Mountain

OIARZABAL URTEAGA, Juan Eusebio

El proyecto de las siete cumbres. En 1982 subió hasta los 7.400 m. del Kangchuntse (7.640 m.). En 1983 ascendió al Aconcagua (6.957 m.). En 1984 el McKinley (6.194 m.). En 1985, su primer ochomil, el Cho-Oyu (8.201 m.). En 1987, su segundo ochomil, el Gasherbrun II (8.035 m). En 1987 subió hasta los 6.800 m. del Hidden Peak (8.068 m.). En 1988 el Monte Kenia. En 1988 por la Cara Norte hasta los 8.000 m. del Kangchenjunga (8.598 m.). En 1989 subió por el Pilar Oeste hasta los 8.350 m. del Makalu (8.465 m.). En 1990 por la Cara Suroeste hasta los 8300 m. del Everest (8.848 m.). En 1991 por la Cara Norte hasta los 8300 m. del Kangchenjunga (8.598 m.). Y desde 1992 hasta 1999 ascendió los ochomiles restantes.

Alcanzados los 14 ochomiles, uno de los próximos objetivos de Oiarzabal es coronar de forma consecutiva las siete montañas más altas de los siete continentes: Mt. Windsor (Antártida), Aconcagua (América del Sur), Elbruz (Europa), Mc Kinley (América del Norte), Everest (Asia), Carstensz (Oceanía) y Kilimanjaro (Africa). Este gran montañero vasco cree que, después de tanta hazaña aún hay muchísimas montañas para subir, en Mali, en Patagonia. Le gustaría subir también al Capitán y a una montaña tan carismática como es el Ama Dablan. Otro de sus proyectos es atacar al Pilar Este del Makalu en el 2002.

El Everest que hollaron los alpinistas alaveses Juanito y Juan Vallejo, en mayo del 2001, formaba parte del proyecto de las siete cumbres que ambos habían emprendido. En febrero ya ascendieron al Elbrus de 5.642 metros, la cima más alta de Europa. En mayo la más alta de Asia. Pero, Oiarzabal renuncia a su proyecto de ascender las siete cumbres más altas durante esta temporada del 2001. Las leves congelaciones que el alpinista vitoriano sufrió en los pies tras hollar el Everest le impiden intentar seguidamente el Mckinley, y a partir de agosto acometer el ascenso del Kilimanjaro, el Carstensz y el Mount Windsor.

El Everest sin oxígeno le ha marcado, cree que ha sido la ascensión más fuerte que podía realizar: subir por la cara Norte y sin botellas.

Anton ANASAGASTI ARANA