Concepto

Aizkora

Hacha. Etnografía. Herramienta cortante con filo ligeramente curvo que posee en la parte del lomo un ojo para enmangarla. Este utensilio, conocido por el hombre desde el Paleolítico inferior ha sufrido grandes modificaciones tanto en su forma como en los materiales que la integran (Referencia a bibliografía sobre Prehistoria).

En el País Vasco existen varios tipos de hachas; muchas de ellas se siguen fabricando de artesanía en pequeños talleres de los que se pueden destacar los situados en las localidades de Urnieta y Zumarraga, en la provincia de Gipuzkoa y los de Leitza en la de Navarra.

Las hachas navarras se caracterizan por su mayor robustez y peso en la parte del lomo, llegando a tener esta parte una altura igual o parecida a la de la hoja. Este tipo de hachas son las que emplean los aizkolaris en las apuestas de corte de troncos y también es la preferida por nuestros baserritarras. Las hachas del tipo llamado vizcaíno no son tan robustas como las navarras y poseen un lomo de menor altura. Su forma general es angulosa en contradicción a las anteriormente descritas que son de firmas redondeadas. Este útil se emplea para realizar trabajos de poca envergadura, como por ejemplo corte de leña y lo fabrica también la industria a gran escala. También existe el llamado Illargi-aizkora (hacha de luna) que en la actualidad ya no se emplea, ya que la industria del carboneo en los montes ha desaparecido por completo o está en vías de hacerlo. Estas hachas tienen el filo de forma redondeada, hoja ancha que ve reduciéndose a medida que se acerca al lomo y punto de sujeción del mango. Tiene poco peso y mango relativamente corto. Los carboneros ( ikazkin ) las empleaban para cortar la leña con la que construían la txondorra (pira). Los mangos suelen ser de lizar (fresno) o de pago (haya).

Aparte de la utilidad práctica que tiene esta herramienta como útil de trabajo, es interesante destacar algunos aspectos mágico-protectores de las mismas. Las hachas han sido consideradas como elementos protectores contra el rayo, de ahí que en algunas comarcas haya casas que poseen pequeñas hachas de sílex que son llamadas "piedras de rayo", por creer que provienen de él y que su posesión implica protección. En nuestro País, en la cueva de Zabalaitz, que se encuentra situada en el monte del mismo nombre en las cercanías de la campa de Urbia, se encontró, según relata José Miguel de Barandiarán en uno de sus libros, una hacha de la edad del bronce hincada en el vestíbulo de la gruta con el filo hacia arriba. Esta costumbre ha perdurado hasta nuestros días y no hace mucho tiempo que nuestros carboneros, cuando había tormenta, colocaban su hacha con el filo hacia arriba en el umbral de su txabola (choza). En una recogida de datos efectuada hace unos años por nosotros, hemos podido verificar que esta costumbre también la tenían los caseros. Ref. : Aguirre, José: Eusko-Bilkin-degi. Museo Nacional de San Sebastián 5.ª Sección "Ikatzkintza" (carboneo). Barandiarán, José Miguel de, El hombre prehistórico en el País Vasco, Edit. Zabalkundea, n.º 3, San Sebastián; El hombre prehistórico en el País Vasco, Edit. Ekin, n.º 42, Buenos Aires (Argentina), 1953; Mitología Vasca. Edit. Minotauro, n.º 5, Madrid 1960. Busca Isusi, José María, El hacha vasca (aizkora) en homenaje a D. Joaquín Mendizábal Gortázar, San Sebastián. Museo de San Telmo, 1956. Caro Baroja, Julio. Los vascos (2.ª edición). Edit. Minotauro. Madrid, 1958.