Monarchy and Nobility

García I Íñiguez (1983 version)

Rey de Pamplona (852-882), hijo del rey Eneko Aritza a quien sucede en el trono en momentos difíciles. Como dice muy bien Arbeloa, heredó de su padre el valor. Se le ve correr en 842, antes de reinar, en auxilio de Musa ibn Musa, quien, gracias a su apoyo, vence y captura al general Harith ibn Bazi en la batalla de Balma, a orillas del Zidakos. Se le ve combatir en 843 al lado de su padre en la desastrosa jornada de las proximidades de Pamplona y seguramente intervino en todos los encuentros que Aristas y Banu Kasis libraron contra los ejércitos de Abd al- Rahman II entre 847 y 850, en territorio de Pamplona y de Tudela. A consecuencia de la batalla de Albelda se producen cambios políticos. Se ha roto con Tudela banukasi. García Iñiguez se ve obligado a pactar y tratar con asturianos y francos. Entretanto Musa ibn Musa, engreído y victorioso, se intitula III rey de España. Los vascos han perdido Albelda y Viguera. En 853 los vascones intervienen en un asunto interno del Emirato siendo derrotados con sus aliados en la batalla de Guadalacete. Entre 859-860 aparecen los normandos en el Reino subiendo Ebro arriba hasta penetrar tierra adentro. El historiador Ibn Haiyan cuenta la algara contra los vascones matando a muchos y haciendo prisionero al rey Garcia Iñiguez (Garsiya ibn Wannako). El rescate se fijó en 70.000 piezas de oro.

Por diferirse el pago de una parte de ese rescate soltaron al rey y quedaron como rehenes sus hijos. No se sabe cuánto tiempo estuvo prisionero el rey ni quién ejerció sus veces, si la familia Jimena o los hijos del rey, Fortún y Sancho. Sea lo que fuere, el rey recobró su libertad y siguió gobernando hasta edad muy avanzada. Desde Guadalacete debió de suscribirse un trato de amistad entre vascones y asturianos. Signo visible de esta alianza debió ser la boda de la princesa asturiana Leodegundia, hija del rey Ordoño, con el príncipe Fortún, hijo mayor de Garcia Iñíguez. En 859 sufre el ataque de su cuñado Muza ibn Muza, que alarmó al rey hasta el punto de pedir ayuda militar a Asturias. Los asturianos penetraron en la Rioja y tomaron la plaza fuerte de Albelda (Batalla del Clavijo). No parece que el rey García Iñíguez hubiera tomado parte en esta segunda batalla del mismo nombre. Como suele suceder algunas veces, la victoria resulta contraproducente a corto plazo. En esta ocasión da lugar a que el emir Muhammad penetre en tierras de Pamplona (860) y caiga prisionero de los musulmanes el príncipe heredero Fortún Garcés y la princesa Oneka (Iñiga) que casó con Abd Allah. En 870 se ve al rey pamplonés aliado al amil de Huesca, Amrus, concurriendo a la lucha junto con los Sarataniyyin y otras tropas leales. El año 871, es un año movido. Liquidado el asunto Amrus, se rebelan los hijos de Muza ibn Muza, que se hacen dueños de toda la comarca superior.

El contexto político-militar exigía alianzas familiares que garantizasen la seguridad pública. Los lazos de amistad Asturias-Alava-Pamplona se refuerzan. Así la princesa pamplonesa Ximena casa con Alfonso III de Asturias y Oneka, hija de Garcia Iñiguez, con el conde de Aragón Aznar Galindo II. Quiere esto decir que se establece un eje Oviedo-Alava-Pamplona-Jaca, netamente cristiano. Vuelve a aparecer el enigma de los sirtaniyin como aliados de Pamplona y que no parecen ajenos a la casa Ximena. En 860 recupera su libertad el infante Fortún Garcés, prisionero en Córdoba desde hacía veinte años. Es el año de treguas, tratados y canjes de prisioneros. Ahora el pacto de amistad se extiende también a Tudela. Posteriormente los banukasis se hacen la guerra entre sí imponiéndose el revoltoso Ababdalah que en 882 arremete contra la parte oriental del Reino llegando a Aibar que era algo así como la puerta fortificada de ese lado de la frontera. En la lucha pereció el rey García Iñíguez en el lugar que unos historiadores denominan Larumbe, otros Lumbier e incluso, Larráun. Así murió el rey de Pamplona en manos de sus parientes banukasis Ababdalah e Ismail.