Importante armador bilbaino del s. XV.
En 1484 uno de sus barcos fue asaltado y saqueado por los bretones. Siendo ésta una época de intenso comercio entre Bizkaia y Bretaña, el incidente alcanzó suma gravedad ya que Arbolancha obtuvo una carta de represalia para saquear a su vez a los bretones, amenazando con ello la armonía que existía entre los dos países. Los comerciantes vizcaínos protestaron y lograron que esta carta de represalia fuera sustituida por un impuesto del 3 % por todas las mercancías bretonas. Al estallar la guerra con Francia (Bretaña había sido incorporada), Arbolancha fue confirmado en sus reivindicaciones lo que suscitó nuevas protestas de los interesados hasta que le fueron retirados otra vez sus derechos de represalia. Al morir Isabel la Católica siguió, sin embargo, detentando los derechos de la controvertida carta entre protestas tanto vizcaínas como bretonas. Algo antes, en 1495, los RR. CC. le habían encargado la formación de una armada protectora para el transporte de la archiduquesa Juana a Flandes. Para ello se le dispensó de ocupar oficios en la villa.