Poets

Erdozaintzi-Etxart, Manex

Ibarla, 1934-Toulouse, 1984.

Manex Erdozaintzi-Etxart nació en Ibarla (Baja Navarra) en 1934 y falleció cincuenta años después en Toulousse (Francia). Cuando contaba ocho años inició los estudios en el preconvento de Donapaleu, lugar desde el que se dirigió al seminario de los franciscanos de Brive. En la década de 1950 se dirigió a Quimper a realizar el noviciado. Estudió Filosofía en Pau y Teología en Orsay. A pesar de vivir numerosos años fuera de Euskal Herria, la relación con su pueblo natal no se truncó y siguió atentamente los movimientos y sucesos aquí acontecidos.

En 1959 entró en el convento de Donapaleu, momento en el que tuvo opción de seguir prácticamente in situ los acontecimientos socio-políticos y culturales que anteriormente solo había llegado a conocer mediante intermediarios. Entre 1964 y 1969 estudió Psicología en París, y ya en los años 70 fue nombrado jefe provincial de los franciscanos en Aquitania, puesto que ocupó durante seis años. También llego a ser el jefe del convento franciscano de Toulousse (Francia).

A pesar de haber vivido tanto tiempo fuera de Euskal Herria, como ya se ha indicado, el de Ibarla siempre quiso mantener la cercanía con su pueblo, y cabe destacar la labor que realizó en numerosas ocasiones: preocupado y militante de la realidad social vasca, fue miembro de numerosos movimientos sociales y llegó a crear, gestionar y dirigir alguno de ellos. Fue miembro, entre otros, de Seaska y Amnistía Internacional. Fundó el semanario Herriz herri [=Pueblo a pueblo], que también dirigió. Asimismo, participó en la creación de Gure Irratia y militó en el grupo Fededunak, compuesto por cristianos de izquierdas. Apoyó y ayudó a los refugiados políticos vascos en Ipar Euskal Herria en numerosas ocasiones.

Aprendió a escribir en lengua vasca por sí mismo y escribió numerosos artículos para Egan, Euzko Gogoa, Gure Herria, Yakin, Herria, Olerti, Maiatz, etcétera. Además de su nombre y apellidos, también utilizó algunos pseudónimos como "M. Ostogia", "M. Iharralde" o "Manex". En 1983, un año antes de fallecer, fue nombrado académico correspondiente de Euskaltzaindia.

Erdozaintza-Etxart también publicó en vida una novela breve y un poemario.

La novela breve (cuenta 60 páginas divididas en 12 capítulos) Gauaren atzekaldean [=Tras la noche) fue publicada por Elkar en la colección Orhi en 1982. Como tal, se trata de una obra escrita una década antes: Erdozaintzi-Etxart la presentó en 1973 a un concurso literario de Beasain con el título Ilargi umea. Se trata de una novela estructurada en torno al "exilio" o al "destierro", trátese de un exilio político o económico. El hilo conductor de la obra es, por lo tanto, un elemento muy presente y doloroso en la realidad cotidiana de Ipar Euskal Herria.

Respecto a la novela, ha de mencionarse algunos rasgos innovadores como los cortes temporales. En cuanto a los puntos débiles de la obra, se ha solido mencionar el registro lingüístico, y es que no es creíble que los tres protagonistas, siendo oriundos de Hego Euskal Herria, empleen el dialecto bajo-navarro en sus conversaciones.

Como se ha dicho anteriormente, Erdozaintzi-Etxart publicó un único poemario: Hinki-hanka (Elkar, 1978). El libro recoge treinta y tres poemas escritos entre 1958 y 1976. Un año después de su publicación, Andolin Eguzkitza destacó en un artículo publicado en Anaitasuna el bello, adecuado, natural y sencillo euskera de Erdozaintzi-Etxart. Como escribió Koldo Izagirre (2000: 7-8) siguiendo los argumentos de Itxaro Borda, Manex Erdozaintzi-Etxart fue el precursor de toda una generación. Un autor que escribió su poesía desde la preocupación y el dolor que toma como tema a un pueblo moribundo.

Tras la muerte de Erdozaintzi-Etxart, los compañeros del grupo Maiatz prepararon dos poemarios con los textos del de Ibarra: Herri honen erraietan (1985) [=En las entrañas de este pueblo] y Bizitza pilpirak (1994) [=Palpitaciones de vida]. La segunda compilación es más interesante que la primera: se publicó en el décimo aniversario de la muerte del autor con una introducción de Itxaro Borda, y recoge tres colecciones de poemas: Bizitza pilpirak, Nafarroari poema irekia y Herri honen erraietan. Hablando de las características de la poesía de Erdozaintzi-Etxart, Felipe Juaristi destacó la fuerza de sus textos, ya que el poeta no se vale de un mundo abstracto, sino de elementos muy comunes: el pueblo, el Pueblo Vasco. Como otros muchos poetas, el de Ibarla realizó una auténtica defensa de su pueblo de forma sutil y mediante un ritmo frenético y gran musicalidad.

Siguiendo las palabras de Juaristi, cabe mencionar que muchos músicos (Pantxoa eta Peio, Pier Paul Berzaitz, Antton Valverde, Niko Etxart...) se han valido de la musicalidad de los textos de Erdozaintzi-Etxart y muchos de ellos han musicalizado sus poemas. En el décimo aniversario de la muerte del de Ibarla se publicaron dos discos que recogen otros tantos conciertos celebrados en homenaje a su memoria.

En 1995 la asociación Maiatz de Baiona publicó la compilación de artículos Manex gogoan [=Manex en la memoria] y cinco años después los franciscanos de Arantzazu publicaron Manex Erdozaintzi-Etxart. Bizitza eta pentsamentua [=Manex Erdozaintzi-Etxart. Vida y pensamiento]. La Diputación Foral de Gipuzkoa, finalmente, creó la página webg, donde se recogen, junto a la biografía del autor, numerosos artículos (tanto suyos como algunos escritos sobre él), un listado de las obras que componían su biblioteca personal y otros muchos materiales.