Choirs

Orfeón Pamplonés

Tiene sus orígenes en el fundado en 1865 por Conrado García (del que fue director Joaquín Maya y subdirector Mariano García), y en el creado en 1881 con el título de Ateneo Orfeón Pamplonés; existió hasta 1887 y le sucedió otro que tuvo vida precaria. El actual Orfeón se constituyó el 27 de marzo de 1891 al ser nombrado director de él el maestro Remigio Múgica, que inmediatamente preparó medio centenar de cantores y al año siguiente concurrió a un Concurso de Orfeones en Bilbao, obteniendo tres primeros premios: el de lectura a primera vista, el de libre elección y el de la obra impuesta. Bajo la eficaz dirección de Múgica, que tuvo una duración de cincuenta y cuatro años -hasta 1946, en que abandonó el cargo por su avanzada edad-, logró veinticinco primeros premios más; el que hizo este número lo consiguió en 1919 en la capital de Bizkaia; con él cesó el ciclo de asistencia a concursos.

En cuantos conciertos desarrolló en el país y en el extranjero consiguió triunfos resonantes de público y crítica interpretando obras orfeónicas y con orquesta. Merecen nombrarse las siguientes, los directores que las condujeron y los años de interpretación que tuvieron por escenario Madrid: Misa de Beethoven, Arbós, 1927; El rey David, de Honegger, y Novena Sinfonía, de Beethoven, Saco del Valle y Ricardo Villa, 1931; Castilla, de Arámbarri, Magnificat y Misa en "Si" menor, de Bach, Misa de Beethoven, y fragmentos de El Mesías, de Haendel, Arámbarri, 1942 (bodas de oro del Orfeón).

Al cesar, en 1946, el maestro Remigio Múgica, le sucedió Martín Lipuzcoa; cuando sólo llevaba siete meses al frente de la Agrupación se desplazó con ella a Madrid; celebró tres conciertos: uno, a voces solas y los otros dos con la cooperación de la Orquesta Nacional dirigida por Argenta, en los que se escucharon la Novena Sinfonía, de Beethoven, y fragmentos de Los maestros cantores y Parsifal, de Wagner.

A Lipuzcoa sucedieron Juan Eraso y Pedro Pirfano que continuaron llevándolo en triunfo; resonantes los logros los años 1961 y 1962 en Oporto, Coimbra, Lisboa, La Haya y Amsterdam, en colaboración con la Orchestre Residentie, de La Haya, con su maestro titular Willem van Otterloo; figuraron en los programas, entre otras obras, la Misa de Requiem, de Verdi, y Juana de Arco en la hoguera, de Honegger. Esa gira fue triunfal y a las producciones programadas, el Orfeón, dirigido por Pedro Pirfano, añadió varias a voces solas; entre éstas interpretaron obras de carácter folklórico, zortzikos, jotas, sardanas, etc. De 1963 a 1967 realizó actuaciones, entre otras capitales, en San Sebastián (programó Variaciones Canónicas, de Bach-Strawinsky, Apparabit repentina dies, de Hindemitt, y Sinfonía de los Salmos, de Strawinsky); Burdeos; Madrid (interpretación de la Novena Sinfonía, de Beethoven); Granada; Valencia; San Juan de Luz (ejecuciones de Sinfonía de los Salmos, de Strawinsky, Salmos hungáricos, de Zoltan Kodaly, y Carmina Burana, de Carl Orff), y Barcelona (en programa La demoiselle élue y El martirio de San Sebastián, de Debussy).

En las obras que quedan enumeradas colaboraron las orquestas Sinfónica, del Conservatorio donostiarra; Sinfónica de Burdeos; Nacional de España; Sinfónica Levantina; de la Televisión Francesa; "Ciudad de Barcelona" y "Santa Cecilia", de Pamplona, y fueron dirigidas por los maestros Pedro Pirfano, Jacques Pemoo, Frübeck de Burgos, Charles Bruck y René Leibowitz. El Orfeón Pamplonés, con la existencia activa de la que son muestras las actuaciones que quedan enumeradas, ha cumplido en 1967, sus bodas de diamante. En octubre de 1968 fue nombrado director del conjunto coral pamplonés Carmelo Llorente. En 1990 era su director José Antonio Huarte Azparren. Han sido sus presidentes Conrado García, Jacinto Campión, Serafín Mata, Manuel Gil y Bardají, Juan San Martín, Antonio Millor, Nemesio Aramburu, Miguel Echarri, Joaquín Zubiria, Jorge Fernández, Baldomero Zulategui, Javier Arraiza, Mariano Arteaga, Angel Lazcano, Jesús Aranzadi, Hilario Etayo, Mariano Carlón y Joaquín del Olmo Basterrechea.