Municipalities

CASTEJÓN

Llamada Casteillón y Castellón, recibe este último nombre en los fueros que en el año 1117 dio a Tudela el rey Alfonso el Batallador. Estuvo provista de un castillo para defenderse de las incursiones de los castellanos contra el reino de Navarra. En 1222, Bartolomé Jiménez de Rada, señor de Rada, disputó al rey D. Sancho el Fuerte el señorío de la Villa de Castejón, pero al fin renunció a sus pretensiones y reconoció el derecho del rey, prestándole juramento de fidelidad y homenaje. En 1244 tenía dicho señorío Guillermo Pérez de Castejón, quien hizo homenaje al rey D. Teobaldo I reconociendo por sí y sus herederos, que debemos (decía) é somos tenidos de facer servicio cada uno con nuestros cuerpos, et con otro cabayllero con nosco en semble, á vos el dicto D. Thibalt et ad aqueyllos que empues vos regnaren en Navarra como uno de los ricoshombres, qui honor terram en Navarra, son tenidos de facer servicio leyalmente á todo rey de Navarra (Y. M.). En 1294 era alcaide del castillo Reynaldo de Mauleón. Por los años 1344 tenían el señorío de Castejón, D. Martín Gil de Atrosiello o Atroxillo y su mujer. Los reyes D. Felipe III y D.ª Juana se habían apoderado de la herencia del judío D. Ezmel de Ablitas, a quien D. Martín era deudor de cierta cantidad; por esto, y porque no había prestado el homenaje debido al rey, embargó éste dicho señorío que vino a radicarse luego en la corona, mediante cesión del propietario, por la cantidad de 2.200 libras, que le dio la reina D.ª Juana. Juan Jeméniz de Urrea, caballero aragonés, señor de Alcalaten, y María Jeméniz de de Atrosiello, pretendieron después el derecho a dicho señorío y el rey D. Carlos II se lo cedió en 1351 pagando 1.000 libras y con la condición de hacer homenaje de paz y guerra contra todos los príncipes del mundo, salvo contra el rey de Aragón. También les dio D. Carlos el pontón que existía sobre el Ebro junto al castillo de Castejón. En 1360, en la guerra entre Castilla y Aragón, los castellanos, con el pretexto de que el castillo de Castejón lo tenía un aragonés, intentaron combatirlo: el infante D. Luis, gobernador de Navarra, requirió entonces a Juan Jeméniz de Urrea para que lo guardase poniendo un alcaide navarro, pero no habiéndolo hecho, el infante nombró por alcaide a Pedro Martínez de Urniza, con todos los derechos y emolumentos pertenecientes al rey y el pontón o barca sobre el Ebro, excepto la pecha de los labradores a quienes se les perdonó en atención a los daños que recibieron de los castellanos. En 1366 tenía Castejón vecinos labradores y un hidalgo. En 1399 el rey D. Carlos III decía que, habiendo dado el lugar de Castejón a Mosen Martín de Aibar, su cambarlen, se lo había quitado después y donado a su fijano (hijo de bautismo) Charlot o Carlitos, hijo de Mosen Charles o Carlos, su alférez, señalando a Mosen Martín en recompensa 150 libras anuales durante su voluntad. En 1402 poseía, en efecto, el señorío de Castejón Carlos de Beaumont, hijo del alférez D. Carlos y nieto del infante D. Luis, hermano del rey D. Carlos II. Su padre hizo homenaje al rey por dicho señorío a nombre de su hijo, como menor de edad, en cuyo acto decía que éste era hijo de María Jeméniz de Boil otrament dicha (alias) Atroxillo y que el señorío le venía por el derecho y sucesión de su madre. Este Carlos de Beaumont, hijo de María Jeméniz, murió al parecer sin sucesión y recayó el señorío de Castejón en su hermano D. Luis de Beaumont, que lo poseía en 1453 y lo dio en cambio a su otro hermano D. Juan, prior de San Juan, por los lugares de Atondo, Murco y Orcoyen (Y. M.). La ciudad de Tudela concedió permiso a Castejón para instalar una barca a fin de atravesar el Ebro en la parte del Soto de Ramalete, de donde viene su nombre, Castejón de la Barca. En el año 1672 la misma ciudad vendió el soto llamado de la Barca a la villa de Arguedas. A comienzos del s. XIX, Castejón estaba a punto de despoblarse; sin embargo, el establecimiento de una estación empalme de los ferrocarriles que pasan por Pamplona y Logroño dio un gran incremento a la vida del lugar que comenzó rápidamente a repoblarse gracias a la industria y el comercio crecientes. En 1969 se terminó el puente sobre el río Ebro, cuyas obras habían empezado en 1965. Sus características son: longitud, 250 m. (175 en recta); anchura, 8 m. de calzada y 1,25 m. por cada acera. La construcción, a base de plegamientos sucesivos de dovelas, es el primero de la península en su género. El costo del nuevo puente y de sus accesos fue de 72 millones de pesetas, corriendo la financiación a cargo de la Diputación Foral de Navarra y del pueblo de Castejón. El autor del proyecto fue Carlos Fernández Casado, profesor de puentes de la Escuela de Ingenieros de Madrid.