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Hoy en día casi se puede decir que se limita a los montes de la cordillera pirenaica y a las llanadas del Ebro. A una con la implantación de la industria y el crecimiento demográfico, la destrucción de las especies de caza ha sido tal que algunas de ellas incluso han desaparecido de las zonas costeras. Algunos animales que antes poblaban casi todo el país han venido desapareciendo hasta casi su extinción: el ciervo, el gamo, el oso, el lobo y el jabalí entre los principales. Unas veces por necesidades defensivas, como en los casos del lobo y el oso, y otras por ser utilizados como alimentos: el jabalí, la cabra, etc. Las historias de nuestras regiones suelen darnos casi siempre una relación de los animales de caza. Así Madrazo, en su libro dedicado a Navarra. y Logroño [t. I, pp. 34-42]. El oso se fue extinguiendo en las zonas costeras durante los siglos XVI al XVIII para ir retirándose a los montes del oriente navarro. Posteriormente, y de forma esporádica han aparecido algunos casos de caza mayor en Gipuzkoa. para no repetirse más. Actualmente la proporción de cazadores y de piezas de caza es desproporcionada. Baste solamente consignar el dato que en Gipuzkoa, con 1.884 km.2 -a los cuales hay que restar 200 como inhábiles para la caza-, hay 24.000 licencias de caza en 1968, y otras tantas en Bizkaia. Indudablemente que para 1973 han aumentado de forma considerable. El Servicio de la Diputación de Gipuzkoa. que dirige la Reserva de Caza de Laurgain ha tratado de introducir el faisán en nuestros montes. Las parejas que han salido de la finca de Laurgain para habitar los montes cercanos no han conseguido proliferar eficazmente debido a la falta de escrúpulos de los cazadores que capturan el faisán a pesar de la prohibición provisional vigente. Otro de los animales de repoblación es el ciervo en el Gorbea y los montes orientales navarros principalmente. Corren los gastos a cargo de las Diputaciones de Navarra. y Alava, cada una en su territorio. También los alaveses han introducido el faisán en el bosque de Albinagoya (faldas de Amboto) y la sociedad de Cazadores y Pescadores ha intentado repoblar los montes con ejemplares de perdiz roja (Alectoris rufa). En Lab, B. Navarra. y Zub. la proporción de cazadores-población es todavía mayor que en Gipuzkoa. Para 175.000 h. hay nada menos que 10.086 permisos de caza expedidos. Hay cuatro reservas de caza: en Arcangues (228 Ha), Hasparren (19 Ha), Saint-Pée (175 Ha) y Ustaritz (122 Ha). Naturalmente, hay reservas de caza en todas las provincias [codorniz, tórtola y paloma]. Las aperturas de caza en 1969 eran para el sur de Navarra, desde el 17 de agosto al 21 dé septiembre y para la zona norte, del 7 de septiembre al II de octubre. Para Rioja, Alava y Bizkaia, la temporada abarcaba desde el 24 de agosto al 29 de septiembre. Algunas especies de caza, liebres, conejos, perdices, codornices siguen existiendo con relativa abundancia aunque la tendencia es a la reducción. Las sociedades de cazadores son muchas y se puede decir que en cada pueblo hay por lo menos una. Hay una conciencia popular de defensa de las especies que se suele ver contrarrestada por el gran número de cazadores que viven en el país. Una característica de la cinegética vasca es la de ser el país lugar de paso de diversas especies entre las que descuella la de las palomas y tórtolas. Hay una forma vasca de captura de palomas muy singular como son las redes de los altos puertos navarros (v. PALOMA). En este aspecto hemos dado muestras de un instinto cinegético. Teniendo en cuenta que en el País Vasco hay más variaciones de clima que en la mayoría de las naciones europeas, es fácil de comprender que las especies de caza sean muy numerosas tanto de las de tipo mediterráneo como atlántico. Se puede estimar que la decadencia en el número de especies de caza comenzó en la Segunda Guerra Carlista, época en que los montes se llenaron de gente joven que manejaba unas armas de gran precisión en el tiro y que permitían cazar en toda circunstancia climática, cosa que no sucedía con las armas antiguas. En esta época se puede decir que quedó extinguida la perdiz en la zona cantábrica. Sin embargo puede verse todavía con relativa abundancia en las tierras mediterráneas, máxime en los pueblos o en los cotos donde se cuida de ella. La desaparición del cultivo del trigo en la zona cantábrica impide la cría de la codorniz o "galeperra", que se suele ver abundante en el valle del Ebro. En el país hasta hace poco se ha practicado una caza de tipo muy primitivo, como era la llamada "del cerezo", que consistía en emboscarse bajo un cerezo con fruto maduro y disparar contra los arrendajos o "eskiñosuak", charlas o "kastarroak", tordos o "xoxoak", malvices o "birigarroak". Hoy esta caza, al ser prohibida por la ley, prácticamente ha desaparecido. Se persiguió y se persigue a la liebre bien con perros sabuesos de día o bien en caza nocturna con redes persiguiendo por la noche a la liebre con perros entrenados. La liebre es apreciadísima en la zona cantábrica de la misma forma que en la mediterránea es el conejo. Especie abundantísima que ha estado a punto de desaparecer a cuenta de una enfermedad importada llamada Mixos Matosis de la que afortunadamente hay ejemplares que parece que la resisten.
José María BUSCA ISUSI