Pintor y dibujante Madrid, 1922-1958.
Realizó sus estudios en las madrileñas Escuela de Artes y Oficios y Academia de Bellas Artes de San Fernando. Discípulo de Daniel Vázquez Díaz, publicó sus primeros dibujos en revistas universitarias como Alcalá y La Hora, realizando una colección de cerámicas para la iglesia del Rosario de la capital española, su primera obra de envergadura. En 1956 obtiene una primera medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes. Trabajó también en decorados teatrales y, como ilustrador, en ABC y Blanco y Negro. En 1952 gana, junto con Néstor Basterretxea, el concurso para la decoración de la basílica de Arantzazu. A Lara, más popular que Basterretxea, se le encomendó la decoración mural del ábside. La obra representa en viñetas la historia del santuario. La impresión de conjunto, aparte de su aspecto laberíntico, es magnífica. Trazo recio, sin disonancias y asperezas. La muerte de Pascual de Lara dejó la obra inconclusa.