Cultural Groups

La Academia Errante

La Academia Errante fue un ensayo de universidad popular en Gipuzkoa, que surge en los años cincuenta del siglo XX –las primeras sesiones tienen lugar en 1956–, ideada e impulsada por dos personajes singulares, atentos a la realidad y preocupados por la cultura: Ángel Cruz Jaka Legorburu y Luis Peña Basurto, sus principales promotores.

En su empeño consiguieron convocar y sentar ante una mesa a diversos intelectuales, personas de muy distinta ideología, formación y actitudes para expresar y compartir su pensamiento y discutir sobre el presente y el porvenir de la sociedad vasca. Las sesiones culturales de La Academia Errante se desarrollaban en diversos pueblos del territorio, en días festivos y en ventas apartadas, en torno a un almuerzo, y se mantuvieron con el sello del recreo de fin de semana. Un grupo de intelectuales muy significados en ese tiempo –Joxe Miguel de BarandiaranJorge OteizaLuis Martín-SantosKoldo MitxelenaJulio Caro Baroja, entre otros– participaron en sus sesiones. En ellas privó la voluntad de entendimiento, a pesar de la diversidad de opciones morales, políticas y culturales de sus miembros. Cruz Jaka Legorburu aseguró (2000) que la primera vez que oyó el nombre de Academia Errante fue a Luis Martín-Santos, que venía a definir aquellas reuniones de intelectuales por su carácter ambulante, peripatético y anárquico.

Médicos –psiquiatras en su mayoría–, escritores, publicistas, historiadores, sacerdotes, músicos, arquitectos, abogados, editores, impresores, intervinieron en sus sesiones en el escaso decenio en el que, con más o menos intensidad, esta institución cultural actuó en Gipuzkoa. “En un amable clima de tolerancia”, como relató uno de los académicos, el doctor Ayestarán, en la Academia estaban representadas a su vez diversas ideologías –comunistas, nacionalistas, socialistas, carlistas, incluso franquistas con propósito de evolución–, lo que da de principio noción del espíritu de entendimiento y razón que animó a sus integrantes.

En 1964, Jaka Legorburu decidió no volver a convocar los encuentros, ante el acoso que recibía de la policía franquista, temerosa de la significación y alcance que iban tomando aquellos encuentros, en los que se convocaban los representantes más ilustres de la inteligencia. La muerte en ese mismo año del psiquiatra y novelista Luis Martín-Santos en trágico accidente automovilístico, precipitó también en Jaka el desánimo, lo que, unido a la persecución policial, le obligó a cerrar aquella experiencia de más de una década. No obstante, lo que prueba el espíritu emprendedor del propio Jaka, éste volvería en 1968 a convocar en su propio domicilio en Zumarraga a algunos de los académicos, invitando a nuevos miembros más jóvenes a participar en las jornadas que dedicaron a la memoria de Lope de Aguirre y al músico José María Iparragirre.