Cultural Groups

GRUPO PAJARITA

Grupo de pintores alaveses formado en 1956 en un intento de superación de la tradición pictórica de preguerra y del fomento de la joven pintura alavesa. Formada por Gerardo Armesto, Enrique Pichot, J. M. Jimeno Mateo, Ángel Moraza y E. Suárez Alba. En 1957, tras la muerte de Armesto, éste será sustituído por Florentino Fernández de Retana. Tuvo su antecedente en la "Peña de Pintores" del Casino Artista Vitoriano (1945), así como en la muestra celebrada en Vitoria en 1956 titulada "Exposición homenaje a los seis jóvenes pintores vitorianos que constituyen la "Joven Escuela Alavesa de Pintura". Respecto al nombre del grupo, hace referencia a las líneas geométricas de una pajarita de papel. Dice Pichot: "En el aspecto técnico, nuestra pintura tiende a la composición figurativa, pero simplificada y armoniosa de líneas. Una "pajarita" es representación figurativa de un pajarillo y, sin embargo, sus líneas son bien simples y llenas de armonía. Por otra parte, nuestra pintura tiende a ser expresión y espíritu de las cosas. Una "pajarita" es todo expresión y espíritu, concreción y realismo, y también belleza". El grupo no se articuló en torno a ningún programa concreto, limitándose a proponer como meta la promoción de la pintura en Álava y la participación en las corrientes modernas, insistiendo ellos mismos en la hetereogeneidad del colectivo. Los pintores de "Pajarita" van detrás de una mayor libertad expresiva sin salirse nunca del mundo figurativo. Buscan un nuevo credo pictórico, sustentado en un lenguaje actual antiacademicista. El grupo quiere expresarse a través del color. Exponen como grupo por primera vez en la sala "Macarrón" de Madrid en 1956; le seguirán la muestra de Pamplona en la primavera de 1957, la celebrada en Logroño en 1964, año en que también exponen en Estella y en Vitoria, en homenaje a Armesto. En 1965 expondrán en Bilbao. En Vitoria lo volverán a hacer en 1965 y 1967. Su pintura se inscribe, desde el punto de vista temático y estilístico, a un paisajismo de raíz postimpresionista, tomando el color como valor en sí mismo. Desechan todo lo anecdótico y sentimental de la pintura alavesa de la primera mitad del s. XX. Ya no existe el interés por plasmar el elemento literario y narrativo. La gran aportación de este colectivo a la pintura contemporánea alavesa es la renovación del valor lírico del color a partir de la opción de un expresionismo del paisaje. Ref. Arcediano Salazar, S: El eclecticismo en la pintura alavesa de postguerra..., en EI-SEV, Cuadernos de Sección n.° 8 (Artes...), p. 271.