Compositores

Iribarren Echeverría, Juan Francés de

Compositor, organista y maestro de capilla navarro, considerado como uno de los músicos primordiales del Barroco español. Nació en Sangüesa, localidad en la que fue bautizado el 24 de marzo de 1699. Murió en Málaga el 21 de septiembre de 1767.

No se tienen datos de sus inicios en la música, aunque es probable que las primeras lecciones de órgano las recibiera en su localidad natal.

A los catorce o quince años se trasladó a vivir a Madrid y con 18 se presentó a la plaza de organista en la iglesia de Salamanca, que entonces contaba con varios órganos en sus dos templos catedralicios prebenda en la que compuso sus primeras partituras.

Tomó posesión del cargo en 1717 y su trabajo no se limitó a interpretar el órgano, sino a sustituir al maestro de capilla Micieces, por entonces muy anciano, en sus tareas de compositor. Aunque su producción debió de ser abundante, sólo se conservan 18 obras de esta época. Durante los dieciséis años que ejerció en Salamanca profundizó sus estudios en Madrid con José de Torres, que ejercía de maestro en la Capilla Real.

En 1732 optó a la plaza de maestro de capilla de la catedral de Málaga y tomó posesión del cargo al año siguiente. Obtiene el segundo puesto en la oposición pero ocupa el puesto por muerte del ganador Manuel Martínez Delgado. En esta ciudad permaneció durante 34 años. En 1733 fue ordenado sacerdote en Salamanca. En 1741 acepta la plaza de maestro de capilla de la catedral de Valladolid pero habiéndole aumentado su dotación en Málaga en cien ducados le retuvieron en su puesto. Desarrolló en Málaga una labor ingente: creó el archivo de música (1737), reunió en la capilla a una treintena de músicos con los que formó un conjunto barroco que intervenía no sólo en la catedral sino en otros centros religiosos de la ciudad. También compuso abundantes obras en latín y romance y donó toda su producción a la catedral.

Por problemas de salud, en enero de 1761 se le relevó de las "semanerías de Evangelio y Cetro". Unos meses antes de morir otorgó dos poderes en la misma escribanía en la que hizo testamento: el primero concedía a su hermano Juan, la autoridad de administrar todo su patrimonio después de su muerte; el segundo es de renuncia a ciertos privilegios que aún mantenía en las parroquias unidas de Santiago y San Salvador de Sangüesa. Tras su legado a la catedral de Málaga, hoy en día la mayor parte de su producción se sigue conservando en su archivo: 877 obras, 360 de ellas en latín y 517 en romance. Otras 27 se hallan dispersas en otros archivos -Guadalupe (Cáceres), Silos, Madrid, Capilla Real, catedral de Granada, Osuna (Sevilla), Córdoba, Las Palmas de Gran Canaria y Guatemala capital-. Si algún día se encuentran los manuscritos, de los que hay constancia existieron, la producción total de Francés de Iribarren ascendería a 975. En su inmensa mayoría son obras vocal-instrumentales. Sólo dejó cuatro instrumentales, que son oberturas o piezas intercaladas en sus villancicos. El autor compuso ininterrumpidamente desde 1733 hasta 1760. A partir de este año y hasta su muerte, ocurrida en 1760, sólo aparecen fechadas 28 obras. Francés de Iribarren es el prototipo de compositor barroco tardío, con influencias italianas pero sin abandonar la tradición eclesiástica basada en el Siglo de Oro español. Abarcó una gran variedad de estilos. En sus primeros años abundan los recursos polifónicos propios de la estética barroca. Posteriormente eligió una mayor simplicidad, más acordes con el estilo denominado "galante", anterior al clasicismo. Incorporó las técnicas más depuradas y novedosas del "estilo moderno" y melódicamente se aprecia un refinamiento poco usual entre sus coetáneos. Una característica propia, que se da en muy pocos compositores contemporáneos suyos, es la utilización de varias voces para los recitativos y arias. Según Ansorena se le considera como uno de los mejores compositores de cantatas de su tiempo tanto por su originalidad, perfección y número ya que alcanzó a más de quinientas. En sus obras polifónicas no se siente atraído por la policoralidad, al menos en el mismo grado que sus coetáneos. Es evidente su deseo de sustraerse a la decadencia de la música religiosa de su tiempo y al influjo italiano que triunfaba en la península. Se le considera como una de las principales figuras de la música europea del siglo XVIII.

CRG

Los bajos, cosa inusual en el Barroco español, son muy detallados, hasta el punto de que constituyen un documento sobre la práctica musical de la época. Algunos instrumentos que no disfrutaban de larga tradición en las catedrales españolas, como el violín o el oboe, aparecen con todas sus posibilidades en su obra. Fue también excelente compositor de sonatas a solo.

KSE