Monarchy and Nobility

Enrique III de Navarra y IV de Francia

Enrique accedió al trono de Francia el año 1589 y con él se iniciaba la dinastía de los borbones en el reino de Francia. La guerra de religión pasaba entonces por sus peores momentos en Francia y en Navarra, recrudecida además por la intervención extranjera. En un principio las acciones militares favorecieron a Enrique, que consiguió a derrotar a los católicos en Arques en septiembre de 1589 y en Ivry en marzo del año 1590. Ese mismo año incorporó a la corona francesa todas sus pertenencias a excepción del Béarn y la Baja Navarra.

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Posteriormente se produjo la ocupación española y la situación se volvió menos favorable para el rey. Sus allegados, y también su ministro Sully, le movieron a renunciar a la fe calvinista y a que se convirtiera al catolicismo, e hizo pública abjuración de su fe el 25 de julio de 1593, en Saint Denis, ante el obispo de Bourges. Este acto provocó inmediatamente la sucesiva rendición de las plazas fuertes católicas. En febrero del año siguiente fue coronado rey en Chartres, y un mes más tarde fue recibido en París. El acto de abjuración fue acogido con agrado por el Papa, pero no por Felipe II, que mantenía sus tropas en suelo francés. Finalmente el monarca español tuvo que retirar sus tropas así como la pretensión de su hija al trono. La guerra contra la Liga Católica finalizó entre los años 1595 y 1596, y en 1598 con España, con la firma del tratado de Vervins. Ese mismo año Enrique, ahora Enrique IV de Francia, promulgó el Edicto de Nantes por el que proclamaba la tolerancia religiosa en todo el reino francés. A partir de este momento el monarca tuvo como principal objetivo el desarrollo económico del país, atendiendo tanto a las actividades agrícolas, como a la industria y el comercio.