Concept

Joko, Jolas, Juego

En euskara hay dos términos que condensan la idea de juego del español y de jeu del francés: joko y jolas. Corrientemente jolas se aplica a los juegos de niños sin apuesta, mientras que joko es el concepto que definiría el juego de adultos con envite. El diccionario de R. Maria de Azkue (Azkue, 1984) traduce joko como "juego", y para jolas usa los términos de "juego, divertimento y recreación". El diccionario de autoridades de Mitxelena da una definición más explícita describiendo joko como "juego (si no tiene adjetivo hace referencia a juego de azar), competición, deporte o acción de jugar" y presenta el antiguo juego de cañas a caballo, "kanazko jokuak", los juegos de cartas, "karta jokukoak", las competiciones de corte de troncos con hachas, "aizkora jokoa, la carrera pedestre, "antxitxiketa jokua", el duelo a espada, "ezpata jokua", las corridas de toros, "zezen joko, los juegos de fuerza, "indar yokua", el juego del ganso, "antzarra jokua", los juegos de circo, "zirku-jokua", los juegos de apuesta, diru-jokoa, el juego de pelota, pilota jokoa, los torneos, burruka joko y los juegos olímpicos, Olimpiar-iokoak como ejemplos de este fenómeno social. Este diccionario, subraya que el concepto de joko, en contradicción con el uso corriente del vocablo, se puede utilizar en el juego de niños, Ume txikien jokoaren antzera, al modo del juego infantil. Por otro lado, jolas se define como "chiste, broma y fiesta". La polisemia de los términos de joko y jolas es tal, que el mismo ejemplo de los Juegos Olímpicos, que anteriormente se presenta como un ejemplo de joko se muestra en esta entrada con parte del jolas, Olinpiar jolasak. Si leemos la explicación correspondiente a la acción del verbo jolastu de jolas, acción de jugar, se esgrime la idea de "divertirse, jugar (sin apuesta ni competición)" puntualizando posteriormente, "cuando no hay competición (juegos de saltar a la comba, "a alturitas") o cuando se juega como pasatiempo". [Lehiaketarik ez denean (soka saltona, bale-baleka) edo denbora pasa jokatzen denean].

El subrayado de jokatzen, que es nuestro, pretende remarcar el uso del concepto de joko definiendo la acción del jolas. Aunque el uso lingüístico de ambos vocablos encuentre elementos en común, como ocurre frecuentemente en elementos tan polisémicos, las acciones verbales tanto del joko como del jolas, son de naturaleza contraria. Jokatu es un verbo transitivo donde existe un objeto directo, se juega algo (dinero, apuesta, honor, prestigio), articulándose con el verbo ukan, tener, dirua jokatu dugu -hemos jugado dinero-; mientras que jolastu es intransitivo, por lo que carece de objeto directo, componiéndose con el verbo "izan", ser, harrapaketan jolastu gara -literalmente: somos jugados en el juego de pillar-.

Este laberinto conceptual del juego ha maravillado a intelectuales de variado perfil; la aparente banalidad e intrascendencia del acto de jugar oculta una inusitada complejidad social. El antropólogo Joseba Zulaika (1985) es sin duda alguna, el que con más acierto ha despejando parte de su misterio. Para dicho autor, joko es competitivo, bipolar, medido en el tiempo y en el espacio, y con una definición clara y sin ambigüedad del vencedor. Se juega en serio: se gana o se pierde, lo uno o lo otro, bata ala bestea. Jolas, por su parte, rompe con la dicotomía del tuyo o mío, destroza la idea de lo uno o lo otro, para mostrar una realidad donde todo se mezcla, donde se juega por diversión, en el que los jugadores ganan y pierden al mismo tiempo, actuando en una gran mentira llena de verdad. Se juega por recreo, como un pasatiempo sin vencedores ni perdedores, donde la dificultad de medir es la reina del juego. La poesía improvisada, tan popular en la cultura vasca, con sus bellas e ingeniosas imágenes, formaría parte, según Zulaika, de ese jolas tan difícil de medir; mientras que el juego de pelota, con sus corredores de apuestas, lanzando sus envites entre el público, presenta la realidad del joko donde uno de los dos jugadores, pelotaris o apostadores, ganan en perjuicio del interés de un tercero.

Desde el punto de vista etimológico, joko viene del vocablo latín jocus, al igual que juego del español y jeu del francés; mientras que jolas se enraíza con el término del romance occitano, solaz, utilizado en el español culto como sinónimo de ocio, y generador a su vez de holgar y holgazán, y que dio el vocablo holgeta, sinónimo de jolas, en el dialecto vizcaíno del euskara.

Desde el uso social, tanto los niños como los adultos tienen acceso al joko y al jolas, aunque es habitual que tengan actividades lúdicas diferentes, como los juegos carnales, haragizko jolasak, o el juego del ganso, antzarra-joko a de adultos poco aptos para los más jóvenes. Cada generación de vascos tiende a estructurarse como un grupo autónomo y jerárquicamente relacionado con los demás en función de la edad por lo que se diferencian también en sus jokos y jolas. No obstante existe una cierta tendencia a utilizar el término jolas en las actividades infantiles y reducir el joko a las propias de los adultos.

Si nos centramos en los populares juegos deportivos, kirol joko-jolasak, se observa que tanto joko como jolas se orientan hacia estructuras dispares. El joko del levantamiento de piedra, la pelota o la peonza se basan en un trabajo competitivo realizado en la plaza del pueblo frente a la comunidad de pares, en solitario o en oposición, utilizando un objeto lúdico específico para ello. El jolas en cambio, es una actividad grupal no competitiva, preponderantemente sin material, y que se realiza tanto en la plaza del pueblo como en sus inmediaciones boscosas para jugar, como ocurre en el juego de pillar o en el esconderite, harrapaketa y hezkutaketa jolasa. El placer lúdico producido por ambos modelos son, por lo tanto, diferentes: para joko lo que impulsa a actuar es la búsqueda de la victoria, querer ganar, resumido en el resultado de la contienda; mientras que para jolas la matriz del ocio está en compartir la acción de juego, los secretos, los momentos, las relaciones, un recuerdo lleno de inconexas anécdotas. Entre joko y jolas existe un espacio amplio que da lugar a formulas culturales intermedias, como el juego de saltar a la comba, soka salto jolasa. En estos juegos exclusivos de niñas y mujeres, no se reproducen los divertimentos anteriores del gusto por vencer ni por compartir sino que es el placer de repetir el que se impone.

Es necesario considerar que los juegos, joko y jolas, actúan como modelos de comportamiento social por lo que reproducen los valores culturales en vigor convirtiéndose en elementos importantes en la socialización de los nuevos miembros. De este modo, joko actúa como referente de comportamiento en las situaciones públicas, defendiendo el actor sus propios intereses, los de la casa troncal en la tradición frente a los de fuera, frente a los kanpokoak: todos iguales ante la ley para obtener el mayor beneficio posible. Este uso social está muy ligado a la masculinidad, al modelo de hombre de plaza o plaza-gizon. En las relaciones privadas, con los de casa, es en cambio jolas el que impone su guía: todos diferentes para formar un grupo sólido, una familia o una cuadrilla considerados como de casa, etxekoak. El principio de la repetición de las féminas se vincula con el modelo de comportamiento de la mujer en la casa, de la ama de casa o etxekoandre. La constatación de joko y jolas como modelo de comportamiento social evidencia que el juego es espejo de la cultura, los rasgos distintivos se encuentran en las estructuras lúdicas, impulsando la reproducción social. Del mismo modo, los cambios introducidos en los modelos joko-jolas generaran cambios sociales importantes, por lo que la educación de esos modelos de comportamiento modificados se convierte en el eje del cambio social. La riqueza y complejidad de joko y jolas han impulsado al uso de la locución joko-jolasak formada por el par de vocablos contrapuestos para designar al conjunto de actividades lúdicas, como por ejemplo en los juegos deportivos, kirol joko-jolasak.