Léxico

NEVERA

Tecnología. La nevera es una construcción estable destinada a trasformar la nieve en hielo y conservarlo. Su construcción es muy simple y se reduce fundamentalmente a un pozo excavado en el suelo, a veces recubierto de piedra, y exteriormente señalable con alguna edificación en forma cupular, ovoide o cónica generalmente, donde se encuentra la puerta de acceso al interior de la nevera. Los materiales típicos de estas construcciones son: piedra caliza o arenisca, el ladrillo y la estructura de madera para la cubierta y tejas. Los pozos eran de planta circular o cuadrada. Durante el verano y el otoño se recogía hierba u hojas secas que se almacenaban en la plataforma situada encima del pozo. Después se echaba en el fondo una capa de esta masa que hacía de esponja para la licuación. En su interior se almacenaba nieve y, a veces, hielo, si se trataba de lugares donde no nevaba lo suficiente, pero helaba. El hielo se recogía partiéndolo en bloques de unos estanques de muy poco fondo construidos a propósito junto a la nevera, o del río cuando éste se helaba. La nieve se recogía de los alrededores, tejados, etc., llevándosela en bolas, lo que facilitaba el trabajo, o se traía de los montes y sierras mediante caballerías o haciéndola rodar pendiente abajo, también transportándolas sobre narrias. La nieve se colocaba dentro de la nevera prensada con los pies alternando entre capas de paja, esparto, etc., para su mejor conservación; a veces en el fondo del pozo se ponía una capa de sarmientos. Una vez almacenada y a efectos de consumo, las caballerías la llevaba en odres hasta su destino. Los odres muy fríos, se separaban de la panza del mulo con una piel de cabra, para que éste no se enfriase. En las situadas en lugares bajos o de fácil acceso, el transporte se hacía en carros tirados por bueyes o por caballos. La nieve iba en bloques, que eran cortados con barras e izados por el torno, y después, en los carros, iban hasta su destino. El transporte solía hacerse por la noche, ya que su utilización crecía en verano, y de esta forma se evitaba que se derritiese. El área de su consumo dependía de muchas circunstancias, tales como la de su capacidad, su situación jurídica (particular o a remate), etc... Por ello, mientras algunas neveras sólo producían para el consumo del ayuntamiento que lo sacaba a remate, otras podían comerciar con otros ayuntamientos. El uso de esta masa hidráulica fue no sólo para la obtención de agua, escasa en verano, sino también para la elaboración de sorbetes, limonadas y "garapiñados" (vino azucarado), y el enfriamiento de alimentos en general; asimismo se empleaba en el campo médico