquidez. Por el contrario, no se formalizó, como esperaban los mercados, un programa de relajación monetaria. Lo que sí hizo el BCE es aumentar el volumen de compra de bonos, con especial incidencia en la deuda de Irlanda y Grecia. En su reunión de diciembre de 2010, la Fed no introdujo cambios en su tipo de intervención, que continúa en el 0-0,25%, ni en su programa de compra de títulos. Destaca en su comunicado la preocupación por el escenario de crecimiento, y la debilidad del empleo, mientras que mantienen estables las perspectivas de inflación. Todo ello indica que la Fed continuará desarrollando el plan de expansión monetaria aprobado en noviembre de 2010, al ritmo previsto, y que mantendrá su tipo de intervención sin cambios en 2011.

Los mercados bursátiles no fueron ajenos a las tensiones en el mercado de deuda soberana, cerrando el año 2010 con cotizaciones a la baja en la mayoría de las plazas europeas, pero especialmente en la española, donde el Ibex-35 presentaba una rentabilidad acumulada del -17,43%, volviendo a perder el nivel 10.000. El Eurostoxx 50 cerró con una pérdida acumulada del 5,85 %, mientras que en el Dow Jones, obtiene una rentabilidad positiva anual del 11%. De cara al año 2011 la renta variable parece encararse nuevamente a un ciclo de moderada bonanza, marcada por la mejora de la actividad económica, el incremento de los márgenes empresariales y la adopción por parte de los inversores particulares de estrategias de inversión con un mayor sesgo hacia la renta variable.

La volatilidad se refleja también en los mercados de divisas, donde el euro se ve afectado por los vaivenes de la crisis de la deuda soberana. En particular, el euro se depreció en noviembre de 2010 en un 7% frente al dólar, y de forma similar con el resto de divisas. En la primera quincena de diciembre de 2010 se invierte esta tendencia, sin superar la resistencia del 1,35 y sin dibujar una tendencia claramente definida en el resto del mes. En los mercados de materias primas se mantiene la tendencia alcista, tanto del oro como del petróleo que se situaba en 85$/barril en el promedio del mes de diciembre de 2010.