"Un ex alumno de Jesús de Galíndez declaró hace unas semanas al periódico dominicano El Caribe que el cuerpo de su profesor se halla enterrado en San José de Ocoa, a unos kilómetros de Santo Domingo. Explicó que el 23 de septiembre de 1956 (seis meses después de su desaparición), al pasar por aquel paraje vio sacar un cadáver del río y se dio cuenta de que era el de Galíndez. Quienes lo extrajeron -afirmó-, y luego le dieron sepultura secretamente, eran miembros de un partido de oposición. Durante cinco años guardó el secreto bien escondido en el cofre fuerte de su miedo, y hoy, desaparecido Trujillo, se ha decidido a revelar lo que vio con sus propios ojos".
Reproducido en el semanario Euzkadi de Bilbao, n.° 222, bajo el título La estatua del recuerdo, (artículo sin firma.)