Corales

Sociedad Coral de Bilbao

Por el año 1880 el violinista bilbaíno Cleto Alaña formó un pequeño Orfeón que intervenía en misas y serenatas. En 1886 anunciaron en Durango la celebración de un concurso de orfeones y Alaña se aferró a la idea de que debía concurrir su Orfeón, ahora bien, ampliado y con director solvente y de autoridad, por lo que llamó a Cleto Zavala, que acababa de perfeccionar estudios en Italia. Le interesó engrosasen el conjunto los cantores de las capillas parroquiales y los que amenizaban las veladas de las Sociedades El Sitio y Euskalerria y a todos se les imbuyó el deseo de asistir a la competición; así quedó fundado el Orfeón Bilbaíno, el 22 de junio de 1886. Zavala inició los ensayos preparando con minuciosidad El regreso de los guerreros, de Gounod, el Aria di Chiesa, de Stradella, Bebamos, bebamos, de Rossini, y Astarloa, zortzico de Zavala. Un mes después de la creación del Orfeón Bilbaíno, el día 25 de julio del nombrado año 1886, tuvo lugar el concurso, obteniendo el primer premio e igual galardón un mes más tarde en el Internacional de San Sebastián; a éste se presentó ya con el título de Sociedad Coral de Bilbao.

Consiguió nuevos triunfos en Madrid y Barcelona; sufrió un percance de carácter económico en París, lo que hizo dimitir a Cleto Zavala; le sucedió Aureliano del Valle, en 1889, que le proporcionó diversos premios en varios certámenes. Para poder interpretar las grandes obras sinfónico-corales se convirtió en coro mixto y fue la primera agrupación que ejecutó el Requiem de Brahms, La condenación de Fausto, de Berlioz, etc. Jesús Guridi reemplazó a Aureliano del Valle; le amplió el repertorio, sobre todo con composiciones folklóricas, y para él compuso gran parte de su importante producción coral, basada en los cantos populares vascos. Al trasladar su residencia a Madrid se encargó de la dirección Jesús Arámbarri, teniendo por subdirector a José María Olaizola; bajo la dirección de Arámbarri intervino en el concierto de la Orquesta Nacional, en Madrid, el 19 de abril de 1947, en la interpretación del Requiem, de Mozart. Al día siguiente, dirigido por José María Olaizola, alcanzó gran éxito al desarrollar una audición vocal en el Monumental Cinema; con ella rindió homenaje a su director honorario, el maestro Jesús Guridi, por su ingreso en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando; la tercera parte la dedicó exclusivamente a la interpretación de obras del compositor homenajeado y, mostrando su interés por divulgar páginas de maestros vascos, ejecutó producciones de Goicoechea, Escudero y Otaño.

Otras actuaciones madrileñas de la Masa Coral que biografiamos fueron el 16 de diciembre de 1949 y el 4 y 6 de noviembre de 1960. En ellas colaboró con la Nacional; en la de 1949, regida por Argenta, interpretó la Novena Sinfonía, de Beethoven, y en las de 1960, conducidos por Frühbeck de Burgos, cantó Carmina Burana, de Carl Orff. En programa constó: "Maestros de coros, Carmelo Llorente". Cesó Olaizola y le sucedieron Modesto Arana -galardonado con la Medalla de Bellas Artes por su ejemplar dedicación a la Coral- y Rafael Frühbeck de Burgos, durante dos años; al desplazarse a Madrid en 1962 para desempeñar la dirección de la Orquesta Nacional, nombraron director de la Coral a Juan Cordero Castaños, quien prestó especial atención a la renovación de los programas de los tradicionales conciertos sacros, y ha dirigido, en primera audición, Christus y Sinfonía Dante, de Listz, Ismael en Egipto, de Haendel, y las reposiciones de los Requiem de Mozart, Verdi y Brahms. El maestro Cordero Castaños mantiene a la Sociedad Coral de Bilbao en elevado nivel artístico.

Habiendo quedado vacante la plaza de director, sucedió a Cordero Castaños, el maestro Orue, y a la ausencia de éste, ocupa el cargo en 1969 Urbano Ruiz Laorden, profesor de la Orquesta Sinfónica de Bilbao. Le sucede en 1978 Joseba Sáez Ortuondo; a éste, en 1981, Pascual Barturen que ocupa el puesto hasta 1983, año en que le sucede Julen Ezkurra. En 1984 accede al cargo de director artístico Gorka Sierra, quien trae a la Sociedad aires de modernidad.

Ha ocupado la presidencia de la Sociedad: Julio Lazurtegui (1886-1888), Vicente de Sarachu ( 1888), Ramiro de Echave ( 1889), Enrique Rasche (1890-1894), Tomás Amann (1894-1895), Gonzalo de Artaza (1896-1898), Vicente Torre (1898-1900), Gabriel José del Valle (1900-1902), Mario Losada (1902-1904), Francisco de Gamecho (1904-1908), Alfredo Echave (1909), José Power (1910), Emiliano de Uruñuela (1911.-1923), Enrique Omilla Larrazabal ( 1924-1925), Luis de Insausti (1926-1927), Ignacio C. de Careaga (1927-1929), Cándido Arrola (1930-1933), José J. Sautu (1934-1935), Francisco de Gamecho-Goicoechea (1936), A. Elías (1937), Cándido Arrola ( 1939-1942), J. J. Sautu ( 1943-1944), Julián Moreno (1945-1956), J. J. de Azcoitia y Huesca (1957-1962), Enrique Ornilla Benito (1963-1970), J. A. Chatón Unzué (1971-1974), Fernando Tapia (1975-1.978), Juan Elua (1979) y Cecilio Guerricabeitia (1981).