Situado en alto, centrado por la iglesia, el pueblo de Azparren está formado por unas pocas casas entre las que llaman la atención dos que aún conservan elementos del siglo XVI. En una de ellas se aprecia un arco apuntado de entrada y una ventana geminada y en la otra un arco apuntado con escudo con cruz de Santiago con veneras y que se fecha ya en 1653. El resto de viviendas repiten estructuras y formas típicas de la arquitectura popular.
La iglesia parroquial dedicada a San Martín fue construida en el siglo XIII, fecha de la que queda su espacio y tres arcos fajones apuntados, con importantes transformaciones en el XVI, sobre todo en la cubierta. Ya a mediados del siglo XIX sufre otra importante reforma. Mantiene una estructura de planta rectangular con cuatro tramos y cabecera recta, cubiertas por bóvedas de crucería que apoyan en ménsulas semicirculares realizadas en el siglo XVI y separadas por arcos fajones apuntados de sillar que apoyan en ménsulas bilobuladas de época medieval. El coro, situado a los pies, es de obra y a la sacristía, junto a la cabecera, se ingresa por una puerta adintelada de piedra.
Al exterior la iglesia tiene la apariencia de un pequeño bloque de sillarejo con tres contrafuertes reforzando los muros, parte del Evangelio queda tapado por un pórtico moderno con tres arcadas, tras el que se abre la puerta de arco de medio punto doblado sobre imposta lisa y pies derechos construida en el siglo XIII. A los pies se levanta una torre maciza hasta la altura del tejado donde se abre un cuerpo de vanos de medio punto para albergar las campanas.
Dentro de la iglesia destaca la reja que cierra el sotocoro similar a la de la parroquia de Oroz Betelu.
La pila bautismal, también en el sotocoro, es de estilo románico y data del siglo XIII. Su pedestal cuadrado da paso a un fuste cilíndrico con bolas y bocel superior. Su taza es semiesférica con una hilera de bolas en el extremo inferior, separadas por cuatro molduras verticales.
En cuanto a las tallas que se conservan en la iglesia, además de las tallas modernas de la Inmaculada, San Martín y San José en el Presbiterio, en la sacristía se encuentran una talla de San Martín de estilo barroco popular realizado en el siglo XVIII y un Crucificado (45 x 35) del siglo XIX.
La sacristía acoge también varias piezas de orfebrería: dos cálices. De uno de ellos queda únicamente el nudo del mismo siglo que el otro cáliz, siglo XVI, que está acoplado a una base circular y a un astil cilíndrico de otra procedencia. El otro cáliz perteneciente al primer tercio del siglo XVI sigue todavía esquemas góticos. En la base hay grabada una cruz y en el reverso de la misma la marca de Pamplona en caracteres góticos. Su estructura la repite también un copón de plata. Es pieza de mucho interés una Cruz Procesional (69 x 49) de plata, fechada en el segundo cuarto del siglo XVI y que sigue también modelos góticos en cuanto a su estructura, aunque en cuanto a su decoración ya es renacentista con temas vegetales "a candelieri". Esta cruz lleva la marca del platero Luis Suescun, LUIS, surmontado por un león. Este platero realiza los relieves de los brazos y el nudo que repite modelos realizados por él mismo en la cruz de Izcue, fechada en el segundo tercio del siglo XVI.
En el Museo de Roncesvalles se guardan varias tallas procedentes de esta iglesia: una Virgen sedente con el Niño del siglo XIII, una talla mariana del siglo XVI tardorromanista, Nuestra Señora del Rosario del siglo XVII de estilo barroco popular y un San Miguel del siglo XVI.
Carmina RIUS SALETA
Idoia ESTORNÉS ZUBIZARRETA