Concept

ETA - Euskadi ta Askatasuna

Batasuna había comenzado a explorar la vía de la mediación internacional en 2003, cuando una Delegación suya entró en contacto en Sudáfrica con un centro especializado en negociaciones sobre la paz cuyo asesor era Brian Currin.

Tras reuniones exploratorias en Oslo y Ginebra, en junio de 2006 comenzaron los encuentros en el doble carril: ETA-gobierno socialista y partidos políticos. La izquierda abertzale planteaba una negociación política sobre dos temas: el derecho a decidir -el punto de conflicto era aquí la inclusión o no de la opción independentista junto a la autonomista y la federalista-, y sobre la territorialidad -su propuesta consistía en la creación de un organismo que pusiera las bases de un Estatuto común para los cuatro territorios, incluyendo a Navarra, en el plazo de dos años-.

El contexto era desfavorable a causa de la hostilidad del Partido Popular, que calificó los encuentros de traición y de pago de precio político, y la actitud represiva del poder judicial, con el comienzo de la tramitación del sumario 18/98 en noviembre el 2004 y la aprobación de la doctrina Parot en febrero de 2006, la cual prolongaba en la práctica sine die el encarcelamiento de los presos. Se añadía a ello la ausencia de gestos del gobierno en materia de acercamiento de pesos y de dulcificación de la legalidad en la perspectiva del consenso, así como el recrudecimiento de la kale borroka.

Los encuentros en el santuario de Loyola, doce en total, de los tres partidos políticos PSE, PNV y Batasuna entre septiembre y noviembre de 2006, encallaron por la falta de concreción por el PSE y el PNV sobre los dos temas en discusión, así como por los reproches que ambos dirigieron a Batasuna por desdecirse según ellos de la hoja de ruta previamente pactada.

El carril ETA-Gobierno se encauzó en tres reuniones, dos en Ginebra en junio y septiembre de 2006 y la última en Oslo, en diciembre de este año. El esquema de ETA de acuerdo político y el del gobierno de paz por presos no llegaron a confluir. La prensa habló de diferencias entre ETA y Batasuna y de disensiones en el seno de ETA. El Gobierno admitió haber barajado dos planes: el plan A de obligar a ETA a plegarse a sus condiciones, y el plan B de hacerla responsable de la ruptura si ésta se producía.

ETA rompió la tregua el 31 de diciembre de 2006 con la destrucción de la Terminal 4 del aeropuerto Madrid-Barajas, la cual produjo dos víctimas mortales. Este atentado provocó las críticas explícitas de Batasuna por boca de Otegi y Rafa Díez, y el comienzo de la desafección hacia ETA del grueso de la izquierda abertzale. Al no haber declarado ETA formalmente la ruptura de la tregua, Batasuna pidió a las dos partes que respetaran sus compromisos, y Tony Blair y el Sinn Fein mediaron para que se retomaran los contactos. Pero los nuevos encuentros en Ginebra, que desembocaron en mayo de 2007 en una reunión con presencia de una Mesa Política y otra Mesa Técnica, certificaron el desencuentro. ETA declaró a los pocos días roto el alto el fuego.

El grupo armado y la izquierda abertzale siguieron a continuación caminos divergentes. Tras consultar a su militancia entre el otoño de 2007 y junio de 2008 ETA decidió proseguir los atentados, los cuales produjeron dos víctimas mortales el año 2007, cuatro en 2008, y tres en 2009. Mientras, el gobierno procedía a la detención de sus sucesivas cúpulas dirigentes.

La continuación de la actividad armada se había convertido en un obstáculo para la izquierda abertzale, la cual perfilaba desde 2007 el doble modelo de la construcción nacional desligada de la violencia y de la resolución del conflicto auspiciada y controlada por la mediación internacional.

La salida de prisión de Otegi en noviembre de 2008 aceleró la estrategia de la creación de un polo soberanista de amplio espectro basado en vías exclusivamente pacíficas. Tras la ratificación por el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo en junio de 2009 de la ilegalización de Batasuna, la nueva y absurda detención de Otegi y de los demás impulsores de la nueva vía en noviembre 2009 en el caso "Bateragune" no impidió la presentación en Alsasua y Venecia del documento "Zutik Euskal Herria". En el curso de un proceso asambleario que concluyó en febrero de 2010, el documento de los detenidos "Clarificando la política y la estrategia" fue aprobado por el 80% de los militantes. La izquierda abertzale había ganado definitivamente el pulso a ETA sin escisiones ni traumas; lo que se demostró con la asunción pública por ETA de los planteamientos de aquella en enero de 2010. La doble estrategia soberanista e internacional se puso a continuación en marcha.

Brian Currin presentó en Bruselas la declaración de 27 personalidades de nivel mundial, las cuales exigieron el fin de la violencia de ETA y respaldaron el proceso de paz. ETA aprobó esta Declaración. En septiembre de este año los firmantes de Bruselas formaron un Grupo Internacional de Contacto formado por cinco personas. Este mes, la izquierda abertzale y los partidos Eusko Alkartasuna, Aralar y Alternativa firmaron el Acuerdo de Gernika, el cual precedió en pocos días al anuncio de ETA a través de la BBC británica del cese de sus acciones ofensivas.

ETA proclamó en enero de 2011 un alto el fuego permanente, general y verificable. En febrero, la izquierda abertzale presentó los Estatutos del partido Sortu, en ruptura explícita con la violencia y cumpliendo con la letra de la Ley de Partidos. El Tribunal Supremo bloqueó sin embargo su inscripción.

En abril se presentó a las elecciones locales la coalición de amplio espectro Bildu (izquierda abertzale, EA, Alternativa), legalizada por el Tribunal Constitucional en el último momento tras el veto del Tribunal Supremo. Bildu fue la segunda fuerza en el País Vasco tras el PNV en número de votos, 316.000, y la primera en número de alcaldes, 123. Sin embargo, la Audiencia Nacional condenó a 10 años de cárcel a los procesados en el caso Bateragune. La coalición Amaiur, la cual incluyó en sus listas a Aralar junto a los anteriores partidos, se presentó en noviembre a las elecciones generales, consiguiendo 364.000 votos y el mayor número de diputados vascos en el Congreso, siete.

En septiembre de 2011 se había presentado una Comisión Internacional de Verificación formada por personalidades del mayor prestigio para llevar a cabo, como en Irlanda del Norte, el seguimiento de los compromisos sobre desarme, la cual fue aceptada por ETA, pero no por el Gobierno.

Fruto de la colaboración entre Lokarri, organización sucesora de Elkarri, y el Grupo Internacional del Contacto, el 17 de octubre se celebró en el palacio de Aiete de San Sebastián la Conferencia Internacional de Paz, con la presencia, o respaldo, de Koffi Anan, Jimmy Carter, el senador Mitchell, Gro Harlem Brutland, Pierre Joxe, y todos los protagonistas de la resolución del conflicto de Irlanda del Norte, Tony Blair, Gerry Adams, Bertie Ahern, y Jonathan Powell.

La Declaración de Aiete llamó a ETA en sus dos primeros puntos a hacer "una declaración de cese definitivo de la actividad armada" y a solicitar dialogo con los Gobiernos español y francés sobre "las consecuencias del conflicto", e instó a los dos gobiernos, si se hiciera la declaración, a iniciar conversaciones al respecto. El punto tercero instó a avanzar en la compensación de las víctimas y en el reconocimiento del dolor causado. El punto cuarto sugirió a "los actores no violentos y a los representantes políticos", que discutieran cuestiones políticas seguidas de consulta a la ciudadanía para alcanzar una paz duradera, aconsejándoles acudir a facilitadores internacionales del diálogo. Los firmantes se mostraron dispuestos en el punto quinto a organizar un comité de seguimiento.

Tres días más tarde, el 20 de octubre, ETA respondió al llamamiento de la Conferencia declarando, en sus mismos términos, "el cese definitivo de su actividad armada", y haciendo "un llamamiento a los gobiernos de España y Francia para abrir un diálogo sobre la resolución de las consecuencias del conflicto y superar así la confrontación armada".

El PP, tras su acceso al poder, ha hecho de momento oídos sordos a los firmantes de Aiete. Según sus declaraciones, ETA y la izquierda abertzale, confían en alcanzar una paz duradera basada en la movilización pacífica y democrática y en la pedagogía internacional de la Declaración de Aiete sobre cómo funcionan los procesos de resolución de conflictos en todo el mundo, lo que traerá consigo el desarme y la disolución de ETA.