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Lapurdi. Historia

Las iniciativas para el estudio de los restos prehistóricos de Lapurdi han sido normalmente desarrolladas por personas aisladas o por entidades privadas, lo que ha producido una lógica desconexión entre ellas, no asegurándose la continuidad de las empresas -al carecer de un programa a medio alcance- ni una suficiente conservación, en uso público, de los yacimientos y de las colecciones. Es así muy difícil establecer un panorama coherente del desarrollo de las diversas formas culturales de la prehistoria labortana pues son tantos y tan importantes los espacios dejados en blanco por una deseada información homogénea. Este juicio crítico debe ser extendido talmente a Zuberoa o a Baja Navarra, en notable contraste con el desarrollo y mayor coherencia de los estudios sobre Prehistoria en las otras provincias del País.

  • Investigaciones en el último cuarto del siglo XIX, los pioneros

En 1868 se había producido el descubrimiento e inmediata destrucción, por una urbanización, del yacimiento prehistórico de Bouheben en Bayona: intervino en la recogida de lo salvable A. Détroyat. Animado a ese tipo de investigaciones crearía Détroyat, con Folin, en 1873 una "Société d'exploration des grottes de Bayonne": en relación con ella y aunando iniciativas o noticias de otros estudiosos se irán acumulando en los años inmediatos algunas importantes referencias a la prehistoria de Laburdi. Es éste el caso de las colecciones reunidas por un párroco de Anglet, el Abbé Vidal, en aquel término (que vendió hacia 1891 al museo de Bayona) o de E. Daguin, profesor de ciencias naturales del liceo de Bayona, que juntó un buen repertorio de antigüedades prehistóricas de Laburdi (por ej. de Bidart, Xaxiño, Mouligna, Villefranque, Saint-Pierre- d'Irube) entre 1881 y 1925, sin llegar a publicar referencias de los lugares y circunstancias de los hallazgos. O de otros nombres citados reiteradamente, como Blanchet o el capitán de aduanas Darricarrére. Sus colecciones, hoy relativamente dispersas y en alguna parte perdidas de forma definitiva, acumulan importantes datos aislados desde el Paleolítico Antiguo y Medio, por el Paleolítico Superior y el Epipaleolítico al Neolítico y Edad del Bronce regional.

  • Primer cuarto del siglo XX

La intervención de E. Passemard. En 1924 publicó, como tesis de Estado, un importante texto ("Les stations paléolithiques du Pays Basque et leurs rélations avec les terrasses d'alluvions de la Nive", impreso en Bayona) E. Passemard. En él se recopilan, con minuciosidad y sentido crítico, las noticias de aquellos autores anteriores y las confronta con sus propias observaciones de control: todo en una reflexión coherente y muy sugestiva de la sucesión de las grandes etapas del Cuaternario labortano. En su aportación personal al conocimiento de esas antigüedades debe destacarse en E. Passemard las catas de comprobación y recogida que efectuó en la cueva de Lezia (en Sara) en 1912 y en el sitio litoral de Micoteau en 1920; y el descubrimiento en 1913 y excavación (durante siete meses seguidos de 1917) del importantísimo yacimiento musteriense del abrigo de Olha, en Cambo. Aportaciones parciales de E. Daguin (en 1923 en el sitio de Xaxiño, en la zona de Bayona) y de M. Duhart (en 1928 en el túmulo de Oleta en Askain) completan lo más sustancial de esta etapa de investigación.

  • De 1937 a 1953

Las investigaciones de J. M. de Barandiarán. La estancia de J.M. de Barandiarán en Laburdi, a resultas de su forzoso exilio derivado de la guerra civil, resultó altamente beneficiosa para la arqueología prehistórica de la provincia. Puesto que se descubrieron y prospectaron bastantes nuevos yacimientos, ampliándose sensiblemente la carta de distribución de las estaciones prehistóricas labortanas. En estos tres lustros será Barandiarán el protagonista principal de la mayoría de las actuaciones al respecto con la cooperación ocasional de algunos investigadores locales. R. Dupérier halló en 1937 las estaciones al aire libre de Toidit y de Bidart, publicando en 1947 las industrias y estratigrafía del sitio litoral de Xabiaga (junto a Biarritz). P. Dop será protagonista de diversas aportaciones al catálogo de megalitos de Laburdi: descubrió en 1936/37 dos nuevas estaciones (la de Pittarre en Biriatu y la de Akoka) y colaboró en 1940 con J.M. de Barandiarán en la excavación del dolmen de Lapitzeta W. en Akoka. Las investigaciones de J.M. de Barandiarán añadieron interesantes referencias al mapa del megalitismo laburdino, descubriendo nuevos dólmenes en las estaciones de Akoka (Atermin, en 1937) y de Larrun (Arribeltz I, Sualar, Erdikoharria y Altzaan W. en 1940, Putxerri y Behot-Zelai en 1942, Arribeltz II en 1949) e identificando nuevas estaciones (la de Artzamendi en 1938, la de Usategieta en 1940, la de Ibantelli en 1943, la de Ibardin en 1949: en un total de once monumentos). En 1938 descubrió y excavó el yacimiento litoral de Ilbarritz (o Mouligna 2, en Bidart): cuyos resultados publicó en 1947. En 1940 descubrió dibujos parietales en la cueva de Uriogaina (Sara) y poco después su yacimiento mesolítico o neolítico; recogió cerámicas prehistóricas en otras dos cuevas de Sara (Uriobehera y Lezettikia) e identificó el yacimiento al aire libre de Faardiko-Lepo, que prospectaría más a fondo en 1952. La aportación de Barandiarán se completaría con la aparición de la revista "Ikuska" que, por esos lustros, recogerá puntualmente los resultados de las investigaciones labortanas; y con la publicación concreta, de 1946, de un imprescindible catálogo general de antigüedades de Euskal Herria.

  • Últimos años del siglo XX

C. Chauchat y J. Blot asumen, en la década de los 60, unos ambiciosos y muy fructíferos programas de búsqueda y excavación de estaciones prehistóricas en el territorio. Desde 1964, con el descubrimiento del establecimiento asturiense de Etxe-Spi en la costa de Bidart, C. Chauchat trabaja intensamente en toda la franja litoral de Laburdi: revisa a fondo las más importantes colecciones antiguas (así las de Vidal y de Daguin) y excava en bastantes localidades. En la reseña más detallada de lo hecho por Chauchat destacan: prospecciones e identificación de ocho loci distintos en el conjunto de hallazgos al aire libre de las Landas Duboskoa, en Villefranque (o Bellevue) donde ya de tiempo antiguo (Détroyat, Blanchet...) se habían hecho recogidas de útiles; los sondeos (que definen cinco niveles de depósito, del Würm I al IV) en la zona del aeropuerto de Biarritz-La Negresse; la cata de control (en 1965) del lugar de Mouriscot Sud-Ouest ("Bois de Boulogne"); el comienzo de sondeos y excavaciones en 1966 (que culminarán en 1967), en colaboración con C. Thibault, en Le Basté (Saint Pierre d'Irube) con un estudio ejemplar (sedimentológico, climático y arqueológico) de esta estación al aire libre del Paleolítico Medio y del primer tercio del Superior; la excavación con C. Thibault, en 1967, de Xabiaga I; o el estudio, con sondeos y excavaciones, de 1968 en la playa de Mouligna ordenando las complicadas referencias anteriores a sus diversos estadios de ocupación (Mouligna I, Mouligna II o Ilbarritz, etc.).

De lo que se producía una excelente tesis de "Troisiéme" presentada ese mismo 1968 en la Universidad de Burdeos. Últimamente desarrolla Chauchat un detenido estudio del yacimiento depositado en la Grotte du Phare, en Biarritz, ocupada en la época de transición Bronce/Hierro. 1968 es el año en que J. Blot inicia en Iparralde un muy intenso plan de prospecciones de campo a la búsqueda de vestigios megalíticos, labor que se prolonga hasta ahora con diversa intensidad, Blot identifica nuevas estaciones, recoge material de superficie y excava sistemáticamente, a menudo con el refuerzo de dataciones C 14 (las primeras fechaciones absolutas obtenidas en estos monumentos en las provincias vascas), extendiendo su investigación a valles y comarcas más orientales (el valle de Aspe, por ejemplo) del departamento de Pirineos Atlánticos. En los primeros años de su aportación (que publicará de seguido, entre 1971 y 1974, en el "Boletín del Museo Vasco" de Bayona), señala Blot las siguientes novedades del megalitismo labortano: veintiún dólmenes en la estación de Larrun, dos en la de Ibantelli, dos en la de Ibardin, uno en la de Xoldokogaina, dos dólmenes, dos cistas, un menhir y abundantes círculos (cromlech) en la de Artzamendi, y un túmulo, una cista y un menhir en la de La Plana. G. Laplace, que había descubierto en 1948 un nuevo yacimiento paleolítico en Olha (Olha 2) lo excavará, con intermitencias, a partir de 1974. La asociación Lauburu, de reciente creación, pretende en nuestros días divulgar y promover diversos temas concretos de la cultura vasca, debiéndose destacar su labor de difusión del conocimiento de la prehistoria labortana.

  • Bibliografía básica

Aparte las correspondientes memorias de excavación o las informaciones particulares sobre yacimientos concretos son de especial interés las publicaciones de conjunto siguientes: de E. Passemard, Les stations paléolithiques du Pays Basque et leurs rélations avec les terrasses d'aluvions de la Nive (Bayona, 1924); de J. M. de Barandiarán, Catalogue des stations préhistoriques des Pyrénées Basques ("Ikuska", Sara, 1946), El Hombre Prehistórico en el País Vasco (Zabalkundea, San Sebastián, 1934 y Buenos Aires, 1953) y Lehen Euskal Gizona (Donostia, 1972); de I. Barandiarán, El Paleomesolítico del Pirineo Occidental (Zaragoza, 1967); de C. Chauchat, Les recherches préhistoriques dans la région de Bayonne ("Bulletin de la Soc. des Sciences, Lettres el Arts de Bayonne", 1967) y Les industries préhistoriques de la région de Bayonne du Périgordien anclen á l'Asturien (Burdeos, 2 vol., 1968); y de J. Blot, Nouveaux vestiges mégalithiques en Pays Basque("Bulletin du Musée Basque de Bayonne", 1971-1974).

Pueden citarse como tales, consultando su respectivo artículo en esta EGIPV, el abrigo de Olha I, en Cambo; el de Olha II, también en esta comuna; la cueva de Leizia, en Sara; la estación de Le Basté, en Saint-Pierre d'Irube; el yacimiento al aire libre de Xabiaga, en Biarritz; el depósito de Mouligna, en Bidart, y la cueva del Faro. Excavaciones en curso por C. Chauchat en esta pequeña cueva, junto al faro de Biarritz, estudian un yacimiento de ocupación significativo del final de la Edad del Bronce y de su prolongación en la Primera Edad del Hierro. Dataciones C 14 precisan su situación en la transición del II al I milenio a. de C.

Diversos monumentos alzados con piedra fueron erigidos y utilizados en las últimas etapas de la prehistoria. Obedecen a los tipos habituales en estas zonas del Sudoeste europeo: dólmenes de cámara y túmulo, cromlechs (como círculos de piedra, o baratzak en euskara), monolitos (menhires) y diversas acumulaciones no muy bien estructuradas a las que se califica de túmulos o de fondos de cabaña. No se han desarrollado apenas excavaciones en estas construcciones de Laburdi pero su tipología permite adscribirlos a las etapas en que resultan habituales en las otras zonas del Pirineo: desde el Neolítico hasta avanzada la Edad del Bronce los dólmenes y, probablemente, los monolitos; de la Primera Edad del Hierro, los círculos; y de referencia menos segura las demás construcciones.

En el catálogo exhaustivo publicado en 1974 por J. Blot se citan en Laburdi 68 dólmenes, 54 cromlechs, 3 monolitos, una docena aproximada de fondos de cabaña y en torno a cuarenta "fondos de cabaña". Completando esos datos con aportaciones posteriores del propio Blot se esboza un mapa básico del megalitismo provincial agrupándose los monumentos en estaciones o sectores bien determinados: Larrun, incluyendo un apretado repertorio de dólmenes (veintinueve) y dos menhires (los de Gastenbakarre y Athekaléoun) dispersos por las laderas y macizos adyacentes a ese pico, en términos de Sara, Ascain y Urruña; Ibantelli, en Sara, con cinco dólmenes; Akoka (en Sara); Usategieta (en Sara); Ibardin (en Urruña, Sara) con seis dólmenes; Xoldokogaina, en Biriatu, con unos nueve monumentos; La Plana, en Ascain; Artzamendi (limítrofe con Baja Navarra).

Dispersas por museos y colecciones se han distribuido las evidencias de la prehistoria labortana. De los repertorios más interesantes debemos destacar:

En el Musée Basque, de Bayona, lotes parciales de Olha I, Etzail (antigua colección Darricarrère), propiedad d'Abbadie en Hendaya y los cedidos por J.M. de Barandiarán de sus prospecciones en Uriogaina, Faardiko-Lepo y Mouligna.

En el Museum d'Histoire Naturelle, en el Liceo de Bayona, parte muy sustanciosa de las colecciones reunidas en la etapa de los pioneros de la prehistoria de Laburdi, como son las aportadas por el abbé Vidal (de Anglet), Détroyat y Blanchet (Micoteau, Bellevue, Mouligna, Bouben en parte), Darricarrére (Nabasia) y Passemard (una parte de Le Basté).

En el Musée de la Mer, de Biarritz, estuvo expuesta una porción notable de las colecciones de E. Daguin (Mouligna) y R. Dupérier: se perdieron, por una lamentable actuación, en su mayoría hace no mucho, salvo lo que pudo rescatar C. Chauchat.

En el Laboratorio de Geología de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Burdeos I se conservan los lotes más importantes de las colecciones que E. Daguin fue acopiando en Bidart y, sobre todo, en término de Saint- Pierre-d'Irube; aparte de alguna pieza de Mouligna.

El Musée des Antiquités Nationales de Saint-Germain-en-Laye custodia una mínima muestra de la serie que Détroyat recogió en 1868 en el abrigo bayonés de Bouben y un lote representativo (unas trescientas piezas) del material recuperado por E. Passemard en la excavación de Olha I.

Respectivas colecciones de sus propias excavaciones en Laburdi son conservadas por G. Laplace (el total de lo hallado en Olha 2, piezas de Lezia y Mouligna), C. Chauchat (en sus varias prospecciones y excavación) y J. Blot (materiales aislados de recogida superficial).

Los datos conocidos son insuficientes en número y carecen, por lo común, de suficiente entidad como para apoyar una recapitulación coherente y uniforme del desarrollo de las formas culturales de la prehistoria provincial. Sólo parece posible agrupar las referencias más seguras para acotar diacrónicamente algunos episodios de ese proceso:

Al Paleolítico Antiguo se atribuyen diversas noticias de hallazgos de materiales aislados tanto en el litoral atlántico (en términos de San Juan de Luz, de Bidart -Mouligna y otros-, de Bayona) como en el tramo final de la cuenca del Adur (en términos de Saint-Pierre d'Irube, Poïlo, Mouguerre, Bidache/Tambaou).

Del Paleolítico Medio (Musteriense) son los importantísimos conjuntos estratificados de los dos abrigos de Olha y las evidencias de Le Basté. Aparte de notas tipológicas sueltas que, a veces, no son fáciles de distinguir de las del Paleolítico Antiguo.

El Paleolítico Superior se evidencian conjuntos estratificados de Le Basté, Lezia y Xabiaga I (los tres defacies del complejo de lo Auriñaco-Perigordiense: allí hay Chatelperroniense, en estos dos sitios últimos, Gravetiense o Auriñaciense final), Bouben (acaso Gravetiense) y en referencias particulares por comprobar de Xabiaga III (Solutrense), Bidart, Ahetze, Bidache, Villefranque, etc.

Al Epipaleolítico o Mesolítico se han solido atribuir sedimentos de los sitios de Uriogaina, Faardiko lepo o del abrigo de Lezia.

Del Neolítico y desarrollo de las Edades de los Metales son, en lógica, la mayoría de las sepulturas dolménicas del área pirenaica de Laburdi y dos establecimientos de la costa: el sitio de Mouligna (de inicios del Neolítico) y la cueva del Faro (de la transición Bronce/Hierro).

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