Literary Figures

Garzia, Juan

Legazpi, 1955.

Juan Garzia nació en Legazpi, en 1955, pero, aún niño, se trasladó con su familia a vivir a Irun. Después de concluir sus estudios de Filología Hispánica en San Sebastián y Barcelona, el escritor y traductor vive en dicho pueblo fronterizo. Tras trabajar durante muchos años de profesor en el IVAP, trabaja últimamente en el Instituto del Euskara de la UPV, desde donde dirige la colección Zientzia Irakurle Ororentzat (ZIO), es decir, ciencia para todos los lectores, que reúne traducciones de trabajos de divulgación científica.

Juan Garzia empezó simultáneamente en la escritura y en la traducción, sin intención de publicar. Después de dar a leer sus textos a gente próxima y de que le animasen a ello, terminó publicando sus textos. Sus primeros escritos sobre literatura (tanto artículos como versos) aparecieron en la revista Plazara, publicación de la Comisión de Euskera de Irun. Su primer galardón literario fue el premio de relatos Ignacio Aldekoa, organizado por la Diputación Foral de Álava, que obtuvo con el cuento Pernixio, en su edición de 1987. Dicho texto, en la frontera de la novela o el relato, fue recogido en el primer volumen de cuentos que publicó ese mismo año, Akaso (Erein, 1987). Asimismo, Pernixio se volvió a publicar, esta vez individualmente, en la colección Milabidai de textos breves que Erein puso en marcha.

Según María José Olaziregi, en la primera recopilación de Garzia existen indicios del realismo trágico rural que era preponderante en la cuentística vasca de los 80; alguno de sus cuentos lo demuestran claramente. Por ejemplo, en el primero de ellos un abuelo le amputa una mano con el hacha al pobre Hilario para que no tenga que cumplir con el servicio militar; Pernixio, el relato más conseguido del conjunto, nos cuenta la historia de un pelotari que soñaba con ir a América y cómo se frustró dicho sueño en Barcelona, por un accidente en una pierna, entre otros motivos (Olaziregi, 2005).

En 1990 Garzia participó, junto con Anjel Lertxundi, Felipe Juaristi, Pako Aristi, Iñaki Aldekoa en el libro colectivo, de título Taberna zulokoak (Erein) bajo el anagrama de Alarigar Jualermu. Dos años más tarde, Garzia ganó en el certamen de cuentos Ciudad de Irún de 1992, con el texto Gabonak Gubbio-n. Este cuento, que Kutxa publicó individualmente, volvió a ver la luz más tarde, en 1993, en su segundo libro de relatos, Itzalen itzal (Alberdania). Dicho relato, ahora con el título de Gubbio, fue recogido en la antología Mende berrirako ipuinak (Erein, 2005) de Mari Jose Olaziregi, así como en sus traducciones al castellano, inglés, italiano y ruso. La misma narración, y el resto que completan el libro, se publicó finalmente en la traducción al castellano que llevó a cabo Manu López, Sombra de sombras (Alberdania, 2005).

Este segundo libro cuenta con una diferencia clara con respecto al primero: a diferencia de Akaso, Itzalen itzal es un libro más unitario en intención y estructura. Por un lado, cada uno de los once cuentos del libro se sitúan en una ciudad italiana, y toma de ella el título: Pisa, San Gimignano, Florencia, Siena, Orvieto, Roma, Perugia, Gubbio, Venezia, Verona y Milán. Por otro lado, algunos personajes aparecen en más de un cuento, y también hay algún que otro hilo narrativo que salta de un cuento a otro. También las ambientaciones y las contextualizaciones de los relatos, a pesar de ser variadas, conceden un cierto aire de unidad al libro.

El viaje a dichas ciudades de Italia, más que físico, es intelectual y cultural. Los cuentos nos llevan al pasado, a la época del Renacimiento y de la Edad Media italiana, para resucitar el encanto del arte y la arquitectura de aquella época. El punto de salida de los cuentos son edificios u obras de arte reales y emblemáticas de dichas once ciudades: la torre de Pisa, la catedral de Florencia, la plaza de Siena o la Capilla Sixtina de Roma. Pero estos monumentos reales son una excusa para retroceder en el tiempo y abrir las puertas a la ficción. Estas narraciones son ficciones con apariencia de hipótesis creadas por la imaginación de Garzia sobre la base de dichos monumentos.

El autor opta por una perspectiva actual a la hora retroceder en la historia y adentrarse en la Italia renacentista. Los distintos narradores comienzan a indagar la historia del arte, y en dicha búsqueda sorpresivamente encuentran una nueva explicación o hipótesis, que abre las puertas a la ficción. Los narradores a menudo son eruditos, críticos o historiadores de arte; Garzia hace pasar a sus cuentos por el fruto de su investigación y, así, emplea diversas técnicas para elaborarlos: como un intercambio epistolar en algún caso, como un artículo de prensa o reseña libresca o como un informe científico.

Los cuentos que forman parte de Itzalen itzal se encuentran próximos a la poética de Borges: el uso de narradores eruditos, la simulación de reseñas y comentarios de libros apócrifos o la tendencia a la metaficción son algunas de estas características. Según afirma Ramón Saizarbitoria en el prólogo a la segunda edición, este libro de Garzia también tiene "la fantasía contenida de Calvino, la elegancia de Tabucchi, tocada de saudade".

La mención a Tabucchi y la saudade no estarían de sobra, por otra parte, para hablar del siguiente trabajo de Juan Garzia. Fadoa Coimbran (Alberdania, 1995) es su única novela publicada, aunque el propio autor no tiene muy claro la denominación de "novela". Garzia juzga difícil que un mismo autor destaque en novela y en cuento a la vez:

"En resumen, existen, según mi punto de vista, algunos cuentos que son más extensos que novelas (en inglés, en dicho caso, se les llama romance, no novel), y, también al contrario, especie de fragmentos de novela que son tan breves como los cuentos clásicos. Esto es, definiéndose el límite entre ambos por unas características estilísticas (prototípicas). Viendo así las cosas (sé que lo que digo puede parecer tautológico), un escritor es, en esencia, o novelista o cuentista". (Volgako Batelariak, 2007)

A tenor de esa clasificación, Garzia no cree que su segundo trabajo pueda considerarse, stricto sensu, como novela: "aunque en la portada aparezca NOVELA, resulta evidente que no es, según mis categorías, una verdadera novela (novel, en inglés) sino una especie de cuento largo (romance)." Y efectivamente, el libro, que denominaremos novela, tiene su origen en un relato: su germen es un cuento, que al empezar a desarrollar, fue creciendo y complicándose, hasta dar lugar a Fadoa Coimbran.

La novela comienza cuando unos trabajadores, que arreglan un pozo en Coimbra, encuentran una cámara de fotos. A partir de ahí, el lector va conociendo poco a poco la historia de Teo y Laura. Se encuentran viajando por Portugal, y la novela profundiza en la incomunicación entre ambos y cómo entienden cada uno de ellos la realidad que les rodea. Garzia presenta las opiniones que tienen sobre el presente el pasado, sus recuerdos, sus reflexiones, haciendo uso de variadas técnicas narrativas: el paso de la primera a la tercera persona, de la objetividad a la subjetividad. El discurso, la palabra se superpone en la novela a la acción: Garzia se entrega a una especie de flujo de conciencia, discurso que dota de citas y consideraciones sobre la literatura.

Tras la publicación de Fadoa Coimbran, Juan Garzia no ha vuelto a publicar ninguna obra de ficción, a excepción de alguna colaboración en libros de cuentos colectivos (en Izu zinezkoak y Krabelinen herriminha, en la editorial Alberdania, en 1998 y 1999, respectivamente), y, en el ámbito de la traducción, en los últimos años se ha destacado en la literatura de los clásicos. Narraciones de Jorge Luis Borges, los sonetos y Hamlet de Shakespeare, Godoten esperoan de Samuel Becket o Sistema periodikoa de Primo Levi, por ejemplo. En 1999 recibió el Premio Euskadi de Traducción por la antología Ipuin hautatuak de Borges. Garzia es actualmente una referencia imprescindible en la traducción literaria vasca.

Entre medias de sus dos obras más destacables, Itzalen itzal y Fadoa Coimbran, en 1994, Juan Garzia publicó una obra para jóvenes, Sudur puntan mundua (Alberdania); merecedora del premio A. M. Labaien, que convoca el Ayuntamiento de Tolosa. Protagonizada por una niña que, cuando le tienen que poner gafas, se ve fea y que, paulatinamente, con ayuda de su imaginación, consigue ver el mundo de otra manera.

Garzia también ha cultivado el ensayo, y suyos son dos ensayos de índole diferente aparecidos en 1997: Joskera lantegi (HEAA/IVAP) y Txirritaren baratzea norteko trenbidetik (Alberdania). El primero es un libro de estilo, que tiene su origen en cursos de traducción y que trabaja especialmente la sintaxis. El segundo, por su parte, analiza la literatura oral y el bersolarismo, partiendo de la obra de Txirrita.