Arquitectos

Ugartemendia, Pedro Manuel de

Arquitecto de la Real Academia de San Fernando de Madrid, nacido en Andoain (Gipuzkoa) hacia 1770. Murió en 1835 dejando tras de sí una extensa obra arquitectónica, de carácter neoclásico, sobrio y sistemático.

En 1803 fue nombrado Inspector de Caminos de Guipúzcoa por las Juntas celebradas en Bergara. Durante esta época trabajó en diferentes pueblos de la provincia realizando varios proyectos y construcciones como los baños de Zestoa, las cárceles de Donostia-San Sebastián y Lizartza, un juego de pelota en Arrasate-Mondragón, el ayuntamiento de Ordizia y algunas reformas y obras de las iglesias de Urnieta, Berastegi, Elorriaga, Deba, etc.

Pero sin duda el proyecto principal por el que se le conoce es la reconstrucción de la capital guipuzcoana, Donostia-San Sebastián, asolada e incendiada por las fuerzas aliadas en 1813. El plan fue presentado el 28 de mayo de 1814, sorprendiendo por su modernidad. La nueva ciudad se edificaría teniendo como núcleo una plaza octogonal a partir de la cual surgirían ocho calles en forma de estrella. El proyecto se completaba con una plaza rectangular en el puerto y otra semicircular frente a la parroquia de Santa María. Sin embargo, los propietarios de los solares de la ciudad se opusieron tajantemente a la idea de Ugartemendía, prefiriendo un plan más tradicional que se ajustara al estado anterior de la capital, respetando el sistema de las antiguas construcciones. El 24 de octubre de ese mismo año fue presentado un nuevo proyecto, el de M. Gogorza, que sería el que Ugartemendía y su colaborador, Alejo de Miranda, deberían seguir. El arquitecto trabajó con otros colegas como Joaquín Antonio Elósegui y Silvestre Pérez, dado que por esta época también tuvo que ocuparse de dirigir las obras que se realizaban en la iglesia parroquial de Tolosa. Tras la definitiva aprobación del plan de Gogorza, Ugartemendia se limitó a dictar unas ordenanzas de construcción de la ciudad de San Sebastián, gracias a las cuales se logró dar unidad a las edificaciones.

Siguieron a las obras de la plaza de la Constitución en 1817 las del puente de Santa Catalina en 1819, el edificio de la Alhóndiga y las Escuelas Públicas en 1829. Años más tarde dirigió las obras de la Casa Consistorial (1828-1832), trabajó en el edificio de la Lonja Real, la antigua Casa de Misericordia-Hospital, etc.

Aunque su labor más destacada se llevó a cabo en la provincia guipuzcoana, también se conoce su participación en diferentes edificaciones de Navarra, entre las que destacan: las trazas para la iglesia de Irañeta (1807), el plan de la Casa Consistorial de Puente la Reina (1818), un proyecto de conducción de aguas de Subiza a Pamplona (1826), un plan para la Casa Inclusa (1830), la reforma de la fachada del Seminario conciliar, etc. En 1831 Ugartemendía pidió a la Academia de San Fernando ser nombrado Académico de Mérito, y dos años más tarde dimitió como primer arquitecto municipal de San Sebastián.

  • LARUMBE MARTÍN, M. "Pedro Manuel Ugartemendía", Gran Enciclopedia Navarra, Pamplona, 1990
  • RODRÍGUEZ SORONDO, María del Carmen. Arquitectura Pública en la ciudad de San Sebastián (1813-1922), Sociedad Guipuzcoana de Ediciones y Publicaciones, San Sebastián, 1985, pp. 27-35