Monarquía y Nobleza

Alfonso XI

Rey de Castilla y de León desde 1313 a 1350 durante los reinados en Navarra de Luis I Hutin (+ 1315), Felipe el Largo (+ 1320), Carlos (+ 1328) y Juana II (+ 1349).

Era hijo de Fernando IV y Constanza de Portugal. En el comienzo de su reinado el linaje guipuzcoano de Oñaz, pro-castellano, mantuvo luchas incesantes en las fronteras con Navarra. Durante la minoría de Alfonso XI se mantenía algo inactivo pero en 1321 es ya protagonista del triste suceso que se llamó batalla de Beotíbar. Estas luchas, las represalias de los merinos navarros y el buen sentido del pueblo guipuzcoano dieron lugar a que la Hermandad de Gipuzkoa iniciara de acuerdo con Alfonso XI e incluso con los merinos navarros, la lucha contra Oñaz. Proclamada D.ª Juana II en Navarra, a la muerte del rey Carlos al que las Cortes nunca juraron, hizo ésta un convenio con D. Alfonso de la Cerda, pretendiente al trono de Castilla en 1331.

Se incluía en él la cláusula de devolución a Navarra de las tierras occidentales del reino vasco desmembradas en 1179 y 1200 por sus antecesores los reyes de Castilla. En 1334 luchaban las huestes de Alfonso XI contra navarros y aragoneses entre Fitero y Tudela. Los castellanos tomaron Fitero y Tudején que fueron recuperadas en 1336. A pesar de estas incidencias guerreras vemos cómo D. Felipe, rey consorte navarro, muere en 1349 en Jerez de la Frontera a donde había ido en ayuda de Alfonso XI. Un año más tarde moría este último posiblemente víctima de la peste negra. Fue un rey autoritario. Combatió a la nobleza apoyándose principalmente en banqueros y comerciantes muy interesados en mantener en paz a los pueblos. Por otra parte limitó también las libertades municipales y comarcales convirtiendo muchos concejos abiertos en cerrados expediendo Fueros apropiados a sus fines. En 1332 la Cofradía de Arriaga entregó Álava bajo ciertas condiciones pactadas.