Territories

Navarra

Prácticamente hasta Iztueta -finales del siglo XVIII- nadie había hablado de las danzas y deportes vascos a pesar de ser ampliamente practicados por la población. Existe, por lo tanto, un desconocimiento casi absoluto de esa "prehistoria" de la que falta cualquier vestigio escrito. Esta situación se corrige en Vizcaya y Guipúzcoa cuando la industrialización crea un aumento del poder adquisitivo general. Coincide además, con el crecimiento de la idea nacionalista que da un cambio sustancial a los conceptos de raza, tradiciones y costumbres. La masa comienza a entender su singularidad como pueblo y la riqueza que encierran unos deportes peculiares practicados casi exclusivamente por ese mismo pueblo. Sin embargo, en Navarra, la situación de marginación se prolonga casi hasta nuestros días. Cuando en la década de 1930 los aizkolaris guipuzcoanos -Arria, Keixeta...- se enfrentan a los navarros, éstos son prácticamente desconocidos para los medios de información y se les designa por el nombre del pueblo del que proceden. Pero la falta de referencias escritas no nos oculta la casi segura realidad de cómo se desarrolló el deporte autóctono en siglos anteriores en Navarra.

El corte de troncos con hacha -el aizkolarismo- es la modalidad central en el antiguo Reino. Los profundos bosques que cubrían su territorio crearon una industria maderera mantenida por incontables cuadrillas de carboneros y leñadores. Cuando llegaba el domingo, estas cuadrillas repetían en competición, en un claro del bosque, lo que era su trabajo diario de trocear árboles. El primer campeón navarro en esta especialidad es Ecequiel Arano, indiscutible primera fila entre los años 1920 y 1928. Pero su nombre no trasciende, como tampoco los de otros navarros, hasta el 5 de marzo de 1950, cuando en la Plaza de Toros de Donostia, se organiza el Campeonato de la modalidad, quedando clasificados en primer lugar Martín Garciarena y Juan Baleztena. Sus tiempos, sobre troncos de 60 pulgadas, fueron de 39' 44" 1/5 y de 42' 56" respectivamente. Llega luego el gran Latasa, de Sumbilla, a quien sucederán Beracoetxea y Patxi Astibia.

En la década de los ochenta el campeón indiscutible es Mikel Mindeguía, ininterrumpido campeón de Euskadi, desde 1979 a 1987. El levantamiento de piedra, -harrijasoketa-, prácticamente inexistente en Navarra hasta fecha reciente, ha encontrado en Iñaki Perurena, el joven leizatarra, el atleta cuyo récord está en levantar la piedra de 315 kilos. Es sin duda alguna, el fenómeno indiscutible del deporte rural vasco y el que ha propagado la belleza y espectacularidad de la especialidad en los más apartados lugares. Otro hombre que sigue sus pasos es Gabriel Saralegui, igualmente de Leiza. Los "korrikalaris" o andarines de larga distancia son un producto típico de Navarra. Llenan el siglo que va desde la segunda guerra carlista a la década de 1970, en que prácticamente desaparecen ante el auge de las carreras pedestres populares.

Aquel andarín de las viejas fotografías -alpargatas, calzón a media pierna, camisa de paño y llevando un palo en la mano- es un genuino representante navarro de la especialidad, que tuvo sus mejores representantes en la familia Jaunagorri, de Betelu, entre 1900 y 1935. Los trayectos más famosos, como la subida a Azpiroz o el larguísimo Tolosa-Pamplona, se dan prácticamente en territorio navarro y de los pueblecitos próximos al Aralar surgen los mejores korrikalaris, como Francisco Echarri, de Arruiz, conocido como "Napar-Zarra", José Zabaleta y Vicente Erro. Las pruebas de arrastre con bueyes, el corte de hierba en competición, los bolos o la toca son modalidades deportivas muy extendidas en la vecina Guipúzcoa, pero cuya práctica desaparece una vez cruzada la muga del Bidasoa.

Fermín Oyaga imparte la primera clase de Judo en Navarra el 4 de noviembre de 1957 y crea la infraestructura del judo navarro. Dependiente de la Federación Guipuzcoana, en un principio, se crea la Navarra en enero de 1959. En 1973 se inicia la práctica del Kárate, en 1975 el Taekwondo y en 1976 el Aikido. El club navarro Idoyaga recibe en 1987 la medalla al mérito deportivo, concedida por la Federación Española de Judo. Dentro de la disciplina del Taekwondo, Elena Navaz es la más destacada, siendo campeona de navarra en 1984 y 87, subcampeona de Europa en 1987, alcanzando la medalla de oro en el Campeonato Internacional de Barcelona de 1985. Otros taekwondokas destacados son Juana Usurbil, María Galindo, Juan Ramón Muñoz, María Angeles Jiménez e Idoia Jiménez. En cuanto al Judo, con un mayor número de practicantes, hay que destacar sobre todos a Javier Fernández Lascoiti y Patxi Chocarro. El primero resultó vencedor en los dos encuentros frente a Francia en el año 1973 y el segundo fue medalla de bronce por equipos en el Campeonato del Mundo Universitario de 1974.

Las primeras manifestaciones atléticas en Navarra provienen del mundo rural, concretamente de las diferentes apuestas de korrikolaris navarros, entre ellos, contra sus vecinos guipuzcoanos y en menor medida, vizcaínos. Los Juanagorri familia de korrikolaris navarros, con origen en la localidad navarra de Betelu, estuvieron presentes desde finales del siglo XIX hasta aproximadamente 1908. La aparición de Francisco Etxarri "Naparzarra", el más famoso "lasterkari" de principios del siglo XX y quizás de la historia, marcó el final de la saga de los Juanagorri. Naparzarra, que provenía de la localidad de Arraiz, realizaría fantásticas apuestas contra diversos corredores vascos consiguiendo en la mayoría de los casos asombrosas victorias seguidas por multitud de entusiastas seguidores. Sus más famosas carreras fueron la protagonizada frente a los Juanagorri, padre e hijo, en 1908 con victoria del primero, la derrota frente al francés Neven en 1907 y ante 10.000 espectadores, o su victoria en la carrera Valencia-Sagunto en 1910. En la década de 1910-20 emigró a América sin mucha fortuna regresando pocos años después.

Las primeras referencias a pruebas atléticas celebradas en Navarra con distancias olímpicas se dan el 28 de abril en 1909 con la celebración de alguna carrera y alguna prueba de saltos en Pamplona. Aunque el retraso frente a Guipuzcoa y Vizcaya es enorme en la década de 1920, se funda la primera federación navarra de atletismo, concretamente en 1923. Su vida es efímera ya que desaparece 3 años después habiendo organizado apenas 3 campeonatos navarros de cross y 2 al aire libre. El mayor éxito de estos años es el tercer puesto por regiones en el campeonato de España de cross de 1926, superando a guipuzcoanos y vizcaínos.

En 1927 el atletismo prácticamente desaparece y no es hasta los primeros años de la década de los 40 cuando resurge tímidamente bajo el auspicio del Frente de Juventudes. Los resultados son pobres a excepción de los éxitos de los Quadra-Salcedo, si bien estos se formaron deportivamente en Madrid.

En 1952 se inaugura el estadio Ruiz de Alda con ocasión del Campeonato de España juvenil. A partir de este momento y con la construcción de una instalación atlética permanente, el atletismo navarro irá creciendo poco a poco hasta que en 1958 se crea, de nuevo, la federación navarra de atletismo.

La década de 1960 coincide con la creación del club Caun que durante casi 20 años dominó el atletismo foral con grandes atletas como Riezu, José L. Hernández, Sarrasqueta, Mugiro, Negro, Sánchez Sacristán...subiendo sus 2 equipos, tanto masculino como femenino, a 1ª división. Surgen los primeros atletas internacionales y se conquistan las primeras medallas en campeonatos de España absolutos.

En 1980 surge el Pamplona Atlético tras la desaparición del Caun siendo a partir de entonces el club navarro más destacado, superando lo conseguido por su predecesor. Atletas como Carlos Esparza, Reinares, Vallejo, Monreal, Romera, Mendia, Teresa Iriarte, Ferrer, Lora, Mariezkurrena forman parte de la historia del atletismo navarro de finales del sigo XX y principios del XXI. En 1981 se construye la primera instalación atlética con material sintético en la localidad de Burlada, para en 1989 inaugurarse la remodelación del antiguo Ruiz de Alda (actual estadio Larrabide) una pista de 8 calles en la que el atletismo navarro se desarrollará a su máximo nivel. Durante los años 90 se baten prácticamente todos los récords navarros absolutos y el atletismo foral da un gran salto cualitativo rivalizando de tú a tú con las antiguamente más poderosas Guipúzcoa y Vizcaya. Navarra aporta sus primeros atletas olímpicos con la presencia de Íñigo Monreal y Marta Mendia, ambos por partida doble, en Atlanta y Sidney y Sidney y Atenas, respectivamente.

LBL / 2008

Uno de los propulsores del baloncesto en Navarra, es el P. Belio, escolapio, que introduce su práctica en los patios colegiales. Cuando en 1946 se fundó la Federación Navarra aparecen los primeros equipos, siendo pioneros Argaray y Oberena, a los que siguen Alegría y Aldapa. Hay que destacar en esta primera etapa a preparadores como Arina, Cabaña y Vidaurre, siendo Josetxo Rosain, del Argaray, una de las primeras figuras del baloncesto navarro en sus inicios. Ya en la década de los setenta son equipos punteros Natación y Calasancio surgiendo nuevas figuras como García Undiano o Archanco. También aparecen entrenadores de reconocido prestigio como Astrain, Abaurrea y Miguel Santos y jugadores de la calidad de Zurutuza, Etayo, Iruretagoyena o Urtasun. Precisamente al final de los setenta tiene lugar en Pamplona la fase final de la Copa del Rey, con victoria del Barcelona sobre el Tempus en el último encuentro.

Jesús M. López Sanz, es el introductor del balonmano en Navarra, hacia la mitad de los años cincuenta, siendo Oberena, Amistad, Boscos y Anaitasuna los pioneros de la especialidad. Beti Onak, San Antonio y Anaitasuna son los equipos que han figurado en la máxima categoría del balonmano español, aunque el primero de ellos tan solo durante una temporada. Contrariamente, el San Antonio lo ha hecho en 9 temporadas y el Anaitasuna en 14. Entre los varios jugadores navarros de categoría internacional hay que citar a José Luis Hualde y Mintxo Ibarrola. Por su parte Mateo Garralda, Iñaki Mañas y Angel Zabalza han alcanzado la internacionalidad "junior" mientras que Pili Fuentes y Mari Mar de la Torre, lo han hecho como "seniors". En categoría femenina los equipos navarros más destacados son Oberena, Hilarión y Tafalla.

Hacia la mitad de la década de los cuarenta se inicia la práctica del beisbol en Navarra, siendo los primeros equipos Oberena, Iruntxiki y Montejurra, siendo el primero de los citados quien domina en esta etapa inicial. En 1947 se produce un hecho trascendental en la historia del beisbol navarro. Se trata de la fundación por parte de un grupo de aficionados con José Aguadero al frente del club Aldapa, que interviene por vez primera en 1948 y que será el equipo puntero hasta 1970. Son más de veinte años en los que Aldapa representa a Navarra en competiciones nacionales. Otros clubs de menor entidad, aunque también han influido son Cordovilla, San Fermín, Sabalza, que han colaborado brillantemente en el hecho de que el beisbol navarro pueda considerarse como el segundo a nivel estatal, detrás del catalán. Al final de los años sesenta comienza la actividad de este deporte en el seno del colegio Irabia, dando pie a la formación del Atlético Deportivo Irabia que participará en el Campeonato de España a partir de 1970, alcanzando el más brillante palmarés del beisbol navarro, en todas las categorías, constituyendo una de las mejores canteras de España.

En 1974 se funda el Rotxapea y en sus diez años de vida se constituyó igualmente en rica cantera. Un año más tarde, en 1975, surge la sección de beisbol dentro del C. D. Pamplona convirtiéndose también en un club importante a nivel no sólo navarro sino nacional. Finalmente, en los últimos años se incorporan a la competición el C. B. Arga, Amaya y S. D. Lagunak. Una persona clave en el nacimiento y difusión del beisbol navarro es el citado José Aguadero, Presidente de la Federación Navarra desde 1949 a 1981. Ha sido jugador, entrenador, árbitro y directivo siendo ejemplar su dedicación al beisbol. Una trayectoria igualmente digna de aplauso es la de Miguel A. Pozueta, que ocupa la presidencia a partir de 1981. Hay que destacar el hecho de que los logros obtenidos pueden considerarse aún más meritorios habida cuenta la falta de instalaciones adecuadas hasta 1979.

  • Algunos datos sobre el Beisbol Navarro

Títulos conseguidos. Infantil Clubs: 3 subcampeonatos de España (Aldapa Txiki, 1966, Sabalza, 1968, La Salle, 1972). Infantil Selecciones: 2 campeonatos de España (1980-1982); 2 subcampeonatos España 1984-1985). Cadete Clubs: 1 Campeonato de España (Irabia, 1981); 6 Subcampeonatos de España (Rochapea 1976, Irabia, 1975, 78, 82, 84, 85). Cadete Selecciones: 1 Subcampeonato (1986). Juvenil Clubs: 3 Campeonatos de España (Irabia 1979, 80, 87); 5 Subcampeonatos de España (Aldapa 1972, Pamplona 1975, Irabia, 1983, 84, 86). Selecciones Juveniles: 1 Subcampeonato de España (1984). Seniors Clubs: 2 Subcampeonatos de España (Aldapa 1954-59); 3 Campeonatos España 2.ª Div. (Cordovilla 1965, Aldapa 1963-66); 5 Subcampeonatos España 2.ª División (Amaya 1987, Aldapa 1962, 64, 70, 73); 3 Subcampeonatos Copa Rey 1.ª Div. (Irabia 1981, 82, 83).

Jugadores Internacionales. Cadetes: Fernando Suescun, Javier Elizari, Juan C. Esain, Carlos León, Emilio Gómez, Ricardo Casi. Juveniles: Ricardo Abete, Amador Pintor, Emilio Gómez, José Palacios, Roberto Lizatraga, José J. Leache, José L. Góngora, Andrés Rodríguez, Pedro Aznarez, Javier Martínez, Martín Rodríguez, José Ana, Roberto León. Senior: Juan Sanz, Antonio Burgos, Vicente Extremera, Bienvenido León, Carlos León, Juan C. Esain, Luis Arza, José L. Gongora, Juan M. Martínez Sagardoy. Técnico Selección nacional Juvenil y Cadete: Ricardo Abete. Sofbol: Tere García. Distinciones Nacionales: José L. Góngora, mejor jugador español 1985. Juan M. Martínez, mejor jugador español 1986. Premios Internacionales: José L. Góngora, mejor Bateador Cto. Europa Juv. 1985. José L. Góngora, mejor Bateador Cto. Europa Juv. 1986.

Terrenos de juego. 1979: Campo de Irabia. 1987: Campo de Burlada.

A pesar de que el boxeo haya arraigado tiempo atrás en la vecina Guipúzcoa, especialmente gracias al mítico Paulino Uzcudun, hay que esperar a la postguerra para presenciar combates en Navarra con cierta continuidad. A partir de 1940 aparecen figuras como Erice, Siboney, Ganuza y Cayo Pina. Posteriormente les seguirán los Larrazu, San Román y Torres Arbizu, siendo el frontón Euskal-Jai el escenario habitual de sus peleas.

Tanto por el clima como por su geografía, Navarra reúne excelentes condiciones para esta especialidad deportiva. Dado el gran número de licencias, como sucede en las provincias limítrofes, la caza es cada vez más escasa, especialmente la caza mayor. Dentro de este apartado las especies más importantes son el jabalí, ciervo, venado y especialmente zorro. En la caza menor destacan la codorniz, perdiz, becadas y patos. Por sus especiales características, hay que reseñar las muy visitadas palomeras de Echalar.

Aunque la lista debiera ser mucho más extensa, estos son los nombres más brillantes del ciclismo navarro, con indicación de algunos de sus triunfos. Jesús Galdeano (Campeón España Montaña 1935, Campeón Vasco-Navarro Montaña 1935). Jesús Galdeano (2.ª Vta. País Vasco 1956, 1.º P.º Montaña Vta. Andalucía 1955, 1.º Gran P.º Torrelavega 1955). Ignacio Orbaiceta (1.º en Circuito de Pamplona 1942-1944-1945, Campeón de España Fondo en Carretera 1944). Félix Vidaurreta (1.º Subida Aránzazu 1948), Hortensio Vidaurreta (1.º Gran P.º Sardinero 1948, 1.º T.º Masferrer 1953, 1.º Vuelta Andalucía 1957, 1 .º Subida Arrate 1952). En Campeonatos por Regiones en 1948 y 1949, Aguirrezabal y los Hnos. Vidaurreta se proclaman subcampeones de España, representando a la Federación Vasco-Navarra. En 1954 se obtiene idéntica clasificación, ya como Federación Navarra, con la sustitución de Aguirrezabal por Galdero.

En cuanto a pruebas clásicas dentro del calendario ciclista hay que consignar en primer lugar "La Vuelta a Navarra" surgida en 1941 por iniciativa de "El Pensamiento Navarro". Sin embargo, tan solo se realizan dos ediciones y habrá que esperar hasta 1962 para asistir a su resurrección y asentamiento. Más dilatada historia tiene el Circuito de Pascuas cuya primera edición se remonta a 1924 en la que resultó vencedor Remigio Loroño sobre 60 kms. a una media de 27,152 kms. hora. En esta prueba alcanzaron la victoria entre otros navarros Larruy, Ignacio Orbaiceta, Fermín y Hortensio Vidaurreta, J. L. Mañeru, Jesús Galdeano, A. Ciordia, J. M. Chasco y Carmelo Echevarría. Casi a la par que el Circuito de Pamplona nace La Vuelta al Baztán que celebra su primera edición en 1925, con victoria de Jacinto Meca. Finalmente La Vuelta al Bidasoa inicia su andadura en 1958 con triunfo de Nicolás Iparraguirre en la general y de José María Errandonea en la Montaña.

En 1948 se inician las actividades espeleológicas, visitando preferentemente cuevas y simas de Urbasa. En 1953 la Diputación Foral crea la Sección de Espeleología de la Institución Príncipe de Viana que inicia inmediatamente su actividad, no interrumpida con el paso de los años. En el catálogo espeleológico de Navarra hay que destacar como zonas de mayor interés Aralar, Andía, Leire, Illon, Nabascués y Larra.

Aralar fue el primer escenario de esta especialidad deportiva, por iniciativa especialmente de un club guipuzcoano, el Ski Club Tolosano, que contaba con no pocos socios navarros. Desaparecido este club en 1914, se incrementa en Navarra el interés por el deporte blanco que cuenta con el decidido apoyo del club "Montañeros de Navarra". En 1945 se abren las pistas de Candanchú, lo que propicia la expansión del esquí, celebrándose los primeros campeonatos navarros de la especialidad en las pistas de Ibañeta, en 1947.

JFC

Los balbuceos del fútbol en Pamplona podemos situarlos en los primeros años del s. XX, ya que hacia 1905 las "partidas" de "foot-ball" son espectáculo habitual en la Media Luna y en la Vuelta del Castillo. Hacia 1907 nace el Pamplona F. C. y en el programa de San Fermín de 1910 se anuncia un "Gran Concurso de Foot-Ball y Fiestas Sportivas, organizadas por la Sociedad Pamplona F. C." Un año más tarde aparece el Racing Club Pamplonés y poco después siguen sus pasos los Puching, Amaya, Rayo, La Sportiva... Cunde el ejemplo en la provincia y pronto cuentan con equipos Estella, Alsasua, Olite, Tudela y Tafalla. El 17 de noviembre de 1920 se funden los pamplonicas Sportiva y New Club, naciendo así el Club Atlético Osasuna, acertado apelativo, poco común en la época, en la que dominan las denominaciones de origen británico.

En la temporada 1921-22 se inaugura el campo de San Juan, en cuyo césped Osasuna disputa con éxito torneos de carácter regional, alcanzando en la temporada 23-24 el título de Campeón de la Serie B, encuadrado dentro de la Federación Guipuzcoana. En la temporada 1927-28 se crea la Federación Navarra de Fútbol, cumpliendo una vieja aspiración de la afición navarra. Al iniciarse un año más tarde el I Campeonato de Liga, Osasuna aparece encuadrado en 3.ª División. Al finalizar la temporada 1931-32, se cumple el sueño de los seguidores rojillos y Osasuna asciende a 2.ª División. Sigue una etapa de asentamiento y poco a poco el club pamplonica compite con los más potentes conjuntos del país, llegando a eliminar del Campeonato de Copa de 1934 al Atlético de Madrid. Luego de tres años de permanencia en Segunda, Osasuna se proclama campeón y asciende a 1.ª División. El entrenador es Emilio Urdiroz y el equipo base está formado por Urreaga, Bolico, Recarte, Valentín, Cuqui Bienzobas, Ruiz o Urdiroz, Castillo Julio Iturralde o Juaristi, Vergara, Paco Bienzobas y Catachú. Un año más tarde vuelve el equipo a Segunda y en la misma categoría milita al reanudarse la competición tras el paréntesis de la guerra civil (1936-39).

Siguen años difíciles rozando el descenso a Tercera en la temporada 42-43, amenaza que se consuma un año más tarde. El reingreso en Segunda se produce en la temporada 48-49 y cuatro años después el soñado ascenso a Primera. Tan solo un año entre los grandes del fútbol nacional, aunque pronto puede competir Osasuna con ellos al clasificarse en la Liga 1955-56. Sigue una brillante etapa con excelentes clasificaciones, consiguiendo una quinta plaza en la temporada 1957-58. Nuevo descenso en la 59-60, para volver a ascender en la 61-62. Efímera permanencia de nuevo, iniciándose en este momento una de las más difíciles etapas en la historia osasunista. Acuciado por graves problemas económicos vende el club su viejo Campo de San Juan. Con los 40 millones de la venta la directiva se propone crear un nuevo estadio y diversas instalaciones, inaugurándose el flamante estadio del Sadar el 2 de septiembre de 1967, con tan mala fortuna que en la misma temporada se desciende a 3.ª División. Se suceden ascenso y descenso nuevamente y las Bodas de Oro, celebradas en la temporada 70-71 con gran brillantez, presentan a un equipo en Tercera.

Sigue esta trayectoria Osasuna hasta llegar a la temporada que puede considerarse clave, la de 1976-77, que marca el fin de la crisis. Se asciende a Segunda y luego de tres temporadas de asentamiento, tanto en el terreno deportivo como en el económico, se asciende a Primera División. Sucede en la temporada 1979-80, luego de diecisiete años de ausencia de la máxima categoría. No consigue clasificaciones brillantes en los años que siguen, consiguiendo en algunas ocasiones eludir "in extremis" el descenso de categoría. En la temporada 1986-87, tras la desafortunada experiencia del "play-off" la situación llega a ser muy comprometida, al jugarse una liguilla de descenso entre Osasuna, Cádiz y Racing de Santander. En el último encuentro, dramático encuentro, vencen los osasunistas al equipo cántabro por 2-0, participando de nuevo en el torneo liguero 87-88 en la máxima categoría.

Esta es la relación de equipos navarros que han participado a lo largo de la historia en competiciones de Categoría Nacional, al margen del C. A. Osasuna. Alesves (Villafranca), Alsasua, Azkoyen (Peralta), Burladés, Castejón, Cirbonero (Cintruénigo), Corellano, Chantrea (Pamplona), Egües, Iruña (Pamplona), Izarra (Estella), Oberena (Pamplona), Osasuna Promesas, Peña Sport (Tafalla), Ribaforada, San Juan (Pamplona), San Adrián, Sangüesa, Tudelano y Urroztarra. Han vestido la camiseta de la selección nacional en diversas categorías los siguientes jugadores navarros: Esteban Areta, Juan Arza, Pedro Arozarena, Eugenio Bustingorri, Genaro Celayeta, Julio Antonio Elícegui, José Glaria "Glaría I", Francisco Glaría "Glaría II", Javier Glaría "Glaría III", Jesús Glaría "Glaría IV", Severiano Goiburu, Juan Antonio Goicoechea, Fermín Gordejuela, Iñaki Ibáñez, Jaime Lazcano, Rafael Pérez "Marañón", Enrique Martín, Félix Ruiz, Jesús Mari Satrústegui, Juan Carlos Unzué, Pedro Mari Zabalza, José Antonio Zaldúa, Ignacio Zoco.

Los introductores del Golf en Navarra son Oscar Gortari, Felipe Huarte, Joaquín Vila y Fernando Redon, iniciándose su práctica en abril de 1965. Tan solo existe una instalación para su práctica en todo el territorio foral, siendo ésta la del Club de Golf de la Ulzama. Cuenta con 9 hoyos, pero se prevee que para 1989 llegue a 18, condición ineludible para la organización de campeonatos de categoría internacional. El único navarro con categoría internacional es Javier García Mayoral, subcampeón de Europa por equipos nacionales. Otros jugadores destacados son Guillermo Sarasibar, Kiko Goñi, Javier Taberna, Hermoso Odériz y Fermín Irojo. Ana María Larrañeta con tan solo doce años figura en séptimo lugar en el "ranking" español.

Fernando Oroz es el impulsor del uso de pesas, dentro de la rama del culturismo hacia 1965. Dos años más tarde se inicia la práctica de la halterofilia propiamente dicha y por iniciativa de la Federación Guipuzcoana nace el club Beti Gazte. Le siguen el Calatrava de Fitero y el Anaitasuna, en cuyas filas se integran gran parte de los componentes del Beti Gazte. Entra en liza el Club Natación que se ha convertido en el Patronato Gazte Berriak en Ansoain. A nivel de selección hay que destacar la medalla de bronce conseguida en el Campeonato de España de 1984. Por equipos siempre ha sido Anaitasuna el que ha conseguido más altos logros, como el cuarto puesto en el Campeonato de España de Clubs. En el plano individual el primer atleta participante en el Campeonato de España fue Andrés Piñar. Pero sin duda alguna la máxima figura de la halterofilia navarra ha sido Dionisio Muñoz, que comenzó en Anaitasuna, con Fernando Oroz como entrenador. Al pasar a la residencia Blume consigue en poco tiempo batir todos los records dentro de su categoría de 56 kgs. Alcanzó un cuarto puesto en arrancada en el Campeonato de Europa, sexto en las Olimpiadas de Los Angeles y quinto en el Campeonato del Mundo.

Aunque ya a fines del siglo XIX existe un importante núcleo de vasco-navarros aficionados al montañismo, hasta el 18 de mayo de 1924 no se constituye la Federación Vasco-Navarra de Alpinismo, por iniciativa de Antxon Bandrés. En 1926 existen en Navarra cinco sociedades y aparece la publicación "Pyrenaica". En 1934 comienza sus actividades el club "Montañeros de Navarra" que sobrevive a la guerra y en 1942 nace el C. D. Navarra que, junto a la sección de Montaña del Oberena y al C. D. Irrintzi, son los únicos clubs navarros de la especialidad. Paralelamente a estas actividades aparecen suplementos de prensa y publicaciones diversas dedicadas a la montaña. En 1956 aparece un Catálogo de Cimas de gran utilidad, publicándose en este mismo año una guía de itinerarios de montaña. Aunque los comienzos de la escalada en Navarra se remontan a 1902 con la ascensión al Cantero de Echauri hay que esperar hasta 1946 para que la Delegación Vasco-Navarra de Montañismo convoque el primer cursillo de escalada.

En 1956 Armando Tellería escala el mejicano Orizaba de 5.750 m., mientras Javier Nagore y José Luis Los Arcos lo hacen con el Ras Timedouin de 2.305 m. en Argelia. En 1971 se organiza la expedición navarra al Hoggar (Argelia). José Antonio Pérez de Satrústegui escala el Toubkal en 1973, que con sus 4.665 m. es el pico más alto del Atlas, hazaña que también culminarán poco después Antonio y Daniel Bidaurreta con Mertxe Azanza. También en 1973 se realiza una expedición navarra a Groenlandia. En 1975 se organizan expediciones al Sahara, al Kenia y al Kilimanjaro y un año más tarde al Shakaur (7.116 m.) en Afganistan. En 1977 tiene lugar una nueva expedición al Hoggar y en 1978 de nuevo al Atlas, así como a Afganistán y los Andes, intentando Daniel Bidaurreta ascender al pico Lenin de 7.134 m.

Con la ascensión al Dhaulaghiri (8.172 m.) se consigue el récord del montañismo navarro hasta esa fecha y en 1980 se organizan expediciones al sur de Marruecos, a los Andes, Alto Atlas y Jannu en Nepal. Una de las figuras más importantes del montañismo navarro es Xabier Erro que hasta 1980 tiene en su haber 35 ascensiones al Popocatepet] (5.450 m.), 12 al Ixtlaccihuadl (5.350 m.), 10 al Orizaba (5.750 m.), 5 al Pico del Ventorrillo (5.100), 15 al Pico Mayor del Nevado de Toluca (4.800) y todos los picos que sobrepasan los 4.000 m. en Méjico. En 1976 llega a los 7.000 en el Aconcagua ascendiendo al Nevado Chopicalqui (6.400) un año más tarde. Otras conquistas suyas son el Cerro o Volcán de Agua (4.200), Pico de la Cresta (5.400), el volcán Cotopaxi (6.005 m.) y en 1979, en compañía de Martín Zabaleta el Cerro del Cuerno (5.500 m.), el Pan de Azúcar (5.400) y de nuevo el Aconcagua.

Entre otros cabe destacar: Jesús Azpilicueta, record navarro de 100 m. en 1933; José Luis Ollo, campeón nacional de travesía en 1945; Ana María Sancena, campeona nacional de salto de trampolín en 1954; Ignacio Usechi, récord vasconavarro en 100 m. libres y 100 y 200 mariposa entre 1957 y 1960; Miguel Angel Irañeta, récord vasconavarro en 100 m. libres y 200 espalda entre 1965 y 1968; Ricardo Aldave, finalista olímpico en 100 m. espalda en 1984; Rosa Izu, campeona nacional de 200 braza en 1983; Amaya Garbayo, décima en los Juegos Olímpicos de Seúl en relevos 4x 100 estilos; Iñaki García Neil, campeón de España en 50 y 100 m. en 1988 (Ref. Gran Enciclopedia de Navarra).

cambie vuestra decisión de ser feliz".

Como sucede en otro deporte, el Beisbol, se da la circunstancia de que mientras en Navarra presenta un brillante historial, su práctica es casi nula en las provincias hermanas de Alava, Guipúzcoa y Vizcaya. Aunque la afición se remonta a años anteriores, es a partir de 1958 cuando queda constancia de la actividad en esta interesante modalidad deportiva. Se celebra este año el I Circuito que al igual que en la segunda edición, se celebra en la calle de San Fermín de la capital Navarra siendo el catalán Guillermo Gómez el primer vencedor, mientras Oberena se apuntaba el título por equipos. Los escenarios varían, aunque la Avenida de Carlos III es el habitual en la primera etapa de los Circuitos. En los años comprendidos entre el 70 y el 73 la competición se traslada a Estella y Tafalla para volver de un modo casi definitivo a la Avda. de Carlos III pamplonesa. Refiriéndonos exclusivamente a los triunfos alcanzados por patinadores navarros en este circuito hemos de mencionar a Miguel Asenjo (1959), Jesús M. Navarro (1960), Primitivo Asenjo (1963), (1964), (1966), (1968), (1969), Felipe Mnez. de Lizarrondo (19701971). Juan A. Mnez. Goñi (1971), (1972).

Todos los que anteceden en categoría masculina, para alcanzar el Campeonato en categoría femenina M.ª Josefa Delgado (1959), Inmaculada Tellería (1960) y Arantxa Ureta (1970). Por lo que a equipos se refiere hay que constatar los triunfos de Oberena (1958), San Antonio (1959), Kins (1964) y San Antonio (1969), (1971), (1972).

  • Federación

La Federación Navarra de Patinaje fundada en 1954 ha sido presidida sucesivamente por los Sres. Arbide, Azcona, Zapatería, Pío San Nicolás, Ignacio Galobart, Andoni Santamaría, Faustino Sos, Antonio Mongay, Manuel Suescun y Pello Illundain. La Federación ha organizado al margen de numerosos campeonatos de España los de Europa de Gran Fondo (1962) y los de Europa Juvenil (1981-1985).

Internacionales. Pedro Sarasibar, Daniel Sánchez, Luis F. Saenz, Sergio Ugarte, Alicia Elizalde, Natxo Saenz y Arantxa Arbeloa. También tiene categoría internacional el Juez Manolo Suescun.

  • Fichas y Clubs

En la temporada 1986 se contabiliza un total de 1.494 fichas repartidas como sigue: Carreras (464), Hockey (249), Patinaje Artístico (221) y Escuelas Municipales (560). En cuanto a los clubs existentes al finalizar el año 1986 son los siguientes, encuadrados en sus respectivas especialidades: Carreras: A. D. San Juan, Aralar Mendi, Ardoy Cizur Mayor, Club Cotup Orvina, Sporting San Jorge, U. D. Chantrea, C. D. Amaya y C. P. Tudelano. Hockey: Peña Beterri, Colegio El Redin, Ikastola San Fermín, C. A. Osasuna y C. D. Lourdes. Carreras-Hockey: S. D. Lagunak-Barañain, Juventud San Antonio. Artístico: C. D. Tudela, A. D. Noain, C. P. Castejón, C. P. Murchante y C. P. Spari.

  • Hockey sobre patines

Casi coincidiendo con la formación de la Federación se inicia la práctica del Hockey sobre patines en Navarra en 1955. Y aunque la especialidad de carreras siempre fue la que con mayor asiduidad se practicó en Navarra también existen clubs que dedican atención especial a la especialidad, aunque no se hayan alcanzado las cotas logradas por guipuzcoanos y vizcaínos.

El "Jeu de Paume" o "Juego de Palma" alcanza gran difusión a lo largo de la Edad Media, especialmente en Francia, Inglaterra, Italia y en todo el País Vasco. Estima Javier Aguirre Zabaleta que puede considerarse a este juego como embrión de otros varios y entre ellos los de Largo y Rebote, que son los más practicados por los vascos. Llegará más tarde el "juego a ble" o "juego de frontón". Luis I de Navarra y X de Francia, llega a Pamplona en 1307 donde se aficiona al juego de la pelota, introduciendo más tarde su práctica en la corte francesa. Se sabe que en 1562, en Sangüesa, ya existía un juego de pelota en casa de Juan de Güesa y Florencio Idoate nos da noticia de los partidos celebrados en la Pascua de Resurrección por los hermanos Mauleón de Sangüesa, contra Juan de Cáseda y Juan de Lumbier. Por otra parte es bien conocida la afición de este juego en el seno de la familia de San Francisco Javier y de un partido disputado en Sangüesa en 1581.

Puede afirmarse que el primer pelotari, considerado como tal, procede de la Baja Navarra y se llama Domingo de Azpilicueta del que se sabe que hacia 1570, juega con el Rey Enrique III de Navarra. Un siglo más tarde llegan a Pamplona los jugadores Juan de Amigo y Vicente de Lesaga, a los que se trata con el título de Don. La práctica del juego de pelota es casi exclusiva de los hidalgos de Pamplona, aunque también las gentes llanas juegan en las calles de los pueblos. Se tienen noticias muy precisas del partido disputado en Pamplona entre cuatro guipuzcoanos y cuatro navarros del Baztán. La pelota es muy pesada (226,80 gramos) y la victoria es para los forasteros con gran disgusto de los espectadores. Se producen diversas prohibiciones por los altercados callejeros que produce el juego, pero la afición va creciendo y en 1777 los regidores de Pamplona deciden construir un juego de Trinquete a espaldas de la Casa de Misericordia.

En la localidad guipuzcoana de Oyartzun se juega el 18 de octubre de 1796 un partido entre el Estudiante de Aranaz y "Uno de Sara" contra Simón el Navarro y Perkain, partido que se suspende por orden del Alcalde de la Villa ante el crecido número de apuestas cruzadas. Citamos la anécdota, ya que muchos tratadistas consideran esta época como inicial en la moderna historia de la pelota y a Perkain como el primer pelotari, con las características del juego actual. El primer partido del que se tiene noticia dentro del "juego a ble" tiene lugar en Pamplona en el año 1851, entre Urchalle y Ocón. Inicialmente la cuenta del juego se contabiliza por juegos, pero a partir de 1905 se hace por tantos. Nunca hasta estas fechas se habla de especialidades y es el 4 de febrero de 1906, cuando se anuncia un "Gran Partido de Pelota a Cesta y Remonte". Otra fecha histórica para la pelota navarra la constituye la inauguración del Frontón Euskal-Jai de Pamplona que tiene lugar el 24 de enero de 1909, venciendo los guipuzcoanos Pasieguito y Gamborena a los navarros Astiz y Murillo por 50-40. Durante siete décadas concentrará el Euskal el interés de la afición navarra y al final de la década de los setenta dará paso al nuevo Euskal-Jai con una modélica instalación.

Sería interminable una relación de pelotaris por especialidades, pero reduciéndonos a dar una breve lista de los más destacados en cada una de ellas nos encontraremos con grandes campeones. En la especialidad de mano nos encontramos con importantes dinastías, entre las que cabe destacar a los Retegui, tío y sobrino, los Vergara y los Bengoechea. En la saga de los Oreja y Galarza destacan los que hacen el número tres, completándose el excelente plantel con Lajos y Piérola. El maestro indiscutible en la especialidad de pala es Manolo Iturri, pero también hay que mencionar a los hermanos Oroz, Saralegui, Airibillaga, Alsúa, Goldaracena, Razquin y Salvador.

Tampoco se puede poner en duda que el número uno en la historia del remonte es Jesús Abrego, "el Mago de Arróniz", junto al que hay que destacar otra figura casi legendaria, Irigoyen. Junto a ellos ocupan un preeminente en la historia del remonte Arbizu, Lecumberri, Plazabona y Elizalde. Estos entre los que podríamos llamar pelotaris de tiempo pasado. Más próximos en el tiempo hay que reseñar otros grandes remontistas como Raúl, Bengoechea, Urtasun, Unzué, Arce, Olaberri, Erro y Urteaga. La lista podría alargarse indefinidamente no sólo en las especialidades reseñadas sino en otras menos habituales, pero los nombres reseñados con los inevitables olvidos, configuran la élite de la pelota navarra.

Los ríos navarros se caracterizan por sus aguas frescas y movidas con abundante alimentación natural especialmente en la zona norte, mientras que en el sur, las aguas son más calmadas y calientes. Ello propicia que mientras en el norte, este y oeste sea la de la trucha la pesca habitual, en la parte sur sea la de barbos, carpas, tencas, gobios y madrillas. Otras especies que se pueden pescar en ríos y embalses de Navarra son el salmón la perca negra, el lucio, la anguila y los cangrejos.

Deporte de muy reciente aparición en Navarra, ya que se empieza a practicar a partir de 1970 por iniciativa del guipuzcoano Francisco Javier Ordinas. El primer Club navarro fue el CRUN (Club Rugby Universidad de Navarra). Al desaparecer este club Ordinas crea el Iruña Rugby Taldea, que en 1983 asciende a Primera División, categoría en la que sigue militando en 1987. Javier Chocarro es el único navarro con categoría de internacional, destacando también Emiliano Román y Javier Garaikoetxea. Tenis. En los últimos años de la segunda década del presente siglo, llega el tenis a Pamplona, teniéndose noticia de unos partidos disputados el 22 de julio de 1919, siendo la Plaza de Toros el habitual escenario del nuevo "sport". Son mujeres curiosamente, las introductoras de la especialidad: María Dolores Elío, María Areitio Elío, Anina Areitio Elío y Joaquín Elío Mencos. En 1987 el Club de Tenis de Pamplona figura en Segunda División en categoría masculina, siendo sus principales figuras Antonio Esparza, José Mari Sexmilo Juliantxo Goñi, Juan Garralda y Quintxo Ancín, semifinalista este último en los Campeonatos de España (Infantiles) de 1986. En categoría femenina destacan María e Idoia Garay así como Ainhoa Torrens, ésta última afincada en Barcelona.

El Tiro olímpico se practica en Navarra a partir de 1920, estando situado en Burlada el primer campo de tiro, siendo trasladado más tarde a Aizoain. La introducción de este deporte en Navarra se debe a un militar, general Luque Chueca, al que siguen los civiles Francisco Errea, Julio Maset, Isidoro Armendariz y Javier Sagasta. Gregorio Zabaco ha sido el único navarro campeón de España.

JFC