Cinematográficas

Bwana

Coproducción de 1996 entre las productoras Aurum S.A., Cartel S. A., y Origen P.C. La dirección del proyecto corrió a cargo de Imanol Uribe y el guión fue escrito por Imanol Uribe, Juan Potau y Paco Pino. El guión se basó en la obra teatral de Ignacio del Moral La mirada del hombre oscuro.

El tema de la película, tal y como hiciera unos pocos años antes su compañero en el cine vasco de los ochenta Montxo Armendáriz con Las cartas de Alou (1990), se centraba en el racismo contra los emigrantes en la España contemporánea. La diferencia entre ambas obras es evidente. Armendáriz enfocaba su película con un pudor extremo ante el riesgo de caer en tópicos fáciles y una violencia gratuita. Por eso prescindía de la violencia física, por obvia, y se aproximaba a aspectos más íntimos del rechazo al emigrante. La mirada de Uribe es totalmente distinta.

La trama del film arranca con una familia media española formada por Antonio (Andrés Pajares) su mujer Dori (María Barranco) y sus dos hijos que parten juntos de vacaciones al Cabo de Gata. Un inmigrante africano llamado Ombassi (Emilio Buale) ha llegado a la misma playa donde se ha asentado la familia tras naufragar la embarcación en la que viajaba. Se inicia entonces una relación en la que no falta, por falta de la familia española, un cierto arrebato racista ante la irrupción de ese extraño en sus vidas. La película, ayudada por las interpretaciones de María Barranco y Andrés Pajares, se va adentrando en el terreno de la comedia hasta que la llegada de un grupo de neonazis a la zona convierte la obra en una tragedia. Si Armendáriz, obsesionado en no dar concesiones fáciles al espectador, le cerraba las puertas a la pasión a Las cartas de Alou, Uribe en Bwana falla en todo lo contrario. La aparición de la banda neonazi es forzada y poco creíble y da a la película un tono superficial de violencia gratuita que le hace mucho daño. Una lástima porque ambas obras en cierto modo denuncian la misma lacra; ese barniz de intolerancia y racismo cotidiano de apariencia inofensiva que anida en el ciudadano medio y que en un momento dado puede convertirse en peligroso caldo de cultivo para una xenofobia política de terribles consecuencias.

Bwana es una película que no alcanza la altura de otros trabajos de Uribe como La fuga de Segovia (1981), La muerte de Mikel (1983) o Días contados (1994). Sin embargo logró un gran triunfo al obtener la Concha de Oro del Festival de San Sebastián en 1996, ex-aequo con Trojan Eddie de Gillies MacKinnon. La fotografía de Javier Aguirresarobe, sensacional a lo largo de todo el metraje, también fue galardonada en el certamen donostiarra.

  • Roldán Larreta, Carlos: El cine del País Vasco: de Ama Lur (1968) a Airbag (1997), Donostia, Eusko Ikaskuntza-Sociedad de Estudios Vascos, Ikusgaiak-Cuadernos de Cinematografía, núm. 3, 1999, 407 pp.
  • Roldán Larreta, Carlos: Los vascos y el séptimo arte. Diccionario enciclopédico de cineastas vascos, Donostia-San Sebastián, Filmoteca Vasca-Euskadiko Filmategia, 2003, 351 pp.