El caserío de Garzain se encuentra disperso en tres núcleos. El principal se sitúa en torno a la parroquia de San Martín. Próximo al mismo, se halla el barrio de Ariztegui. Un tercer núcleo, más alejado, lo constituye el barrio de Aizano. En cualquiera de los tres, predomina una tipología de vivienda común. Se trata de bloques exentos, de gran tamaño, que organizan una fachada de línea horizontal en tres niveles más ático. La cubierta suele ser a dos aguas. Alrededor de la parroquia destacan varias viviendas que se corresponden con la tipología descrita. La número 12 se presenta como un solemne edificio cúbico de tres alturas. La fachada se encuentra enlucida, apareciendo la piedra de sillería en la enmarcación de vanos y refuerce de esquinas. En el piso inferior, se abre una portada adintelada resguardada por dos ventanas de similar factura. Semejante composición simétrica se repiten en el piso noble y en el ático. En el centro de la fachada aparece un pequeño balcón, sobre cuatro ménsulas de piedra. La cubierta es a cuatro vertientes. En el número 8 de la calle Mayor, se sitúa el edificio de las escuelas. La proximidad del frontón hace que la cubierta a dos aguas del mismo, descanse sobre un muro lateral del edificio escolar. Al igual que en otras muchas localidades navarras, se trata de un edificio de estilo neoclásico que organiza su fachada en dos niveles y ático. Sobre un zócalo de sillarejo, que salva el desnivel de la calle, se alza el cuerpo inferior. Presenta una curiosa distribución con tres vanos rebajados, enmarcados, cada uno de los mismos, por dos ventanas adinteladas.
Similar estructura se repite en el nivel central pero, esta vez, con tres ventanas adinteladas. La característica piedra rojiza del Baztán aparece en la delimitación de esquinas y en el enmarque de los vanos. El resto de superficie de la fachada aparece enlucido. La cubierta es a dos aguas. De mayor solemnidad es la casa Oyar. Se trata de un potente bloque cúbico que también organiza su fachada en tres niveles más ático. En el nivel inferior, se abre un ingreso de medio punto. Sobre el mismo, ya en el piso noble, se eleva un balcón sobre cuatro ménsulas de piedra. Todas las ventanas del edificio son adinteladas, incluidas las del ático. Un robusto alero de madera deja lugar a una cubierta de cuatro vertientes. Decora la superficie de la fachada, un escudo barroco situado sobre el balcón. El moderno frontón municipal aparece perfectamente integrado en el núcleo de Garzain. Adosado a las escuelas, presenta una cubierta de teja a dos aguas. Los muros laterales aparecen enlucidos con piedra rojiza en pilares y esquinas. En uno de los laterales, se abre una gran superficie acristalada que permite la entrada de la luz natural a su interior. A ochocientos metros del núcleo principal se sitúa el barrio de Ariztegui. Lo forman numerosas viviendas aisladas y la ermita de El Pilar. Predomina la tipología arquitectónica característica del caserío. Destaca la vivienda con el número 1. Organiza su fachada en dos niveles más ático. En el inferior, se abre un gran portalón de medio punto. Toda la superficie de la fachada es de sillarejo, a excepción del sillar rojizo del valle que aparece en el enmarque de vanos y refuerce de esquinas. En el segundo nivel, se abren tres ventanas adinteladas. En el ático, se sitúa un sencillo balcón de madera. La cubierta es a dos aguas sobre robusto alero de madera. Un sencillo escudo barroco decora la fachada. Otras viviendas de interés en este barrio son la número 15 y la número 11, Landakoa. En el barrio de Aizano se localiza el palacio Cabo de Armería Iturbidea. De origen medieval, sufrió numerosas facturas hasta el siglo XVIII. En 1522 su propietario fue Sancho de Iturbide. De la edificación original, solamente se conserva una columna con capitel dórico y varios vanos adintelados.
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Parroquia de San Martín. Se trata de un edificio tardorrenacentista del siglo XVI, cuya factura se prorrogó hasta finales del siglo XVII. Adaptado a la sinuosidad del terreno, presenta una tradicional planta de cruz latina con, nave de doble tramo, crucero con capillas laterales y cabecera pentagonal. Para el sistema de cubiertas, en el siglo XVI, se utiliza una bóveda estrellada para el crucero y una venera en la cabecera. Ya en el siglo XVII, se cubren los dos tramos de la nave mediante sendas bóvedas de arista. Al exterior, se presenta como un robusto edificio de línea horizontal, en el que sobresale la torre situada a los pies. Los muros son de piedra rojiza. Destacan varios contrafuertes que otorgan carácter defensivo al conjunto. Varias ventanas de medio punto permiten la entrada de luz natural al interior del recinto. Un procesionario recorre los muros de la parroquia. Está enrejado y presenta una bonita cubierta con vigas de madera. La torre representa, con exactitud, el proceso constructivo de la parroquia. Del siglo XVI, destaca el robusto fuste cúbico de piedra de sillería. Sobre el mismo, se eleva otro, de menor envergadura, esta vez enlucido, con cadenas de sillar en las esquinas y rematado mediante pirámides con bolas.
Al igual que en otras localidades del valle, la torre se remata por medio de un cuerpo de campanas octogonal, en el que se abren cuatro arcos de medio punto. Este último cuerpo también aparece enlucido y con cadenas de sillar en las esquinas. La torre se culmina mediante una cornisa moldurada que deja lugar a un chapitel. En el interior, se venera una importante colección retablística. En la cabecera, se guardan dos piezas dedicadas a San Joaquín y a San José. Ambas, en su morfología, están adaptadas a la forma cóncava del presbiterio. El retablo de San Joaquín es de estilo neoclásico y data del siglo XIX. Está realizado en madera policromada. El retablo de San José también es de estilo neoclásico. Está construido con mármol y data de finales del siglo XVIII. Presenta un banco sobre el que se alza un cuerpo articulado por cuatro columnas jónicas. Se remata por medio de un frontón semicircular. Las esculturas de ambos retablos son contemporáneas a la factura de los mismos. La talla de San Martín también es neoclásica. En la zona del Evangelio se guarda una imagen romanista de la Virgen del Rosario. Data del siglo XVI.
Ermita del Pilar. Esta ermita se encuentra en el barrio de Ariztegui. De origen medieval, fue profundamente transformada durante el siglo XIX. Presenta una sencilla planta rectangular de triple tramo y cabecera recta. Sobre dos potentes arcos fajones se eleva una bóveda de medio cañón para los tres tramos. Al exterior, se presenta como una sencilla construcción de traza horizontal. Los muros están enlucidos. La piedra aparece, a modo de cadenas de sillar, en el refuerce de las esquinas. Sobre tres contrafuertes descansa una cubierta a dos aguas con alero de madera. En el interior, se cobija un retablo moderno dedicado a la titular.
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