Literary Figures

Borda, Itxaro (2003 version)

Escritora en euskera nacida en Orègue (Oragarre, Baja Navarra, País Vasco continental) el 29 de marzo de 1959 y licenciada en Agricultura e Historia. Ha trabajado principalmente la novela y la poesía. Colaboradora habitual en prensa, en los últimos años principalmente en el periódico "Euskaldunon Egunkaria", ha sido también coordinadora de la revista literaria "Maiatz". Sus obras poéticas son Bizitza nola badoan (Maiatz, 1984), Krokodil bat daukat bihotzaren ordez (Susa, 1986), Just Love (Maiatz, 1988), Allegro ma non tropo (Edit. Hiru, 1989), Bestaldean (Susa, 1991) y Orain (Susa, 1998). Además, ha escrito los libros de narrativa Basilika (1984), Bakean ützi arte (1994), Bizi nizano munduan (1996), Amorezko pena baño (1996), Orain (1998) y %100 Basque (2001), todos ellos en la editorial Susa. En el 2000 publicó una narración en la recopilación Euskal Kama Sutra. Trabaja en Correos de Baiona. En los últimos años ha trabajado intensamente para las ikastolas del País Vasco continental, desde su puesto de presidenta de la federación Seaska. Sus poemas han sido utilizados por numerosos cantantes y formaciones musicales; entre otros, Otxalde taldea, Hertzainak, Zaldibobo, Peio Serbielle, Sorotan Bele, Mikel Errazkin, Ganbara, Txakun, Aisa y Pier Paul Berzaitz.

Según el estudioso Luzien Etxezaharreta, "la tristeza de Borda es una resignación creadora". Koldo Izagirre, por su parte, piensa que Borda escribe poesía "sobre la realidad más rutinaria, lo cual no supone más que una ventaja para la escritora". En cuanto al lenguaje poético, se ha distanciado de los clichés para escribir de un modo muy directo, que no renuncia a formas del habla coloquial.

Según Amaia Iturbide, Borda se caracteriza por "un surrealismo llevado al extremo". Su primer poemario (Bizitza nola badoan ), está dividido en seis partes, Baga, Biga, Higa, Laga, Boga, Sega, palabras que remiten a los conjuros de la brujería. En la primera parte, por ejemplo, aborda temas íntimos, como la infancia, la escuela, las fiestas o el entorno familiar. A medida que avanza el poemario, aparecen alusiones a la muerte, y los últimos poemas, los del bloque Sega, aluden a la necesidad de aprehender la palabra y la imposibilidad de esta tarea, y la muerte desde el punto de vista fisiológico, como ha apuntado Amaia Iturbide.

En el libro Krokodil bat daukat bihotzaren ordez, el tema principal es el viaje a Africa y su exotismo; en esos poemas, la autora "se metamorfosea hasta convertirse en la piel de Africa", comenta Amaia Iturbide. En otras secuencias de Krokodil ..., se hacen referencias al triángulo musical-revolucionario integrado por la generación beat, el pop y el rock.

En Just Love, según Jon Kortazar, la poeta se convierte en una cantante de blues, en intérprete de canciones de los afroamericanos; "Itxaro Borda se mueve entre el deseo que responde a la necesidad urgente de cambiar la sociedad establecida y la resignación ante los escasos gestos de esperanza que ofrece la vida", añade Amaia Iturbide.

El libro Bestaldean comienza con una dedicatoria politeísta "a los montes, campos, helechales, brezos, brujas y magos que nos han ayudado a sobrevivir", y todo el poemario queda impregnado de esta atmósfera. El libro tiene dos planos: la naturaleza del País Vasco y los barrios periféricos de una ciudad que puede ser París. En el libro Orain, el tema principal es el declive que sufre la lengua vasca en el País Vasco continental. En este caso el lenguaje está próximo al surrealismo y la vanguardia.

Kortazar ha resumido así el itinerario de Itxaro Borda: "Desde el eco de la poesía popular, paisajística y descriptiva, hasta la literatura militante (en la acepción que posee en el País Vasco) su obra ha trabajado diferentres tonos poéticos: la vanguardia, la ironía, la poesía íntimas, siempre en una impaciente visión de la infelicidad humana".

En lo referente a la narrativa, y resumiendo en los siguientes párrafos el estudio que sobre Borda ha escrito la profesora Marijose Olaziregi (Historia de la Literatura Vasca, UNED, 2000), la primera novela de la escritora, Basilika, busca trangredir las normas morales y creencias de una sociedad católica irónicamente retratada. El argumento es el siguiente: Jon Kapagorri, elegido diputado de la zona vasco-francesa, simula la aparición de una virgen y ordena construir una basílica para su culto, con la intención de relanzar económicamente la zona. La mayoría de los personajes, incluidos eclesiásticos, son corruptos. Después Borda escribió tres novelas que se acercaban al género negro, y tenían como principal protagonista a la detective Amaia Ezpeldoi. En la primera de ellas, Bakean ützi arte, se relata el conflicto entre los agricultores suletinos y una empresa que quiere construir un gaseoducto. Bizi nizano munduan cuenta cómo busca la detective a su abuela, desaparecida la noche de bodas. En Amorezko pena baño, la detective sale a la búsqueda de un insumiso llamado Uri, desaparecido al atravesar el polígono de tiro de las Bardenas. "Con grandes dosis de humor e ironía, las novelas de Borda no ocultan su adscripción a la literatura comprometida", ha escrito Marijose Olaziregi.

La novela %100 Basque, por su parte, reflexiona sobre la identidad vasca, cuestionando las ideologías, incluyendo la abertzale. Uno de los elementos recurrentes de la narración es el queso, metáfora de la identidad la cultura y el conflicto vascos, según la autora. Tiene mucha importancia el coche, y por ese lado se trata de una novela muy americana, según la autora. Al comienzo de cada uno de los 40 capítulos, Borda ofrece un extracto breve de filosofía zen.

Ganadora del Premio Euskadi de Literatura 2002 por %100 Basque.

Forma parte de la antología recopilada por Arantza Fernández Iglesias titulada Once poetas para trescientos lectores (Mujeres poetas en el País Vasco) (2002). En 2003 publica Hiruko, sobre la "lucha armada" (Alberdania) y presenta en el Biltzar de Sare Hautsak errautsa bezain (Ed.Maiatz).