Obispo de Pamiers, nacido en Mauléon (Zuberoa) el año 1568, hijo de Iñigo Sponda (Ezponda), secretario de la reina de Navarra y de Sauvade de Hosta, hija de Martina de Pamplona. El y su hermano Henri habían sido educados en el calvinismo. Fue un trabajador infatigable. Aficionado a las letras, hizo rápidos progresos en el estudio de las lenguas latina y griega que logró conocer a fondo; aprendió la de Escocia en un solo viaje que hizo a tal país con Guillermo Saluste de Barras, embajador de Francia. Fue nombrado relator del Consejo de Estado, dedicándose con ardor al estudio del Derecho Canónico y Civil. Abjuró del calvinismo en 1595. Al año siguiente publicó, en francés y el latín, su libro De Caemeteriis sacris obra llena de erudición. En 1600 acompañó al cardenal de Sourdis a Roma y pasó cinco años hasta hacerse sacerdote y alcanzar un puesto en la biblioteca apostólica. Su tiempo lo repartió en las obligaciones de su cargo y el estudio de la historia de la Iglesia. Trabajó asimismo en el compendio de los Annales de Baronius que continuó hasta el año 1600, y después hasta 1640. Con el fin de completar la obra trabajó en el estudio de los Annales del Antiguo Testamento para ofrecer una historia ininterrumpida de la religión (Annales ecclesiastici, París 1613). Es también autor de Déclaration des principaux motifs qui induisirent sieur de Sponde a s'unir à l'Eglise Catholique Apostolique et Romanie además de Annales sacri (París, 1639) y Annalis Baronii continuatio. París, 1639. Tan sabios trabajos y sus eminentes cualidades personales indujeron a Luis XIII a designarle como obispo de Pamiers. El se opuso al nombramiento pero tuvo que aceptarlo por orden del papa Urbano VIII (1622). Su celo fue coronado con el éxito ya que varios cientos de personas entraron de nuevo a la obediencia de la Iglesia. Estableció en su diócesis una congregación eclesiástica, fundando seminarios y casas de religiosas. Muere el 28 de mayo de 1643. Ref. Haristoy: «Recherches...», II.