Políticos y Cargos Públicos

Aviraneta e Ibargoyen, Eugenio

Político y hábil conspirador de origen vasco nacido en Madrid el 13 de noviembre de 1792.

Su nombre completo era Eugenio de Aviraneta e Ibargoyen Echegaray y Alzate. Pasó bastantes años de su infancia en Irún, de donde era su madre y donde aprendió a hablar euskera y francés. Su padre era de Bergara. De muy joven luchó en las guerrillas contra Napoleón al lado del famoso cura Merino. Ya desde estos primeros años ingresó en la masonería, llegando incluso a fundar una sociedad secreta en Irún. A los 28 años -julio de 1820- se presentó como voluntario ante el jefe político de Burgos para reprimir la sublevación antigubernamental de la sierra de Burgos. Lucha contra el cura Merino. Tres años después -el 13 de junio de 1823- fue nombrado capitán de caballería, y, más tarde, fue comisionado por el Empecinado para informar al gobierno sobre la situación del ejército de Extremadura y Castilla.

Al sobrevenir la invasión francesa de los "Cien mil hijos de San Luis" (7 de abril de 1823) tuvo que huir de España refugiándose en el norte de Africa. Según Baroja, de allí pasaría a Grecia donde conoció a Byron y finalmente a Francia. Después se le ve en América como secretario político y de gobierno de la división de vanguardia del ejército de operaciones de México (1829). A la muerte de Fernando VII toma parte en un complot contra Cea Bermúdez, presidente del primer gobierno de la Regencia de Mª Cristina formado en 1833. Fue encarcelado el 10 de enero de 1834 disponiéndose su traslado a Galicia y de allí a Africa pero se fugó en Valladolid y se refugió en pleno Madrid donde constituyó la sociedad secreta "Isabelinos", cuyo objetivo era derrocar al gobierno de Martínez de la Rosa. Fue descubierto y encarcelado.

En la cárcel desentrañó un complot urdido entre prisioneros carlistas y el director de la cárcel. También allí conspiró y preparó la insurrección de la milicia nacional. El 16 de agosto de 1834 fue puesto en libertad por ésta pero tuvo que fugarse de Madrid el 20 de agosto al ser puesta a precio su cabeza (200 onzas). En 1836 recae sobre él el cargo de ministro de la hacienda militar de la división de operaciones en la provincia de Cádiz. Por entonces arde el País Vasco en plena guerra carlista. El 4 de junio de 1837 recibe una comisión del ministro de gobernación para que desde Baiona averiguase los planes existentes en el campo carlista, regresando a Madrid el 5 de agosto con un arsenal de planes a cada cual más audaz. Algo más tarde vuelve al norte, ha recibido una nueva comisión del ministro de gobernación, D. Pío Pita Pizarro, con el mismo objeto del año anterior pero, esta vez, con el plan concreto de apoderarse de D. Carlos. El 20 de diciembre salía Aviraneta y el 5 de enero de 1839 llegaba a Baiona. Poco faltó para que lograra su intento con el apoyo de la compañía del 2.º batallón de Gipuzkoa mandada por D. José Zabala que se hallaba en Tolosa, residencia por entonces de D. Carlos. Pero fue relevado.

En el segundo intento debía de intervenir el sargento de txapelgorris D. Ramón Elorrio. Pero esta vez fue D. Carlos el que abandonó la escena (Azkoitia) y el golpe de mano volvió a fracasar. Contó Aviraneta en esta ocasión con el apoyo de Muñagorri el fuerista y con el del comodoro inglés Lord Johon Hay, amigo del primero, además de otras personalidades. Sin embargo O'Donnell no quiso dar el suyo al plan. Así fue como este segundo intentó, que de salir bien hubiera torcido el rumbo de la guerra, fracasó. Ramón Oyarzun nos aclara algo a este respecto al referirse a los planes de Aviraneta:

"Su plan contenía dos finalidades capitales; una, sembrar la división entre los voluntarios carlistas vasconavarros y los castellanos, creando entre ellos el recelo y la desconfianza y un sentimiento de incompatibilidad que cien años más tarde había de florecer en lamentable separatismo; otra, apoderarse de D. Carlos y de su primogénito".

Meses después Aviraneta fue el principal artífice del Convenio de Vergara (31 de agosto 1839). Por medio de diversas intrigas logró hacer fracasar el empréstito que dificultosamente gestionaba D. Carlos con las casas Tastet y Francessenne. El 8 de enero de 1840 Aviraneta pasa a la Cataluña francesa para dividir la facción del Conde de España y Cabrera. Después del Convenio de Vergara puede decirse que contó con el odio tanto de carlistas como de esparteristas. En enero de 1840 es detenido cuando se dirigía nuevamente a Cataluña. A la subida de Espartero -regencia de Espartero: 1841-1843- tiene que quedarse en Francia de donde es expulsado en 1841 con pasaporte para Ginebra hasta el año 1843 en el que vuelve a Madrid. En 1847 es deportado a Alicante a raíz de una algarada callejera en la que se vio envuelto. En 1851, a los 59 años de edad, es nombrado intendente militar de 2.ª clase.

Sin embargo, en la revolución de 1854 es apresado y metido en un calabozo. Después de este incidente pasó a residir a San Sebastián durante un tiempo hasta volver finalmente a Madrid. Su intensa vida aventurera también le dejó tiempo para escribir diversos libros y folletos tales como: Lo que debería ser el Estatuto Real; Memoria dirigida al gobierno español sobre los planes y operaciones puestos en ejecución para aniquilar la rebelión en las Provincias del Norte (1841); Vindicación de E. Aviraneta y observaciones sobre la guerra civil de España (1838); Mis memorias íntimas. 1825-1829 (1906). En 1852 contrajo matrimonio con la cantante francesa Josefina de Esperamons. Murió el 8 de febrero de 1872, año de la tercera guerra carlista, a los 80 años de edad. La biografía de este fascinante personaje ha sido relatada por D. Pío Baroja en su Aviraneta o la vida de un conspirador; Aviraneta era tío segundo de la madre de Baroja.