Concept

Kauterak

Personajes de la Mascarada de Zuberoa, que pertenecen a la Mascarada Negra. Se trata de caldereros de Auvernia y su oficio consiste en reparar los pucheros.

Su jefe se denomina Kabana (en los tiempos de Chaho se llamaba Obergni), y sus subalternos tienen todos ellos sus nombres, que llevan en un gran cartel en la parte posterior del abrigo. Entre ellos el más conocido es Pitxu, el aprendiz de calderero, el más pequeño, el más cómico y el más hábil, que participa también en otros oficios, y que en el propio de los Kauterak tiene un papel importante.

En el cortejo de la Mascarada van los últimos, detrás de los Buhameak.

Llevan un sombrero negro, adornado con plumas de ave y rabos de cordero; abrigo negro largo, pantalones oscuros y botas hasta la rodilla; en la mano llevan unos bastones hechos con ramas torcidas, con cascabeles, y entre todos los Kauterak llevan varios pucheros agujereados.

Kabana, el jefe de los Kauterak, lleva un libro grande, y un látigo en la mano, para hacer trabajar a sus subalternos; algunas veces lleva unas gafas grandes, que le ayudan a leer el libro.

Sallaberry nos indica en su descripción que los pucheros los llevaban a lomos de un burro.

Los Kauterak hablan en francés al modo de Auvernia.

En las Barricadas son los últimos en entrar en la plaza junto con los Buhameak, al son de la marcha de los Negros. Después de bailar de cualquier manera, se amontonan en el centro de la plaza, uno encima de otro. Pitxu, al ser el más espabilado, suele tirarse encima de los demás.

El oficio de los Kauterak es el último de la función de la tarde. Después de él, los integrantes de la mascarada interpretan el último canto, y, todos juntos, integrantes de la mascarada y público, bailan algunos jauziak o muxikoak.

Los Kauterak entran en la plazay realizan un baile en círculo, con los sombreros en la mano, saltando y empujándose.

Una vez terminado el baile, Kabana, el jefe de los Kauterak, pone a sus subalternos a trabajar en la reparación de los pucheros. Entre tanto, pronuncia su discurso o "Predikia". A menudo tiene que parar el discurso para reprender a los subalternos, que no trabajan como debieran.

Después, los subalternos presentan a Jauna los pucheros "reparados". Este, no obstante, se da cuenta de que están agujereados, y no acepta el trabajo. Nuevamente se ponen a trabajar, y van por segunda vez donde Jauna, ahora tapando los agujeros del puchero con sus sombreros. Esta vez Jauna da por bueno el trabajo, y, como pago, echa algunas monedas al aire.

Van todos en desbandada a coger las monedas, haciendo un montón en el que Pitxu queda debajo. Cuando se va deshaciendo este apilamiento, se dan cuenta de que Pitxu no se mueve: ¡Pitxu ha muerto!.

Entre los Buhameak improvisan una especie de cama y encima colocan a Pitxu. Llaman al Medizina (o a Kautera en su defecto), quien aparece rápidamente.

Mientras tanto, Kabana coge el testamento de Pitxu y lo lee.

El Medizina, con unas herramientas grandísimas, opera a Pitxu, sacando de su vientre las cosa más inverosímiles. Terminada la operación, Pitxu resucita, y abandonan todos la plaza con la marcha de los Negros.

Como curiosidad adicional, Herelle en 1914 nos dice que junto con los Kauterak salen también Kantiniersa y Gathuzaina, quienes les guían en su entrada; una vez en la plaza, Kantiniersa se retira, no así Gathuzaina, quien sigue en la plaza a lo largo de la función, y en un momento determinado, con su herramienta le quita la silla a Kabana, haciendo que éste caiga al suelo.