Geologists

Thunborg, Anders Nicolaus

Profesor de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País, de Bergara, nacido en Dalarna (Suecia) en 1747. Fallecido en 1795.

Era hijo del párroco protestante de Grutnas que se llamó como aquél, Anders Thunborg; la madre fue Anna María Hook. Hizo amplios estudios en Uppsala, demostrando capacidad intelectual y notable habilidad para los trabajos mecánicos; fue colocado después en el "Bergskollegium", en el que inició su labor como "Auskultant" o ayudante. Mientras ejercía la docencia, perfeccionaba en el Centro citado sus conocimientos mineralógicos y de metalurgia. A ello debió en 1781 su ascenso a Vice-notario y posteriormente el nombramiento de Notario, máxima categoría profesional del "Bergskollegium".

Las frecuentes y reiteradas relaciones de la Sociedad Vascongada con los hombres de ciencia suecos, dieron lugar a que Thunborg fuese contratado como profesor para el Seminario bergarés; el contrato de seis años de duración, debió de firmarse en 1787, finalizando en 1793. Ante su venida a nuestro país, la Real Academia de Ciencias de Suecia le recibió como Socio correspondiente de dicha entidad. Estaría a su cargo la cátedra de Mineralogía y Metalurgia, viéndose obligado a aprender el castellano para ejercer su profesión. Para completar la teoría se realizaron además trabajos prácticos: éstos consistieron por una parte en el estudio de los minerales existentes en Vasconia, reconociendo y ensayando óxidos y carbonatos de hierro, piritas, menas cupríferas, galena, cuarzo, espeto islándico, y otros minerales calizos; por otra parte, se efectuaron ensayos de metalurgia, obteniendo diversas clases de hierros y aceros, con rapidez y excelentes rendimientos: fruto de tales ensayos fue el perfeccionamiento de algunas instalaciones metalúrgicas, en las que se colocaron barquines de nuevo tipo, ideados por Thunborg. Pero el trabajo más importante que éste llevó a cabo fue el correspondiente a la metalurgia del platino, obteniéndolo en forma maleable.

El propio minerálogo sueco nos dejó sobre ese trabajo el informe siguiente:

"Se sabe que el Profesor Chabaneau, mi antecesor aquí, ha descubierto la manera de reducir el Platino a un metal flexible... A mi llegada aquí me hablaron todos de este gran descubrimiento y sentía mucho no conocer algo de ese arte. Al revisar el Laboratorio encontré una pequeña porción de Platino, tal como viene de América. Después empecé a hablar con todos los que habían visto a Chabaneau trabajar, admirando este descubrimiento, y esto hizo que todos me contestasen a las preguntas que les dirigía y me contaron sinceramente todo lo que habían visto. Englobé todo esto y comencé a trabajar discretamente. A los cinco meses de trabajar hallé por fin el mismo método que Chabaneau...".

"Este descubrimiento ha producido mucho ruido en Madrid. Chabaneau, indignado de un competidor, ha relatado esto al Presidente del Consejo de Ministros, Floridablanca. Lo que éste ha contestado no lo sé todavía. Por carta he dado parte de mi descubrimiento a Chabaneau, diciéndole que no debe estar incómodo conmigo... Chabaneau me ha contestado muy cortésmente a esto, pero dice que no puede dejar de dar parte al Ministro. A ver lo que sale. No puede haber otra consecuencia que prohibición de no descubrir el secreto".

Nuevamente ese secreto fue tan bien guardado, que como en el caso de Elhuyar, tampoco ahora llegó hasta nosotros ninguna información acerca del método utilizado por Thunborg: sólo indicó éste que había seguido una técnica similar a la del químico francés, técnica sobre la que sólo conocemos algunas conjeturas hechas -muy acertadamente- por distinguidos comentaristas.

Sobre el Laboratorio de Química Thunborg hace el siguiente comentario:

"Laboratorium Chemicum... es un edificio aparte muy grande y bastante bien instalado. Instrumentos y material precioso no faltan. Cuando me hicieron el inventario me quedé grandemente sorprendido, pues no habiendo visto más que los laboratorios de Uppsala y Estocolmo, me atrevo a decir que aquéllos no son más que una cuarta parte en comparación con éste".

Thunborg estaba muy a gusto en el Real Seminario. En su carta al Conde Bjelke recién llegado a España, le decía:

"Si todos aquí siguieran dispensándome la misma bondad, como lo han hecho hasta ahora, espero cumplir con gusto mi compromiso de seis años y luego desearía volver a Suecia".

En 1794 las tropas francesas invadían el país, entrando en Bergara el 28 de noviembre de dicho año y convirtiendo el Real Seminario en hospital de sangre quedando maltrechas sus principales instalaciones y los gabinetes y laboratorios saqueados y destruidos. Estos luctuosos sucesos interrumpieron el desarrollo de la Real Sociedad y del Real Seminario.

Ref. Silván, Leandro: Los estudios científicos en Vergara a fines del s. XVIII, San Sebastián, 1953; Gárate, Justo: "Un metalúrgico sueco en Vergara", Boletín Americano del Instituto de Estudios Vascos, 1962.