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Oteiza Embil, Jorge

En 1974, en la galería "Txantxangorri", de Hondarribia, Oteiza presenta una exposición de su obra escultórica, que considera entonces debe ser su última exposición como escultor. Pero no suponía silencio. Oteiza publicaría en 1983 la primera edición del libro Ejercicios Espirituales en un túnel. Si en Quousque tandem...! Oteiza hacía un retrato y aportaba una propuesta de recuperación de una actitud creativa y crítica, en este nuevo libro, el pensador vuelve a advertir de la necesidad de retomar con urgencia el discurso, pues el país está aún por hacer, la sociedad por vertebrarse. Su pesimismo se acrecentará, no obstante y, en 1988, con motivo de la exposición antológica de su obra en Madrid, declaró: "Euskadi se recuperará en todo menos en lo cultural".

Oteiza
Tras la segunda edición de sus Ejercicios, en los que se ofrece una aguda reflexión sobre la muerte del arte, la necesidad de recuperar un modelo de pedagogía que mire al interior del hombre y una propuesta lingüística, en la que Oteiza ha estado trabajando en los últimos años, el pensador ha seguido estando presente en la sociedad vasca.

A esos conceptos lingüísticos se ha vuelto a referir Oteiza en su libro Cartas al Príncipe (1988), editado con motivo de la concesión del Premio Príncipe de Asturias de las Artes. Considera Jorge Oteiza, como lo entiende el antropólogo y lingüista Friedrich, de la Escuela de Chicago, que

"es posible el acceso a una lengua primitiva y su cultura pero sujetándonos rigurosamente a un método que consiste en la combinación de unas raíces supuestamente originales para la obtención de un vocabulario".

"Exactamente -afirma Oteiza- es el método que yo propongo como Operador etimológico en mi libro Ejercicios Espirituales (el Código Semántico al que me acabo de referir de Friedrich) y que yo utilicé 30 años antes en mi Propósito experimental para el estudio de mi escultura como lenguaje. Ni un sólo comentario en nuestro país sobre mi libro".

Con la llegada del proceso democrático, Jorge Oteiza, como otros muchos artistas, esperaba la creación de un clima de creación, debate y experimentación en libertad. El escultor, junto con otros artistas, mantuvo una reunión con el presidente del Consejo General del País Vasco, luego lehendakari del Gobierno Vasco, Carlos Garaikoetxea, para ofrecer su colaboración en una política del arte y para las artes. Oteiza denunciaría posteriormente, con firmeza y dolor, la frustración frente a aquellas expectativas. En 1985, Oteiza recibió el premio de la revista "Euskadi", como reconocimiento a su labor general en la cultura. Con este motivo, el escultor envió una carta abierta, en la que criticaba duramente la política cultural llevada a cabo por el Gobierno Vasco, lo que generó una auténtica convulsión en muchos ambientes.

Oteiza
En ese mismo año, Oteiza recibía la Medalla de Oro de las Bellas Artes y expresaba de nuevo su pesar y contrariedad porque su proyecto para la creación de un cementerio en Ametzagaña, en San Sebastián, no fuera aceptado por el Ayuntamiento de la ciudad, presidido por Ramón Labayen, quien fuera consejero de Cultura del Gobierno Vasco, y a quien Oteiza ha responsabilizado de forma especial del deterioro cultural de estos años. En 1988 recibe el Premio "Príncipe de Asturias de las Artes" y representa a España en la Bienal de Venecia, junto a la escultora Susana Solano. En este mismo año se da a conocer su nuevo proyecto, la creación de un centro cultural, en la Alhóndiga, de Bilbao, a propuesta del Ayuntamiento de la ciudad. El proyecto, conocido como "Cubo", representa una moderna construcción, ideada por los arquitectos Francisco Sáenz de Oiza y J. Daniel Fullaondo. Sin embargo el proyecto nunca se llevó a cabo al considerar la Junta Asesora del Patrimonio Monumental de Euskadi (adscrita a la Cosejería de Cultura) como Monumento Artístico el edificio de la Alhóndiga.

Én 1992 tomó la decisión de donar su fondo artístico y documental al Gobierno de Navarra. En 1996 Oteiza y el Gobierno de Navarra ratifican el acuerdo sobre el destino de su obra y se establecen los estatutos de la Fundación Museo Oteiza.

El Museo Oteiza cuyo proyecto arquitéctonico desarrolló Javier Sáenz de Oiza, abre sus puertas en Alzuza (Navarra) en abril de 2003.