La parroquia de San Esteban de Carranza es matriz de las cinco principales. Fue de patronato de los señores de Vizcaya, pero la cedió D. Diego López de Haro al abad de Oña en cambio de otras iglesias y 300 morabetinos, en 1269. El de San Miguel de Ahedo fue poseido, en el s. XIII, por los descendientes de una hija del Señor de Vizcaya. El papa Benedicto XIV creó la diócesis de Santander por medio de una bula apostólica expedida el 12 de diciembre del año 1754. A esta nueva sede episcopal se anexionaron durante el siguiente año localidades de Vizcaya y Santander, que hasta entonces habían dependido del obispado de Burgos, entre ellas Carranza. [Labayru, t. VI, p. 309]. La división entre negretes y marroquines no sólo afectó en lo civil; las iglesias de Carranza se hallaban también divididas según los bandos. Las iglesias del bando negrete eran: San Miguel de Ahedo, San Juan de Pando, San Pantaleón de Bernales, Santa Cecilia de Santecilla, San Andrés de Biáñez y San Julián de Ranero. Las del bando de los marroquines eran: San Miguel de Soscaño, San Pedro de Sierra, San Esteban, San Cebrián de Treto, San Julián de Sangrices, San Juan de San Cipriano y Santiago de Lanzas Agudas. En el s. XVI, los diezmos de las iglesias del bando de los negretes se repartían entre los Salazar de San Felices de Somorrostro, los de Traslaviña, los Concha, los de Pedro Ochoa de Ahedo, los de Francisca San Esteban, los de Hernando de Santibáñez de la Tejera, los de Pedro de Santesteban de Callexon y otros parientes. Los de las iglesias del bando de los marroquines pertenecían a los beneficiados, excepto en Agüero. La imagen de. N. Sra. de los Milagros de la iglesia de Soscaño es la patrona del Valle de Carranza. Idoia ESTORNÉS ZUBIZARRETA