Monarquía y Nobleza

Alfonso I El Batallador (versión de 1977)

Rey de Aragón y de Navarra (1104-1134). Era hijo de Sancho Ramírez y Felicia de Roucy y nació probablemente en Hecho (Huesca) en zona entonces netamente euskaldun. A la muerte de su hermano Pedro I, en 1104, fue designado rey. En 1109, habiendo muerto Alfonso VI, el Batallador, alegó su derecho al trono de Castilla y, para evitar la guerra, casó con D.ª Urraca, hija del rey castellano y viuda del conde Raimundo de Borgoña del cual tenía un hijo que había de llegar a reinar en Castilla con el nombre de Alfonso VII. En 1110, navarros y aragoneses derrotaron sobre Valtierra a Almuzater, rey de Zaragoza, quien murió en la batalla. En 1111 se exteriorizaron las desavenencias entre el rey y la reina agravadas por las intrigas cortesanas y los intereses políticos. Hacia 1114 el Papa Pascual II anulaba el matrimonio basándose en el hecho de que ambos cónyuges eran biznietos de Sancho III el Mayor. Ese mismo año fue tomada Tudela a los moros, al parecer por sorpresa; mandaba las tropas el conde Rotrón del Perche, quien fue premiado con el señorío hereditario de la ciudad; acaso fue esto lo convenido al encargarse Rotrón de la empresa. La toma de Tudela animó al rey a poner sitio a Zaragoza, cuya conquista ya se había intentado otras veces, y sus esfuerzos se encaminaron en esa dirección. Entre tanto, la guerra con Castilla continuaba y en 1126 se ve que el rey tenía sus cuarteles en las cercanías de Haro, haciendo frente a D. Diego López (el señor de Vizcaya), que estaba con los castellanos.

Estos, en 1117, habían conseguido invadir la Rioja, según se demuestra por una donación que D.ª Urraca y su hijo Alfonso "coronado con la diadema real" -dice el documento- hicieron al monasterio de Santa María de Nájera: entre los confirmantes está D. Diego López, que parece ser el de Haro, aunque parezca extraño, porque un mes más tarde, habiendo el Batallador expulsado a los castellanos de Nájera, a D. Diego López de Haro -usando este titulo se le ve confirmar, también en Nájera, una donación del rey de Aragón y Pamplona. En 1118, después de porfiado cerco, fue tomada Zaragoza por asalto -18 de diciembre-. En la empresa colaboraron importantes fuerzas de Bearne, Gascuña y del País Vasco de ultrapuertos, pues en donación que por tal motivo hizo el rey figuran como presentes, D. Gastón, vizconde de Bearne; el conde de Bigorra, el de Comange, el vizconde de Gabarret, el obispo de Lascar, Ojer de Miramont, Arnald de Labedan el conde Bertrand, Ramón de Tolosa y otros.

Fueron los navarros los primeros en aportillar el muro y entrar en la ciudad, en conmemoración de cuyo hecho y en las inmediaciones del terreno donde se ejecutó, se edificó luego un templo a San Miguel Arcángel, que es llamado San Miguel de los navarros. Desde Zaragoza los vencedores se extendieron, Ebro abajo, hasta las cercanías de Tortosa y también Jalón arriba, en cuya ribera tomaron Rueda y Ricla. También fue reconquistada Tarazona. En 1120 fue conquistada Calatayud en la confluencia del Jalón con el Jiloca, así como Daroca y Monreal sobre este último río, y Molina ya en aguas del Tajo. Aragón adquirió, así, considerable extensión. De 1121 es una escritura del rey, donando a Santa María de Tudela varios bienes: por ella se ve que los caudillos bearneses y gascones seguían aún al rey, pues son citados el conde D. Rotrón, con el señorío de Tudela; D. Gastón de Bearne, con el de Zaragoza, y D. Centullo de Bigorra, con el de Tarazona. En 1122, dio el rey nuevo fuero de población a La "Puente de Arga, que también se llama de la Reina...". En 1124 se consagró la nueva catedral de Santa María en Pamplona y el mismo año fue fundada la hoy ciudad de Santo Domingo de la Calzada, en las riberas del río Oja, en el lugar llamado Olgabarte y lubarte.

En 1126 murió la reina D.ª Urraca y parece que se llegó a un acuerdo entre el rey de Pamplona y Aragón y el nuevo monarca castellano Alfonso VII, apartándose éste de sus pretensiones sobre la Rioja. Así parece confirmarlo una escritura (1127) del Batallador que se refiere a Tudela y que está confirmada entre otros por el obispo D. Sancho, de Calahorra; D. Orielo Garcés, con el señorío de Logroño; D. Fortuño Garcés, con el de Nájera, y D. Lope Iñiguez, en Bureba y Alfaro. De 1129, es un decreto del rey a los justicias de Tudela que demuestra la servidumbre en que los cristianos tenían a los moros que habían quedado en Tudela: parece que les consentía labrar las que fueron sus tierras, mediante pago de la mitad de la cosecha. Dispuso el rey que también de la mitad que quedaba a los moros se pagaran los diezmos y primicias a la iglesia. Entre los confirmadores figura D. Fortuño Garcés Cajal, señor en Bribiesca; y, en otro documento referente al Burgo de San Saturnino de Pamplona, firman también, además del obispo de Iruña, el de Huesca, el de Tarazona y el de Roda y muchos señores aragoneses y navarros; el obispo de Nájera; D. Lope Iñiguez, en Bureba y Cillórigo; D. Gastón, en Belorado. De aquí se deduce que los montes de Oca habían quedado como frontera entre Castillla y Navarra.

En 1130, viendo el rey que Guillermo, duque de Aquitania, oprimía las tierras de los señores vascos de Ultrapuertos, aprovechó la paz con Castilla (firmada en Tamara, en julio de 1127) y puso sitio a la ciudad de Bayona, la que parece tomó después de un porfiado cerco. Moret cita dos escrituras que hacen referencia a este acontecimiento: una de ellas -que dice se encontraba el original en el archivo de Corella- en la cual el rey concede a Bayona el mismo fuero que tenía Tudela y le confirma sus términos y derechos de riego; está fechada en Bayona "Fecha la carta en el castillo de Bayona, en la era 1168 en el mes de octubre, en la semana postrera de él, en día domingo" (26 de octubre de 1130). El otro documento -Becerro de Iratxe- es de una transacción en la que interviene su abad D. Pedro; termina "Fecha la carta en la era 1169, en el año que murió D. Iñigo Vailaz en Bayona, reinado del rey D. Alfonso Sánchez en Aragón y Pamplona y estando el mismo rey con su fosado sobre Bayona".

Y también cita el mismo autor que en el testamento del rey -archivo de la catedral de Pamplona- dice que lo hace "en la era 1169 en el mes de octubre, estando en el cerco de Bayona". En 1132 -15 de abril-, dictó el Batallador una disposición para estimular la población de la nueva Sangüesa. En el documento -que dice Moret que es del Archivo de Sangüesa- se dice reinar en Aragón, Pamplona, Alava, Baztán, Ribagorza y Pallarés. Se le atribuye una incursión en Andalucía, que tiene caracteres de legendaria: algunos escritores la colocan entre 1125 y 1126 y otros en 1133 a raíz de haber tomado a Mequinenza, sobre el Ebro. En ella, pasando a la vista de Tortosa, se dirigió a la región valenciana y, continuando hacia el Sur, cruzó el Júcar y campeó por las comarcas murcianas: tomó Alcaraz y, atravesando la sierra de su nombre, entró en Andalucía y corrió la vega de Granada. Llegó hasta el mar frente a Almería y, al regreso, dicen que en Arinzol, comarca de Córdoba, derrotó al rey de ésta y, sin contratiempo, regresó a sus tierras.

En 1134 trató de apoderarse de Fraga, plaza fuerte de los moros sobre el Cinca, en su margen izquierda, pero sufrió un serio descalabro en campo abierto y murió a poco, según unos historiadores, a manos de los moros (7 de septiembre de 1134). Se sitúa el lugar de su muerte entre Almuniente (Huesca) y Poleñino. En el testamento que había hecho durante el cerco de Bayona, y que en lo esencial es idéntico al que volvió hacer en Sariñena, legaba el Reino a las Ordenes militares del Temple, del hospital de San Juan de Jerusalén y del Santo Sepulcro. Aragón quedó desorientado ante la extraña disposición testamentaria y los navarros utilizaron esa situación para restaurar su independencia, como lo hicieron proclamando rey a D. García Ramírez, señor de Monzón y Logroño, descendiente de D. Sancho el de Peñalén, como nieto, al parecer, de su hermano Ramiro. Rey de Aragón fue elegido Ramiro, hermano del Batallador quien fue llamado "el Monje", porque para sentarlo en el trono fue sacado del monasterio de Tomieres.