Danza

Danzas Infantiles

El ser humano desde que nace se va impregnando, progresivamente, de la cultura y los sistemas de relación imperantes que le rodean. Es decir, a través del proceso de socialización y bajo las líneas pedagógicas del juego, los miembros infantiles de la comunidad pasan de ser receptores pasivos de los entretenimientos dirigidos por los adultos (canciones, cuentos, juegos, etc.), objeto a desarrollar, posteriormente, ya adquirida una capacidad y curiosidad que permite que lo anteriormente aprendido se configure en demostración al llegar a la adolescencia y especialmente, en la juventud.

En conjunto todas las actividades lúdicas y festivas de los niños se basan en el juego o en el afán infantil de emular las actividades de los adultos. Por lo tanto, como se ha dicho, ambos aspectos son parte de un sistema de socialización paulatino de los miembros menudos de la comunidad en lo referente a los aspectos sociales, económicos o filosóficos.

Mediante el juego, además, los niños se van formando diariamente en su vertiente físico-corporal, intelectual o social. A la vez, van internalizando las diferentes reglas que pautan la vida de una comunidad y la relación de ésta con su propio ecosistema. Por ejemplo, en el contexto de las sociedades tradicionales, algunas fiestas del ciclo anual presentaban como protagonistas a grupos infantiles y en otras, éstos imitaban las actividades realizadas por los jóvenes. Un buen número de ellas, se celebraban en torno al ambiente escolar y el resto se supeditan a contextos donde predominaban otros agentes socializadores (familia, grupo de iguales, grupos de pertenencia o referencia, etc.).

Contexto tradicional donde muchos y muy variados han sido los aspectos socio-culturales (juegos, danzas, lenguaje y narrativa, mitología, etc.) que configuran el denominado "Folklore infantil" y a su vez, por otro lado, también son abundantes los campos de actuación donde su aplicación puede tener una influencia significativa (acción educativa, sociocultural o incluso, terapeútica) cara al futuro.

El "Folklore infantil" posee una gran riqueza de elementos y a la vez, abarca una serie de prismas o facetas de la cultura tradicional y del propio sistema socializador de la comunidad Entre algunos de ellos, podemos destacar:

  • Los juegos musicados entendidos como conjunción de letras rimadas, música y movimientos rítmicos que permiten a los niños/as memorizar las flexibles y variables melodías, transmitidas por vía oral.
    Determinadas canciones y melodías infantiles se vinculan a una serie de juegos rítmicos o musicados de carácter simple (corros, cuerda, pelota, etc.) que por la sencillez de sus pasos y coreografías, no se pueden considerar como danzas juego. Aunque también pueden consistir en una serie de evoluciones normalizadas, observadas por los participantes y donde los movimientos se adecuan a la melodía y/o canción que sirve de base al citado entretenimiento.
  • Las denominadas danzas juego (Irri dantzak, Kalapita iantzak edo Joku dantzak) poseen un importante papel pedagógico, social y referencial para el mundo infantil. De este modo, en un ambiente doméstico los adultos ejercitaban a los niños en aquellas danzas de diversión que luego, en la juventud, realizarían con gran habilidad y destreza en el marco de las tabernas, ciertas labores vecinales, veladas o reuniones invernales, festejos o acontecimientos familiares, etc.
  • Las danzas, propiamente dichas, se suelen presentar como una amalgama de ritmos diferentes y supeditadas a una festividad concreta, los participantes necesitan de una preparación especial o estructurada y la danza esta dirigida a alguien. Además algunas danzas tradicionales han sido, habitualmente, realizadas por niños/as y les eran propias. Pero la mayoría de las veces, la participación infantil está o estaba en función de imitar la actividad festivo-lúdica de los adultos o en simultaneidad con el resto de la colectividad.

Pero también es cierto que cada vez más, ante la crisis de la transmisión y el mantenimiento de la cultura tradicional, van adaptando algunos aspectos del folklore (danzas, cantos, rituales, etc.) propios de otras categorías de edad.

También podemos encontrar otros aspectos del folklore como un sinfín de juegos no musicados, coleccionismo, recolecciones diversas, elaboración de juguetes lúdicos y juguetes sonoros o musicales. Una importante cantidad y variedad de cantos infantiles o dichos (acertijos, sin sentidos, trabalenguas, juegos de palabras, etc.) y abundantes formulas de sorteo, retahílas o burlas. Sin olvidar que en el mundo infantil los cuentos y narraciones mitológicas o legendarias poseen un importante papel en el desarrollo cognitivo personal o en la justificación social de valores consensuados. Además de una larga lista de participaciones puntuales y cíclicas de los miembros infantiles, en cantos festivos o de cuestación, rituales u otras actividades conmemorativas significativas para la sociedad de pertenencia.

Una vez contextualizado el mundo infantil tradicional, nos ceñiremos en concretar el genérico concepto de danzas infantiles, a estructurar sus contenidos y establecer sus originales funcionalidades.

Las danzas son aquellas formas coreográficas que tradicionalmente han sido protagonizadas e imitadas por los niños o dirigidas por los adultos en aras de la diversión o entretenimiento de los miembros menudos de la colectividad.

Pero por otro lado, también es claro que el concepto danza o incluso, baile no tienen definidos con claridad sus límites y por ello, no es raro el englobar en su campo de acción las danzas ritualizadas o no, las populares "danzas juego" y una amplía gama de juegos musicados.

También tenemos que tener en cuenta que las danzas infantiles, desde sus orígenes han tratado de ajustarse, de forma consciente o no, a las capacidades o desarrollo físico, cognitivo y social del propio niño. Y por lo tanto, este tipo de danzas se han erigido en un engarce natural entre las potencialidades del sujeto infantil a los retos diversos planteados por las propias coreografías dancísticas (dominio del espacio, ritmo y movilidad, control corporal, capacidad de imitación, consenso social, etc.).

En el basto campo de las abundantes pero poco conocidas danzas infantiles, resulta difícil el hacer una sistematización o estructuración clara y adecuada de las mismas. Así, dentro de los llamados juegos musicados aparecen actividades o entretenimientos que poseen un fondo musical pero sin una supeditación o relación clara. Es decir, sobre una base melódica concreta que actúa de acompañamiento (rítmico o musical) se desarrolla una actividad principal que a lo sumo, regula de modo esporádico inicios, finales o momentos puntuales. Un ejemplo ilustrativo de este tipo de actividad, lo encontramos en los juegos rituales con aves (juego del gallo u "oilar jokuak" y con gansos o "antzar jokuak") y en otros juegos específicos (toros ensogados o "soka muturra", "al higuí", etc.).

Pero dentro de los juegos tradicionales y musicales que nos interesan, algunos se ajustan a una movilidad rítmica o acompasada sobre la base de una melodía. Que aunque no se pueden considerar danzas juego o danzas, en sí, poseen algunas características elementales de éstas. Entre las que podemos destacar ciertos juegos y canciones destinados a los más pequeños (principalmente, durante sus primeros años): juegos de mecer, balancear o galopar, juegos para acunar o dormir, juegos imitativos y juegos de dedos, manos o pies.

A la vez, un sinfín de juegos musicados asociados a la actividad se desarrollan a lo largo del proceso madurativo y social infantil, alargándose incluso hasta la adolescencia y la propia juventud. En general son coreografías sencillas o sin gran complejidad, realizadas tanto con carácter colectivo como individual.

Es decir, conjunto de juegos infantiles musicados, donde bien el individuo o el grupo evoluciona usando coreografías y pasos sencillos, teniendo por objetivo el simple hecho de entretener. Y se suelen presentar como una conjunción de letras rimadas, melodías y movimientos armónicos que permiten a los niños memorizar las flexibles y variables músicas, transmitidas por vía oral. Agrupando una serie de juegos de salto al burro, salto a la cuerda o a la goma, salto o equilibrio sobre los pies, juegos de columpio o balanceo, juegos de palmadas, juegos rítmicos en filas paralelas o en corro y cadena, juegos de escenificación y mímica e incluso, juegos cantados de lenguaje.

Varios de ellos, eran juegos en corro realizados por las niñas (Bira bira monte, Txilin txilin, Aingeru luzia o Iru Errege Magoak y Ala pinpirrinera) en cualquier momento de sus diversiones habituales, donde iban realizando aspectos señalados por la canción (darse la vuelta o situarse cara al exterior del corro, arrodillarse o saludos de carácter mahometano, etc.) o simplemente dar vueltas al ritmo de la canción. Por otro lado, juegos como "Kadera baten ganean" trataba de potenciar la capacidad de alternar los pies según se baila al son de la música y "San Pedro zeruetako ..." era canción de los mayores para hacer bailar a los más pequeños en los momentos de carácter familiar.

Un carácter más estructurado van a presentar las populares danzas juego. Éstas no están sujetas a ningún ritual establecido y por lo tanto, su ejecución conlleva un carácter informal, espontáneo y de sentido desenfadado. Es decir, su realización no suele estar supeditada a una festividad concreta, los participantes (individuales o en grupo) no necesitan preparación especial, la danza no está dirigida a nadie y tan sólo, busca el pasar un buen rato o divertir (haciendo reír, destacando la habilidad y pericia individual, o mediante la competición -con o sin apuesta- comparar la propia agilidad).

Suelen aparecer en contextos públicos o privados, con una participación individualizada o colectiva y un acompañamiento musical simple (consistiendo en ritmos, melodías y cantos repetitivos). La estructura general (formaciones en fila, filas paralelas o circulo) e individual de la danza juego, puede ceñirse a unas reglas fijas o ser de libre albedrío. En ocasiones, los participantes pueden hacer uso o no de herramientas.

Conjunto de danzas juego que han estado extendidas o diseminadas por toda la geografía de Euskal Herria y que han perdurado, en cantidad y calidad, con especial terquedad en las estribaciones del Pirineo (valle de Baztan, Luzaide o zona de Garazi, zona de Sara y Ezpeleta, Uztaritze, Baigorri, Burgete, valles altos de Zuberoa, etc.).

Bajo estás premisas generales, algunas danzas juego eran protagonizadas por los niños en diversos contextos (públicos como la plaza o las romerías y privados como la cocina, zaguán o portalón y desván), emulaban a sus grupos de referencia (jóvenes y adultos) o simplemente, eran propiciadas por algún adulto para el solaz de todos y la iniciación paulatina de los niños en estas actividades lúdicas.

De forma parecida, el papel infantil en las danzas tradicionales se ha diversificado según las circunstancias y contextos donde se ha realizado. Así, su participación en danzas ritualizadas ha sido bastante puntual (danzas ante imágenes procesionales o personas notables, ciertas danzas sociales, representaciones teatralizadas, etc.) o bien, se ha difuminado en imitar y participar en simultaneidad con el conjunto de la colectividad.

En definitiva y como ya se ha dicho, los juegos musicados, las danzas juego y algunas danzas son los elementos que podemos considerar con el nombre genérico de danzas infantiles. Ya que son realizadas por éstos, acompañados o no de otras categorías de edad, utilizando una melodía que va a regular los movimientos corporales (en forma individual o colectiva) y determinar las evoluciones coreográficas o la ocupación del espacio. A la vez, la funcionalidad de la danza se ajusta al origen tipológico de la actividad y a su intencionalidad básica.

Importante legado tradicional que en su forma de danza en general y danza infantil en particular, pueden servir de vía para capacitar y hacer disfrutar. A la vez que nos permiten adecuarnos al desarrollo y crecimiento de los niños y niñas (en sus diversas etapas evolutivas), propiciar la comunicación con los demás y el entorno, o actuar a modo de canal de expresión intima y creación estética. O lo que es lo mismo, su riqueza se va a manifestar sobre tres campos básicos interactúantes: el cuerpo y sus movimientos, la expresión y comunicación o incluso, va a vehicular la propia creatividad.