Compositor navarro, nació en San Martín de Unx en 1845 y murió en Madrid el 8 de abril de 1905.
Recibió aleccionamientos de Felipe Gorriti, famoso organista de la catedral de Tafalla, y en Madrid completó su carrera musical en el Conservatorio, donde, en los concursos de los años 1868 y 1869, obtuvo los primeros premios de piano y composición.
Llevó vida activa, se dedicó a la enseñanza y a la composición escribiendo ininterrumpidamente producciones para piano, órgano, orquesta, coros, páginas religiosas, numerosas zarzuelas y una ópera.
Su producción zarzuelística -unas doce obras- la realizó y sometió al público de 1888 a 1901. La inicia La cruz blanca, en un acto, libro de Perrín y Palacios, que se estrenó en el Príncipe Alfonso, de Madrid, el 4 de agosto de 1888, y la termina Las parrandas, en tres actos, librero de Flores García y Gabriel Briones, dada a conocer en el teatro Parish el 11 de marzo de 1901. Entre las zarzuelas que enmarcaron las dos nombradas se halla La buena sombra, texto de los hermanos Alvarez Quintero. Deparó a Apolinar Brull éxito y elogios de la crítica, como asimismo El cabo baqueta y El Angel guardián, en colaboración con los compositores Magiagalli y Nieto.
Obra importante de Brull es su ópera Guldnara, en un acto, letra de José Estremera. Tuvo su estreno en Apolo el 4 de mayo de 1884; se basa en una leyenda árabe, por lo que la partitura es carácter morisco; está armonizada correcta y cuidadosamente, con cambios de tono y modulaciones que mantienen siempre creciente el interés musical; todo ello descubre la maestría del autor. «Guldnara» se estrenó cinco veces.
En el género sinfónico Brull compuso una Polca que tocó en primera audición la Orquesta de la Sociedad Artístico Musical en 1881; la repitió la Sociedad de Conciertos al año siguiente y en 1905. La ha ejecutado con frecuencia la Banda Municipal madrileña.
Las páginas corales de Apolinar Brull engrosan los repertorios de los Orfeones nacionales; una es Mar adentro y otra una Jota navarra, con la que rindió emocionado recuerdo a la región en que nació.
Ángel SAGARDIA
Recibió aleccionamientos de Felipe Gorriti, famoso organista de la catedral de Tafalla, y en Madrid completó su carrera musical en el Conservatorio, donde, en los concursos de los años 1868 y 1869, obtuvo los primeros premios de piano y composición.
Llevó vida activa, se dedicó a la enseñanza y a la composición escribiendo ininterrumpidamente producciones para piano, órgano, orquesta, coros, páginas religiosas, numerosas zarzuelas y una ópera.
Su producción zarzuelística -unas doce obras- la realizó y sometió al público de 1888 a 1901. La inicia La cruz blanca, en un acto, libro de Perrín y Palacios, que se estrenó en el Príncipe Alfonso, de Madrid, el 4 de agosto de 1888, y la termina Las parrandas, en tres actos, librero de Flores García y Gabriel Briones, dada a conocer en el teatro Parish el 11 de marzo de 1901. Entre las zarzuelas que enmarcaron las dos nombradas se halla La buena sombra, texto de los hermanos Alvarez Quintero. Deparó a Apolinar Brull éxito y elogios de la crítica, como asimismo El cabo baqueta y El Angel guardián, en colaboración con los compositores Magiagalli y Nieto.
Obra importante de Brull es su ópera Guldnara, en un acto, letra de José Estremera. Tuvo su estreno en Apolo el 4 de mayo de 1884; se basa en una leyenda árabe, por lo que la partitura es carácter morisco; está armonizada correcta y cuidadosamente, con cambios de tono y modulaciones que mantienen siempre creciente el interés musical; todo ello descubre la maestría del autor. «Guldnara» se estrenó cinco veces.
En el género sinfónico Brull compuso una Polca que tocó en primera audición la Orquesta de la Sociedad Artístico Musical en 1881; la repitió la Sociedad de Conciertos al año siguiente y en 1905. La ha ejecutado con frecuencia la Banda Municipal madrileña.
Las páginas corales de Apolinar Brull engrosan los repertorios de los Orfeones nacionales; una es Mar adentro y otra una Jota navarra, con la que rindió emocionado recuerdo a la región en que nació.
Ángel SAGARDIA