Hermits

ITXASPERRI

Ermita dedicada a Santiago en Egiarreta, Navarra.

Ermita de Santiago de Itxasperri

Este bello y cuidado templo se encuentra dentro del término municipal de Egiarreta y a un kilómetro escaso de su casco urbano. Se edificó en la primera mitad del siglo XIII, en un románico tardío, que incluso es ya protogótico en algunos de sus aspectos. Según Pérez Ollo, fue en realidad la iglesia del despoblado medieval de Etxasperri, que limitaba con el lugar de Abizu, también hoy desaparecido. En esta ermita se celebraban en una época las juntas del valle de Arakil, y a tal efecto hubo una casa de juntas adosada al propio templo.

Consta de una típica planta medieval, con una única nave, dividida en tres tramos más una cabecera absidial semicircular. Los tramos se separan por arcos fajones, que se corresponden con gruesos contrafuertes al exterior. El acceso se ubica en el lado de la Epístola, a la altura del segundo tramo, aunque hay otra puerta de menor calado a los pies del templo, como luego veremos.

Los muros son de piedra de sillería, de formato bastante menudo y escuadramiento somero. La iluminación interior se obtiene merced a tres ventanas originales, dispuestas de manera radial en el ábside. Son largas y estrechas, carentes de decoración esculpida, con doble derrame exterior-interior, y llevan guardalluvias que se unen entre sí formando una moldura decorativa al exterior. También hay un óculo a los pies de la nave, con amplio derrame solucionado mediante gruesas molduras circulares. Va calado, figurando su tracería, de raigambre gótica, una suerte de flor que procede de la restauración.

La nave se cubre con una bóveda de cañón apuntado, bastante afectada en la última restauración, con arcos fajones de sección cuadrangular, que apean en ménsulas trilobuladas, que se unen entre sí formando una imposta que recorre el templo. El arco que precede al ábside recibe especial tratamiento, pues tiene ligero apuntamiento para adaptarse al perfil de la cubierta del propio ábside. Apea en columnas adosadas cuyos capiteles llevan decoración historiada y vegetal. A media altura corre una imposta de bolas. El ábside, por su parte, recibe una bóveda de horno, de perfil ligeramente apuntado, y cuya plementería se refuerza por dos recios nervios de sección cuadrada, que se juntan a la altura de la clave del arco triunfal.

Al exterior, el conjunto aparece hoy perfectamente restaurado y acondicionado, en medio de un entorno privilegiado y ajardinado. Llama la atención en primer lugar la esbelta espadaña, para alojo de la campana. También resalta la diferencia de altura entre la nave y la cabecera, sensiblemente más baja. Los muros, donde se abren los vanos antes descritos van coronados por una línea de canes lisos. La puerta va resaltada por un cuerpo que sustituye a los dos contrafuertes correspondientes, pero ya en planta se adivina la función tectónica de este cuerpo saliente, para contrarrestar los empujes interiores. Consta esta puerta de un arco de medio punto con gran derrame, en el que corren cuatro arquivoltas sin decoración y guardalluvias por el exterior del arco. Apean sobre columnas, cuatro por lado, con capiteles muy estilizados y con decoración variada, como entrelazos de raigambre textil, palmetas, caulículos e incluso alguna cabeza humana. Por encima de estos capiteles van cimacios que se unen entre sí sin solución de continuidad, dando dinamismo y ritmo al conjunto. Llevan decoración vegetal. La portada corona por un tejaroz sobre canes lisos que armonizan con los del tejado. En el muro del hastial, como se ha dicho antes, hay otra puerta, de carácter secundario ya, con arco de medio punto con dos arquivoltas de gruesos y desproporcionados baquetones, que le dan un aire tosco y primitivo, además de un guardalluvias sin decoración. Apea una de las arquivoltas sobre dos columnas muy desgastadas, con capiteles con decoración vegetal muy estilizada. La arquivolta interior, a su vez, apoya sobre pies derechos. Dado el carácter angosto de este acceso, carece de tímpano, y se ha remetido en la jamba derecha una pila aguabenditera muy toscamente labrada.

Joseba ASIRON SAEZ (2007)

  • GARCÍA GAÍNZA, M.A. (et. alt.): Catálogo Monumental de Navarra, vol. V*, Merindad de Pamplona, Adiós-Huarte Araquil, Pamplona, Gobierno de Navarra, Arzobispado de Pamplona, Universidad de Navarra, 1994, pp. 159-160.
  • PÉREZ OLLO, Fernando: Ermitas de Navarra, Pamplona, C.A.N., 1983, pp. 79.
  • LACARRA DUCAY, Mª Carmen (et. alt.): Navarra, guía y mapa, Estella, C.A.N. 1983, pp. 130.

Joseba ASIRON SAEZ (2007)